Paqui Iglesias
Lleva 24 años en la organización, en la que ha ocupado numerosos puestos hasta llegar a lo más alto
JUAN SÁNCHEZ
Almería
Miércoles, 25 de junio 2025, 16:27
De forma muy directa hace una radiografía de los sectores agrícolas y ganaderos en la provincia que no dejará indiferente a nadie, porque sabe de ... lo que habla y de lo que es bueno y malo.
–En el reciente XI Congreso de UPA Almería ha sido reelegida como secretaria general con un 91% de los apoyos, ¿cómo afronta el nuevo mandato?
–Con ilusión, porque hay muchas cosas que hacer todavía y, además, lo afronto con un respaldo y con un equipo de personas que en la mayoría no llegan a los a los 35 años de edad. Son los nuevos agricultores y ganaderos y que son el futuro de esta organización y de la agricultura y la ganadería en general.
–¿A qué retos a corto, medio y largo plazo se enfrenta la organización?
–Vamos a tener muchísimos retos, que ya dijimos en el Congreso. Uno de ellos es el de la Ley de la Cadena, que creemos que es fundamental que se cumpla. Otro de las cosas que queremos que se pongan en marcha en estos cuatro años es la Ley de Explotaciones Familiares; es fundamental porque es la única manera de proteger a las explotaciones familiares, que son la mayoría de las existentes en Almería.
–¿Cuál es la principal amenaza de las explotaciones familiares?
–Grupos de inversión están copando lo que es la producción agrícola y ganadera y están echando del sector agrario a los verdaderos agricultores y ganaderos, que son los que mantienen la producción agrícola y ganadera en estos momentos en España y que cada vez vemos cómo se van reduciendo. Estas nuevas explotaciones agroindustriales no tienen nada que ver con el mundo rural; no fijan población en el territorio, no son sostenibles y lo único que hacen es producir alimentos hasta que realmente la cuenta de resultados les dé beneficio y cuando esa cuenta de resultado no de beneficio, abandonar el sector. Y entonces tendremos algo en que es importantísimo para los consumidores, como es la soberanía alimentaria.
–¿El hecho de que estén entrando fondos de inversión en la agricultura a qué se debe?
–La agricultura es uno de los negocios más rentables que existen ahora mismo en el mundo. Y al calor de esa rentabilidad se ha visto que los fondos diversos, igual que invierten en vivienda, lo hacen otros activos que son posiblemente más seguros, como puede ser la agricultura. Por otro lado, ese abandono progresivo y esa falta de relevo generacional al no poder competir con esos grandes grupos de producción.
– Regresando a UPA Almería, ¿cómo ha sido su evolución?
–Estos años han sido años muy duros. Parece que en agricultura no cambia nada, pero cambia todo, es decir, es uno de los sectores donde tanto la forma de hacer de trabajar en agricultura como la normativa, como las situaciones exteriores nos afectan muchísimo y evidentemente, pues los agricultores se han tenido que ir adaptando, tanto a las condiciones como a la digitalización. Cuando yo empecé de técnico a comienzos de los 90 la documentación se rellenaba a mano y en estos momentos no existe documentación en papel, todo es digital. La organización tiene un papel fundamental en enseñar y formar a nuestros agricultores para que sepan manejar las nuevas tecnologías para que tengan más claro qué es lo que necesitan y cómo lo tienen que hacer. Eso en nuestra organización funciona muy bien. Por poner un ejemplo, hemos formado para que se pueda obtener el carnet de piloto de drones. Ha sido un esfuerzo importante y 24 de nuestras mujeres tienen su carnet de piloto de drones.
–¿Cuál es la salud del sector hortofrutícola?
–Se encuentra en una situación crucial. Hemos tenido campañas muy malas, pero adolecemos de que hace falta hacer más cosas de las que se hacen. Es verdad que hemos mejorado muchísimo en los últimos 20 años, sobre todo desde que decidimos hacer cosas serias. Por ejemplo, el profesional de fruta y hortaliza a nivel de Andalucía, donde se toman decisiones como las extensiones de norma de calidad. Cuando existe un problema en algún cultivo, eso es una cosa seria y en eso hemos sido capaces de ponernos de acuerdo el sector comercializador y el productor. Hay que impulsar un contrato para que el agricultor que estuviera homologado por la interprofesional de Andalucía a nivel nacional tenga garantías de que va a cobrar y que lo va a hacer a un precio por encima de los costes de producción y eso aún hay resistencia.
–Pero se están tomando medidas importantes para el sector...
–Nosotros firmamos el año pasado el acuerdo de las. 43 medidas con el Ministerio de Agricultura para el control de frontera de los productos que entraran s España en todos los puertos españoles. El primero en adoptar las medidas fue el puerto de Algeciras antes de Navidad con los Puntos de Investigación Fronterizos (PIF) y ya se ha trasladado al resto de puertos de Andalucía y España. Y el Ministerio y el cuerpo de inspectores son los que controlan la entrada de productos a la Unión Europea procedentes de países terceros. Es verdad que si no controlan el resto de países es muy difícil. Además, la Consejería de Agricultura en este caso es la que tiene que controlar que no se haga un reetiquetado de esos productos que luego se venden como almerienses.
