La pandemia sitúa el ojo del huracán sobre la capital con más de 500 casos en los últimos siete días

Desde los servicios públicos de salud esperan que las medidas de restricción de la movilidad sirvan para aflojar en número de contagios y de ingresos hospitalarios. Especialmente lo segundo. En Almería -afortunadamente- la gran dotación hospitalaria existente gracias a la reciente inauguración del Hospital Materno Infantil ha actuado como un enorme colchón sobre el que reposar las preocupaciones ante la posible respuesta del sistema. Pero las UCI comienzan ya a dar muestras de agotamiento, lo que podría llevar a Salud a activar los planes de contingencia hospitalarios. Esto supondría, entre otras medidas, ampliar la dotación para la atención a pacientes críticos de Covid-19, pero a su vez obligaría a posponer toda actividad quirúrgica demorable.

Almería cerraba ayer 24 horas negras bajo las ráfagas de las luces rojas de una alarma que parece recrudecerse día tras día. De hecho la última jornada rompía todos los récord y sumaba a la tabla estadística, atención, 340 nuevos contagios por la Covid-19. Es la mayor cifra arrojada hasta el momento y desde que comenzó la pandemia, allá por el mes de febrero, con el primer caso detectado en Almería: un joven que había viajado hasta la capital desde Milán. Pero además, supera el anterior récord –la cifra de este jueves, día 12, unos 304 contagios– creciendo en un muy relevante 12,2%.

Lo voluminoso de los contagios da muestras de cómo la pandemia está ahora mismo más viva que nunca en el territorio provincial. Y lo hace con especial incidencia en los núcleos urbanos más poblados. Además, siguen creciendo los casos vivos de la enfermedad -esto es, los que tienen la infección activa en su organismo y que por lo tanto tienen que aguardar cuarentena en casa porque pueden ser potenciales transmisores-. La cifra supera con creces los 5.000 en Almería.

Según los datos arrojados en la jornada de ayer por el boletín estadístico diario que difunde la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, de estos 340 nuevos casos detectados en Almería, cuatro han requerido hospitalización y otros dos han entrado en las unidades de cuidados intensivos en las que se vigila la evolución dado el estado crítico de los pacientes. Sin embargo, y pese a todo, la peor de las consecuencias de la pandemia en Almería llegaba ayer en forma de fallecimientos. Se han sumado cinco nuevos decesos en tan solo una jornada –la segunda cifra más alta de la pandemia– y son ya 178 las personas que han perdido la vida tras ser diagnosticadas de esta hipercontagiosa enfermedad.

En los hospitales almerienses han descendido levemente el número de personas ingresadas (de 130 de ayer a 122 de hoy). Sin embargo, la ocupación de camas de UCI por parte de pacientes críticos sigue creciendo y son ya 33 los asistidos en estos servicios de cuidados intensivos. Cabe recordar que Almería dispone, a día de hoy, de 48 camas de UCI (28 en el Hospital Universitario Torrecádenas, 12 en el Hospital de Poniente y 8 en el Hospital de La Inmaculada).

El SAS continúa trabajando hasta el momento con las dotaciones habituales, esto es, sin activar planes de contingencia que permitirían incrementar a 150 el número de plazas de UCI en cuestión de horas si las necesidades apremiasen. Esto se puede hacer gracias a que pese a que se continúa con la actividad quirúrgica regular, se remite a observación a los pacientes en reanimación. No obstante, tanto Torrecárdenas como Poniente cuentan con pequeños colchones (seis puestos UCI en Almería y tres supletorios en El Ejido) si la necesidad apretase sin margen temporal. La ocupación en UCI es la mayor presión asistencial existente en Almería. A día de hoy, la ocupación 'covid' de las camas de UCI supera el 66%.