Condenado por realizar tocamientos a una chica que se quedó dormida en el sofá de su vivienda

El alto tribunal andaluz rechaza el recurso de apelación de la defensa y le condena también por un delito leve de lesiones a una pena de multa, al considerar acreditado que en la discusión que tuvo con la víctima, quien despertó al darse cuenta de lo que ocurría, le agarró fuertemente del brazo.

Para la sala está suficientemente acreditado que el acusado tocó con «ánimo libidinoso» a la víctima y no «superficialmente y de forma involuntaria» como trató de argumentar la defensa, que consideró que el testimonio de la víctima no reunía los requisitos suficientes para ser tenidos en cuenta.

En este sentido, el tribunal destaca la credibilidad de su relato de la víctima al narrar dos momentos de abuso distintos, tanto el día en el que se conocieron en la playa como posteriormente en el salón de la casa del acusado, de los que dio una «clara, detallada y firme» versión que, a su vez, se vio avalada por la de otros testigos así como por los «pantallazos» de sus conversaciones por Whatsapp con el acusado, al que le recriminaba que le hubiera tocado el culo «sin que él lo negara».

La sentencia da por probado que sobre las 3,00 horas del 25 de julio de 2022, el acusado quedó con unos amigos en la zona de El Palmeral, en la capital almeriense, entre los que se encontraba la perjudicada, la cual conocía a los amigos del acusado pero no a este en el momento de los hechos.

Al rato de estar en esta zona de playa, la víctima y una amiga se metieron en el agua, de modo que al salir cogió la camiseta del acusado sin darse cuenta. Así, este se acercó a la misma y, «con la excusa de que esta tenía dicha prenda», le tocó el culo y le «dio un tirón del tanga que llevaba puesto con animo libidinoso».

Dos días después, la víctima fue al domicilio del acusado en compañía de las mismas personas con las que habían estado en la playa y pasaron allí la noche. Así, sobre las 7,00 horas, la chica se tumbo «cansada» en el sofá y se quedó dormida, momento que el acusado, «actuando con ánimo libidinoso, aprovechó para tocarle en los glúteos y la vagina».

Al producirse dicha situación, la víctima se despertó y recriminó al acusado lo que estaba haciendo, por lo que este se molestó e inició una discusión en el curso de la cual la agarró del brazo «con fuerza». A consecuencia de dicha acción, la víctima sufrió una herida leve en el brazo izquierdo.