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Imagen general aérea de la Isla de Alborán, perteneciente al Ayuntamiento de Almería. IDEAL
Alborán: historias y misterios de esa isla almeriense tan ignorada

Alborán: historias y misterios de esa isla almeriense tan ignorada

Su pasado alberga pasajes de corsarios, monje coptos, fareros, pilotos de la Guerra Mundial y conquistas post-colombinas

VÍCTOR HERNÁNDEZ BRU

ALMERÍA.

Domingo, 29 de julio 2018, 02:50

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Cuando se habla de Alborán, el común de los mortales piensa inmediatamente en el pequeño mar que, dentro del Mediterráneo, recibe ese nombre. Pocos se acuerdan de la isla que también es así denominada, pero muchos menos manejan algún dato acerca de ella y su historia, lo que ha pasado en esos apenas 600 por 250 metros de roca volcánica que se encuentran en el camino de Almería a Marruecos.

La Isla de Alborán pertenece administrativamente a Almería y es conocida sobre todo como parte de ese mar que se denomina con el mismo nombre, como lugar cercano a los epicentros de frecuentes terremotos o como punto de orientación en la interceptación de pateras.

Pero, ¿qué ha pasado en Alborán desde que el tiempo es tiempo, desde que esta isla fue descubierta?

De algunos de sus momentos más históricos ni siquiera se conservan testimonios

La historia oficial tampoco arroja demasiados datos al respecto. Desde luego, su condición de isla no habitada reduce enormemente la crónica episódica de lo que ha ocurrido allí a lo largo de los tiempos.

Varios autores han dejado escritos algunos datos al respecto, como por ejemplo, que su primer conquistador fue, en el discurrir del imperio otomano, el corsario tunecino Mustafá Ben Yusuf el Magmuz ed Din, conocido como Al Borani. Allí estableció una base de operaciones destinada básicamente a las incursiones en la conquista de otros barcos, básicamente de los cristianos de la zona.

En Alborán refugiaba sus naves de las inclemencias del tiempo y cuenta alguna leyenda que allí podría estar incluso su tumba.

La isla es de soberanía española desde 1540, tras la campaña en la que Bernardino de Mendoza derrotó a los corsarios y puso pie en la escasa tierra de esta isla mediterránea. Era época de la conquista de América tras el Descubrimiento, pero aquí, mucho más cerca, también actuaba el Imperio.

De corsarios a monjes

Otra historia es la de un escaso grupo de cinco monjes coptos de procedencia griega, que relata Antonio Pérez Sánchez, y que una vez que el reinado de España estableció Alborán un faro con un farero a su cargo, éste observó un día la llegada de este grupo de monjes.

El farero informó a los visitantes de la condición de española de la isla, pero éstos no desistieron en su idea de levantar allí un monasterio, cuya campaña ejerció, durante años, como referencia para evitar choques de embarcaciones con las rocas de la isla. Hoy en día, no existen restos de ese monasterio.

El mencionado farero es protagonista claro del pequeño cementerio que existe aún en la isla y que se compone de tres tumbas, en las que se conservan los restos de la esposa de éste, de su suegra y también de un piloto alemán cuyo cadáver apareció en la isla en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. En su tumba, apenas se puede leer la inscripción 'He...', se supone que como inicio de la palabra 'her' que, en alemán, significa 'señor'.

Mucho más recientes son las historias de intentos de ocupación por parte de pescadores de nacionalidad rusa, que incluso obligaron a que, en 1963, cuatro años después de que un regimiento de Infantería de Marina se hubiera encargado de desalojarla, volvieran a establecer allí una base para evitar este tipo de episodios.

Por sus rocas han pasado, por lo tanto, diversos ocupantes y visitantes, algunos con intenciones más pacíficas y en otras ocasiones con clara vocación bélica, aunque en su historia reciente no se tiene constancia de episodios de guerra, como sí ha ocurrido con otros islotes de dimensiones parecidas en esta zona.

Alborán es, hoy, una gran desconocida para todo el mundo, pero sobre todo para los almerienses, población entre la que el porcentaje de los que la han visitado es mínima. Una isla en mitad del Mediterráneo que administrativamente pertenece a Almería, pero de la que esta provincia no saca absolutamente ningún partido; ni siquiera desde el punto de vista de la historia.

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