El mentor de la cantera de los innovadores de la agricultura
Secretario del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Almería, Francisco Portero codirige el Curso de Verano de la UAL sobre mejora genética en hortícolas
JUAN SÁNCHEZ
Almería
Miércoles, 30 de julio 2025, 13:45
Codirector del Curso de Verano de la Universidad de Almería 'La mejora genética de hortícolas base del sistema productivo almeriense', junto al catedrático de Genética ... del departamento de Biología y Geología de la Universidad de Almería, Juan Capel, se podría decir que es uno de los mentores de la cantera de los innovadores de la agricultura, que no son otros que los ingenieros técnicos agrícolas que hay repartidos por el campo y por empresas que abrigan al sector hortofrutícola almeriense.
Un cicerone que guía a alumnos de ITA por el camino del agro e ilustra a los ya ingenieros en el día a día de una actividad que está en continua evolución porque así lo requieren los cultivos y los productores.
«La verdad que es un curso que tiene mucha aceptación porque se ven las cosas como se están haciendo en el campo, como lo están haciendo las empresas, se tiene un acceso a profesionales de la empresa, esa visión que dentro de otro ámbito no se tiene acceso ni por la Universidad ni con visita a empresas, pues ya que aquí vienen mejoradores genéticos, ven gestores comerciales, directivos y está también Anove – Asociación Nacional de Obtentores Vegetales-».
Francisco Portero enfoca en cada edición el seminario con teoría y una parte práctica orientada para que los compañeros se empapen de todas las novedades y accedan a esos profesionales y apliquen las ideas que éstos les trasladan en su día a día y para que los estudiantes de Ingeniería Técnico Agrícola acaben sus estudios aún mejor formados.
«Cada año realmente vamos alterando un poco según la actualidad o o la asistencia de ponentes del año anterior. Vamos cambiando sobre un 25 por ciento de los ponentes, pero mantenemos el bloque porque los alumnos no se repiten, no son estudiantes nuevos. Entonces nosotros vamos dando cabida o a otras empresas para que vayan rotando o a otros profesionales, porque ha salido un estudio de tal y hay una nueva técnica o o se ha descubierto tal problema y se está trabajando. Entonces vamos viendo la actualidad y vamos mejor cambiando un poquito el curso. Pero realmente la base del curso es la misma».
Este año los alumnos han podido visitar las instalaciones de Ramiro Arnedo. «La verdad es que a las empresas tenemos que estar agradecidos porque nos atienden muy bien». Aunque hay algunas que son más abiertas que otras. «A veces llegamos a más a la cocina, otras veces menos, es decir, unas veces nos cuentan más interioridades de la empresa y otras veces menos. Depende un poco de la política de difusión y su seguridad; pero en general bien porque dan una charla de bienvenida comentando cómo funciona la empresa y cómo hacen ellos la mejora y nos enseñan alguna de las instalaciones, no todas, porque ahí tienen también que cuidar sobre su trabajo y su secreto también industrial».
Portero reconoce que «el curso está muy bien valorado y por eso seguimos años tras año» y por eso siempre cuelgan el cartel de aforo completo y edición tras edición se ven 'obligados' a ampliar en plazas. No hay un límite de alumnos desde la perspectiva profesional de los mismos. Se matriculan tanto universitarios, como técnicos de otras empresas ajenos a la que se visita o cualquier ingeniero técnico agrícola que ejerce y por eson las empresas que abren sus puertas a estos alumnos «se cuidan un poco de mostrar o dar a conocer determinados detalles».
Además de la de Ingeniería Técnica Agrícola otra de las titulaciones que muestra mucho interés por el seminario es la de Biotecnología. Y es que estos alumnos entre las salidas que encuentran una vez licenciados es la de mejorador genético de hortícolas. De ahí que estudiantes de esta titulación «se apuntan al curso porque le ven una aplicación práctica y una salida laboral».
La figura del ingenerio técnico agrícola en la horticultura almerienses es «muy importante». La prueba de ello está «en el volumen de gente que estamos aquí asociados». En estos momentos el colegio tiene a más de 1.500 ingenieros colegiados. De ellos «asesorando al campo está sobre el 80 por ciento de ellos, es decir, que son unos 1.200 los que están a pie de campo» y luego trabajando en la mejora de variedades «también hay un porcentaje, aunque no tan amplio porque en las casas de semillas no hay tanto personal como como asesorando».
Pero el papel del ingenerio no se queda simplemente en el asesoramiento técnico al productor, sino que se genera un vínculo con éste de amistad, lo que permite al profesional poder aplicar todos los recursos a su alcance para que el cultivo se desarrolle en las condiciones óptimas posibles. De lo que se trata es de que el productor tenga un «cultivo rentable durante su campaña».
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