El hallazgo de una camiseta centra la investigación a 4 kilómetros de la extraña desaparición de Gabriel

Anoche, un fuerte cordón policial guardaba un camino de tierra situado en la pedanía nijareña de Las Negras que da acceso al barranco de Las Águilas, junto a la depuradora y muy cerca del trayecto que conduce a la Cala de San Pedro. El acceso estaba restringido a cualquier persona ajena a la investigación. Fue en torno a las 18.00 horas de ayer cuando más de una veintena de patrullas de la Guardia Civil, entre ellas furgonetas de la Unidad de la Policía Científica, subieron «a toda prisa» por esa vereda de tierra hasta llegar a una zona que podría ser determinante en la investigación que rodea a la desaparición del pequeño Gabriel.

Al parecer, la alarma saltó cuando el padre del menor, acompañado de su actual pareja, encontró una prenda de ropa que podría pertenecer a su hijo. Se trata de una camiseta interior de color blanca y talla pequeña que fue hallada junto a la depuradora de Las Negras. Fue la pareja de Ángel Cruz quien acudió hasta el Puesto de Mando para informar sobre el hallazgo mientras el padre de Gabriel permanecía en la zona donde se encontró esta prenda.

A pesar de la caída de la noche, numerosos agentes peinaron la zona de manera escrupulosa en busca de, esta vez si, un rastro certero. Según fuentes consultadas por este periódico, la camiseta no estaba dentro del lista de pertenencias que en un principio se señaló que llevaría el niño en el momento en el que desapareció.

No obstante, dicha prenda, descubierta a unos 300 metros de la depuradora de aguas residuales, habría sido reconocida por la familia aunque este extremo no fue ayer confirmado por la Guardia Civil, cuyos agentes la trasladaron de inmediato hasta la Comandancia de Almería para someterla a un completo análisis y realizar las pruebas de ADN pertinentes para confirmar que el pequeño Gabriel la llevaba puesta en el momento en el que desapareció.

Desde la lejanía, según los testigos consultados por este periódico, se observaron cómo los agentes de la Unidad de Policía Científica de la Guardia Civil, ataviados con batas blancas y guantes, rastrearon palmo a palmo la zona donde se encontró la prenda en busca de alguna pista sobre el rastro de Gabriel.

La zona elevada, solitaria y muy cercana a los acantilados bañados por el mar, que ya había sido peinada durante la mañana, se sitúa a poco más de tres kilómetros de Las Hortichuelas Bajas, lugar donde se le perdió la pista al pequeño Gabriel el pasado martes cuando se dirigía desde la casa de su abuela paterna hasta la de sus primos en torno a las 15.30 horas de la tarde.

Hasta el lugar se trasladaron también canes de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil, entre ellos un perro que participó en las labores de búsqueda del cuerpo sin vida de la joven Diana Quer, así como agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Almería.

Estos efectivos rastrearon todas las fosas de la depuradora, cuyas aguas residuales fueron evacuadas con el objetivo de facilitar la búsqueda.

Algunos testigos señalaron ayer a este periódico que hasta la zona se trasladaron los padres del menor, junto con los portavoces designados por estos, así como familiares, con el objetivo de reconocer otras prendas del menor que pudieran estar en la zona.

El lugar se convirtió en un continuo ir y venir de vehículos de la Guardia Civil durante toda la noche. Varios cañones de luz iluminaron la zona, muy complicada de rastrear por la intensa lluvia que había dado una tregua durante la mañana y la oscuridad de la noche, que obligó al helicóptero de la Guardia Civil a abandonar el dispositivo.

Al cierre de esta edición la operación se mantenía activa y se movía por un perímetro amplio, aunque escarpado y estrecho, por barranqueras en las que termina la llanura en que se asienta Las Negras.