Lo verde no empieza en los Pirineos

Los objetivos de esta Ley son los de restaurar los ecosistemas cruciales para combatir el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y reducir los riesgos para la seguridad alimentaria, sin crear nuevas zonas protegidas. Además, una restauración gradual de al menos un 20% de los ecosistemas terrestres para 2030, llegar al 60% en 2040 y al 90% en 2050. Igualmente, revertir el declive de la población de insectos, sobre todo polinizadores, a través de medidas específicas, como la reducción al 50% de agroquímicos para 2030, etc.

Semejante reparto de votos pone de manifiesto falta de consenso y que el texto aprobado no satisface a nadie. Los ecologistas y conservacionistas hablan de que las 136 enmiendas aprobadas, y sobre todo la que elimina el artículo 9 sobre restauración de tierras agrícolas y la de introducción de las 'cláusulas espejo', etc., han dejado a la LRN vacía de contenido, tanto que no entienden como Los Verdes han votado a favor. Tal vez por la opinión de su ponente principal César Luena, que afirma que «más vale una ley descafeinada, que nada».

Los que han votado en contra no lo hacen porque no estén de acuerdo con un objetivo loable y tan de sentido común. Al menos los agricultores y ganaderos que deben aplicar esta Ley están a favor, porque viven y trabajan en el medio natural. Lo que tiene endemoniados a los agricultores y sus asociaciones es que la LRN se hace sin consenso, sin escuchar al sector, sin financiación y con la sospecha de que la fiesta la terminarán pagando los ya exiguos fondos de la PAC. Aun así, sin presupuesto, la Comisión ya ha calculado que la LRN traerá importantes beneficios económicos, tantos que por cada euro que se invierta se obtendrán 8 de beneficio. (¡Ea! Como dicen en Jaén).

Los agricultores están hasta el gorro de una PAC mal explicada, inspirada en el Pacto Verde y la estrategia 'Del campo a la mesa', a la que se suma la LRN. Los de Almería y particularmente los de El Ejido, no deben preocuparse en exceso por esta Propuesta. Almería, antes de promulgarla ya cumplía la estrategia 'Del campo a la mesa', ya era Verde y a este respecto, también, con la LRN (véase superficie de ecológico, de producción integrada, de reducción de agroquímicos, etc.). No en vano, El Ejido dispone desde 2017 de la única Ordenanza Municipal que, al menos en Europa, contempla la instalación de infraestructuras verdes (Capítulo II, Artículo 56). La nueva Corporación del 17 de junio pasado ya tiene incorporada a la Agenda Urbana la ficha correspondiente al proyecto Corredor de Infraestructuras Verdes, que es lo que la LRN llama 'Conectividad Forestal'. La LNR nos preocupa lo justo, pero la desidia de Bruselas y sus políticos en exigir las 'cláusulas espejo' a los países de fuera de la Unión y los controles fronterizos, eso sí que es indignante.