La Junta insiste en desconfinar Almería como experiencia piloto: «Nos permitiría detectar errores»

«Esas dos provincias, una en oriente y otra en occidente de Andalucía, tienen una incidencia de la pandemia extremadamente bajo. Incluso en las zonas de interior de esas provincias prácticamente el virus no ha aparecido. Reúnen todas las características y todas las condiciones que pone la Organización Mundial de la Salud y el propio Ministerio de Sanidad«, ha defendido el líder del Ejecutivo autonómico andaluz.

El Gobierno central se había abierto a negociar el plan con los gobiernos territoriales si bien dictaminó que la provincia y la isla fueran las unidades territoriales de desconfinamiento. Además, propuso las cuatro islas menos afectadas por el virus como pruebas piloto por la facilidad efectiva de control de la movilidad, algo que no se daría en las provincias peninsulares.

No obstante, el gobierno andaluz considera que Almería y Huelva podrían ser «dos experiencias muy importantes» a la hora de observar los posibles errores del plan. «Para que cuando tengamos que hacer esa transición en provincias con más población como Sevilla, como Málaga, mucho más complejas, pues aprendamos de los posibles errores que podeamos cometer o de los problemas que nos vayamos encontrando en el día a día de ese desconfinamiento», ha dicho Moreno.

El Gobierno andaluz -crítico con el plan de desconfinamiento, especialmente en materia turística- ha considerado que, pese a la conexión territorial de las provincias peninsulares, sería «viable» y que sería «positivo» lanzar a Almería y Huelva a esa primera fase del desconfinamiento antes que el resto del país. «Sería positivo no solo para las dos provincias, sino también para el conjunto de España», ha subrayado.

La fase 1 del desconfinamiento permite las primeras salidas libres de la ciudadanía a la vía pública y la recuperación de cierta normalidad. Está previsto que abran los comercios con aforos reducidos y que también se reaperturen bares y restaurantes con servicios en terrazas a un 30% del aforo. Además, también se podrían abrir hoteles y alojamientos turísticos con el cierre de zonas comunes y aforos reducidos.

Estas medidas han sido duramente criticadas por el sector hostelero que teme que sus negocios no sean rentables en este periodo pese a que ya habían reconocido anteriormente que tendrían que adaptar aforos como una de las medidas sanitarias más efectivas.

Además, también se podría visitar a familiares en grupos reducidos y siempre y cuando no haya personas vulnerables ni con patologías previas; y los centros de culto -iglesias o mezquitas- podrían reabrir con ciertas limitaciones de aforo, a un tercio de su capacidad-. Sería una medida de especial impacto en la comunidad musulmana que vive estos días las primeras jornadas del Ramadán.