Estefanía Marchal | Chef de Alinea
«Mi mayor satisfacción es que el cliente salga con la barriga llena y el corazón contento»Estefanía Marchal comanda los fogones de Alinea en Roquetas, donde la innovación se aúna a la tradición
David Roth
Almería
Martes, 10 de junio 2025, 14:00
Estefanía Marchal, originaria de Linares, ha conseguido posicionarse como una de las voces más destacadas de la cocina en Roquetas de Mar gracias a su ... restaurante Alinea, un proyecto que conjuga tradición, técnica y producto local. Reconocida con galardones como el Vestial 2023 o el triunfo en la I Ruta de Tapas Gastronómicas de Roquetas, además de su nominación a los TheFork Awards 2024, Marchal representa una nueva generación de chefs que apuesta por el territorio sin renunciar a la innovación. Ahora, su labor se enmarca en plena ebullición de Roquetas Ciudad Gastronómica, la reciente distinción del municipio como ciudad con identidad culinaria propia.
–¿Cuándo decidió dedicarse profesionalmente a la cocina?
–Desde pequeña me llamaba la atención ver a mi madre y a mi abuela cocinar. Me acercaba a la olla a ver qué hacían. Siempre me gustó. Aunque al principio, fíjese, yo le decía a mi madre que quería ser carnicera, porque me fascinaba cómo manipulaban la carne. Al final, como no me apasionaba mucho estudiar, mi padre me animó a probar cocina… y me encantó.
–¿Cuántos años lleva ya en los fogones?
–Empecé con 18 años, en la Escuela de Hostelería del Valle, en Jaén. y no he parado.
–Usted es de Linares, pero tiene una vinculación muy estrecha con Roquetas desde pequeña, ¿verdad?
–Así es. Como muchos jiennenses, veníamos aquí a veranear. Recuerdo que mis primeras vacaciones fueron en el Bahía Serena, justo enfrente de donde estamos ahora. Desde entonces, siempre sentí una conexión especial con este lugar.
–¿Cómo surgió la oportunidad de abrir Alinea en Roquetas?
–El año pasado estaba como jefa de cocina, y gracias a Miguel Ángel, propietario del Patio Salao, se me presentó la oportunidad de emprender este sueño. No me lo pensé. Vi que Roquetas tenía muchas posibilidades y me lancé.
–¿Qué filosofía define la cocina de Alinea?
–Queremos que el cliente viva una experiencia culinaria única. Fusionamos la tradición mediterránea con toques modernos, pero sin perder la esencia. Por ejemplo, hacemos un guiso de manita deshuesada con anguila ahumada, respetando siempre la base de lo que comíamos antes.
–¿Qué papel tiene el producto local en su propuesta?
–Importantísimo. Trabajamos con hortalizas de la zona, pescados del entorno y también productos de la Sierra de los Filabres. Nos preocupamos mucho por la sostenibilidad y por utilizar ingredientes ecológicos y de temporada.
–¿Va usted misma al mercado a seleccionar los productos?
–Sí, me gusta mucho darme una vuelta por los mercados de aquí. Aunque tenemos proveedores habituales, como Oci o los Osmar, que nos envían fotos de lo que tienen fresco. Las quisquillas con huevas azules, por ejemplo, las elijo personalmente. Y ya que voy, aprovecho para comer por allí también.
–¿Qué platos destacan ahora mismo en Alinea?
–Nuestra carta se compone de diez pequeños bocados que reinterpretan la tapa almeriense en formato pincho, para mantener ese espíritu tradicional. También hay platos para compartir, con productos de temporada como el pulpo seco o la ventresca de emperador en escabeche. Así, el cliente puede probar un poco de todo.
–Roquetas ha sido recientemente designada como Ciudad Gastronómica. ¿Qué significa este reconocimiento?
–Es un paso adelante muy importante. Roquetas tiene una riqueza culinaria increíble y esta distinción permite visibilizarla más. Hay una buena mezcla entre tradición e innovación, y eso se tiene que conocer fuera.
–¿Cuáles cree que son los productos más representativos de la zona?
–Sin duda, el emperador, un pescado humilde que trabajamos mucho, tanto en guisos como fuera de carta. También el pulpo seco, aunque es más de Adra, aquí también se consume bastante. Y por supuesto, las verduras: pimientos, calabacines, tomates… Son espectaculares.
–¿Qué papel juega Alinea dentro de esta nueva etapa gastronómica de Roquetas?
–Queremos ser un punto de referencia. Mostrar que en Roquetas se puede disfrutar de una cocina de calidad, de autor, sin dejar de ser cercana. Nuestra propuesta quiere aportar algo diferente, sin perder nunca las raíces.
–Y cuando no está en Alinea, ¿dónde suele ir a comer o tapear?
–Me encanta el Patio Salao, para unas buenas tapas como boquerones al limón o cazón. También voy a Paradiso, si me apetece algo más internacional. Me gusta mucho Hummus, para comer buena carne. Y por supuesto, El Nido, un chiringuito que cuida mucho el producto.
–¿Cuáles son sus próximos retos o sueños para Alinea?
–Me gustaría que se convirtiera en un referente, no solo en Roquetas, sino también en toda Almería. Que la gente venga, disfrute, se vaya feliz. Si llega algún reconocimiento, como el último de la guía Resort, fantástico. Pero mi mayor satisfacción es que el cliente salga con «la barriga llena y el corazón contento».
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