«La media de edad del sector es bastante elevado, van a faltar muchos productores en los próximos años»
Eduardo López tiene 30 años y lleva más de una década trabajando en la explotación familiar. Tiene claro que la ubicación de Almería es clave y que hay que aprovechar esa ventaja para ganar en competitividad
Inmaculada Acién
Almería
Martes, 30 de julio 2024, 12:01
Eduardo López comenzó a trabajar en la explotación familiar con 19 años. Ahora con 30 ya cuenta con toda la experiencia necesaria para lanzarse de ... manera independiente a llevar una explotación, pero aún va a esperar.Y es que él tiene la facilidad de poder contar con una finca familiar en la que se ha iniciado, junto a sus padres y su hermano, y que se convertirá en un buen apoyo en el momento de dar el salto.
«Me decidí por la agricultura porque lo he mamado desde chico. Mis padres son agricultores, mis abuelos también lo fueron y mis bisabuelos vivían del campo. Soy ya la cuarta generación», afirma este joven vicario.
Cuando terminó el Bachillerato, Eduardo López decidió empezar a trabajar en la finca familiar. Tras unos años, retomó los estudios, centrados en el ámbito hortofrutícola, cursando un Grado Superior de Técnico Agrícola en Paisajismo y Medio Ambiente en la Escuela Agraria Vícar, además de algunos cursos monográficos sobre cultivo ecológico y fertirrigación, entre otros.
Como él, son muchos los jóvenes que ya están apostando por especializarse desde el punto de vista académico antes de comenzar a trabajar en el campo. Un hecho que está contribuyendo a la profesionalización del sector.
«Antiguamente los agricultores no tenían ni el Graduado Escolar porque tenían que comenzar desde niños a ayudar en la casa. Ahora muchos estudian bien una formación relacionada con la agricultura o bien con otras carreras, pero luego deciden vincularse al campo», valora este joven.
Eduardo López es agricultor por convicción. «A mí me gusta lo que hago y me gustaría dedicar mi vida profesional a ello, pero vamos a ver qué nos depara el futuro», señala. Y es que como recuerda, «desde que era pequeño vengo escuchando que la agricultura está fatal, que nos quedan cuatro días, pero aquí seguimos luchando y manteniéndola».
Pese a ello también ve otras realidades y es que con el incremento de los costes de producción de los últimos años y la incidencia del cambio climático, son también muchos los agricultores que se van quedado por el camino. « Si tienes deudas pendientes y tienes dos años malos, no te queda más salida que vender la finca y cada año hay muchos agricultores que pierden su invernadero. He visto esta situación en mi alrededor por catástrofes con virus y plagas», apunta este joven agricultor.
Este es posiblemente uno de los miedos que sopesan los jóvenes cuando valoran sin dedicar su futuro al sector.
Ayudas a la incorporación
«La incorporación al sector no es sencilla y por eso el futuro lo veo complicado. Por suerte yo tengo el apoyo de mis padres y la finca familiar, por lo que a la hora de incorporarme al sector lo tengo más fácil que otros compañeros», explica Eduardo López. Y es que aquellos jóvenes que salen de la universidad o del instituto y quieren vincularse al sector, si sus padres no están dentro, lo tienen muy complicado. «La inversión inicial es muy elevada y un banco no te financia el 100% de la inversión tal y como está la vida», afirma, pero también alerta de que «la media de edad del sector es bastante elevado, hay muchos agricultores que se van a jubilar en los próximos 5 años, van a faltar muchos productores en los próximos años».
Un reto ante el que Eduardo López demanda «más de ayuda por parte de la administración».
Él no está aún independizado, continúa trabajando en la finca familiar, pero su hermano, que es mayor que él, sí va a solicitar la ayuda a primera instalación en esta nueva convocatoria de la Junta de Andalucía, que podría ser la última hasta 2027. «Yo me esperaré a la próxima convocatoria, pero mi padre tiene 65 años, ya mismo se jubila, si no se repite la convocatoria un poco más adelante, tendré que hacerlo sin ningún tipo de ayuda», reflexiona.
Pese a todo, anima a que más jóvenes se decidan a emprender en el sector. «Si te gusta, lo recomiendo, porque si no trabajas en algo que te guste no creo que llegues a ser feliz», pero también recuerda que es una profesión sacrificada. «Para trabajar en la agricultura te tiene que gustar, porque es muy sacrificada. Una planta no entiende de días libres, de festivos o de vacaciones. Tienes que estar al pie del cañón 24 horas los 7 días de la semana mientras tienes el cultivo. Y para eso te tiene que gustar, como a mí».
Sobre el futuro, Eduardo López valora como clave la gran ubicación que tiene la provincia de Almería para la crianza de hortalizas. «En invierno somos únicos y eso nos va a permitir sobrevivir», afirma, al tiempo que lanza como reflexión el nicho de mercado que ofrece el ecológico. «El cultivo de ecológico es muy complicado en gran parte de Europa. Holanda por ejemplo no puede porque siembra en sustratos, y en Marruecos se hace pero tienen un clima más complicado que nosotros… Creo que podría ser una salida».
La agricultura ecológica es precisamente por la que han apostado en esta familia, y por su especialización en el cultivo de pepino Almería. «Cuando me incorporé a la finca familiar, trabajábamos en lana de roca, que es un sustrato, pero veíamos que teníamos mucho gasto y no era el sistema de agricultura que queríamos. Mi tío estaba en ecológico, nos animamos e hicimos una inversión bastante grande, porque al tener un sistema de hidropónico no teníamos suelo fértil para cultivar. Hicimos inversión para arreglar la finca y llevamos ya siete años en ecológico y nuestra intención es continuar».
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