–Desde que llevo trabajando en prensa, acumulo un cuarto de siglo, tanto UPA, como COAG y Asaja protestan reiteradamente por la PAC ...
–Esta última que tenemos ahora ha sido muy criticada cuando es una de las PAC que más benefician a los agricultores de Almería que, junto a Huelva, es la provincia que menos percibe. Estábamos cobrando sobre 9 millones de euros, destinados principalmente al territorio del interior de la provincia. En esta última PAC eso se ha incrementado porque no se está pagando en función de lo del pasado, sino del presente y del futuro. Es decir, hasta ahora la PAC tenía una serie de situaciones que nosotros nunca hemos aceptado de verdad, porque creo que eso socialmente no es defendible. Esta nueva PAC ya no se está pagando por lo que fuiste, te paga por lo que eres, es decir, por una mejora medioambiental. No habremos llegado a multiplicar, pero sí habremos alcanzado en torno a los 18 millones de euros de los 9 que teníamos antes.
–¿Usted también es defensora de la concentración de la oferta?
–Sí, soy de esa opinión, lo que pasa es que existe tanto ego en el sector comercializador, que va a ser muy difícil, pero concentrar la oferta siempre ha dado buen resultado. Y aquí hay algunas cooperativas y hay unas cooperativas que se han unido y que han creado una cooperativa de segundo grado y han demostrado que eso es bueno y que funciona sin perder la identidad. Llevamos hablando de la concentración de la oferta 3.000 años desde que desde que hay un invernadero puesto en Almería. Lo más difícil de todo es romper los egos; por el miedo a perder el protagonismo, cuando el único miedo que tenemos que tener es que no nos podamos defender en un mercado como el que existe en estos momentos, donde aunque se pongan muchas normas si no hay una oferta común va a ser muy difícil que esto se solucione.
–¿Qué valoración le merece las decisiones que ha adoptado el Gobierno central en el reparto del agua del trasvase Tajo segura?
–Las decisiones del Gobierno central del trasvase son consecuencia de una sentencia. No es una decisión arbitraria, es una sentencia donde un tribunal ha decidido que la alegación que hizo Castilla-La Mancha sea aceptada para incrementar los caudales ecológicos. Es un problema gravísimo porque cuando un problema de estos se judicializa ya no hay solución. El Tajo en algunas zonas va por debajo de un caudal ecológico, pero en algunos casos está por encima. Madrid tiene que empezar a depurar sus aguas para verterlas en el Tajo. Cuando un asunto lo resuelve la justicia siempre hay un perdedor, que en este caso es el Levante español. Nosotros del Tajo-Segura tenemos 7 hectómetros cúbicos pero son súper importantes, porque muchas veces esos hectómetros cúbicos, nosotros los cambiamos por agua desalada que nos pilla más cerca, por ejemplo, de Águilas de. Desde siempre se ha pedido que haya un plan hidrológico que respete las cuencas, pero que también haga una redistribución del agua coherente sin utilizarla como arma arrojadiza políticamente, porque eso no nos va a llegar a nada.
–¿En materia de ganadería, cómo se encuentra la provincia y cuáles son los principales retos hacer frente?
–En la provincia la ganadería extensiva va a desaparecer, sobre todo el ovino. Tiene una crisis tremenda, primero porque la incorporación de gente joven a este tipo de ganadería es mínima o insignificante porque las condiciones de trabajo son muy rigurosas y no todo el mundo que es joven está dispuesto a ese tipo de sacrificio. Y segundo, porque la normativa es que no acompaña nada. Le pongo un ejemplo de estos ganaderos. Con la reforma de la PAC de 2015 muchos de ellos pudieron acogerse a abandonar la ganadería extensiva y seguir cobrando la subvención. Los pagos se hacen en función de las hectáreas donde pactan los animales, no en función del número de cabezas. Con lo cual eso es un desastre, porque se está pagando una hectárea donde los animales ya ni existen. Eso es el cáncer de esta ganadería extensiva de ovino. En el caso de la ganadería de caprino se está medio manteniendo, aunque los costes de producción se han incrementado muchísimo, debido a que el precio de la leche se ha mantenido. Aunque hace un par de años una crisis tremenda redujo el número de cabezas, las ganaderías que están se siguen manteniendo, pero están destinadas a desaparecer. En el caso de la ganadería intensiva o de integración porcina o avícola funciona muy bien en nuestra provincia. Son dos sectores que van a más porque es gente joven la que se incorporó hace unos años y esto ha provocado que las explotaciones nuevas cuentan con tecnología y con una alta rentabilidad.
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