Desestiman la reclamación de una usuaria del Centro de la Mujer que se rompió una vértebra haciendo yoga

El dictamen, de carácter preceptivo a razón de la cuantía solicitada, llega tras la reclamación interpuesta por la mujer un mes después de sufrir el accidente, en marzo de 2014, del que según alega, le han quedado "secuelas" por las que solicitaba ser indemnizada, según consta en la resolución.

El órgano andaluz ha considerado que, a raíz de los datos expuestos "no ha quedado acreditada la relación de causalidad entre el daño invocado y el funcionamiento del servicio público municipal" puesto que la reclamante decidió "voluntariamente" realizar el ejercicio "pese a que, como consta en la documentación médica, padecía lesiones o patologías previas en la espalda y estaba afectada de osteoporosis", cuestiones que "no se pusieron en conocimiento de la monitora".

Asimismo, el dictamen apunta que "tampoco ha probado la reclamante que el ejercicio fuese susceptible de causar lesiones por su intensidad" mientras que sí habría quedado "demostrado" en el expediente que se trataba de un ejercicio "de espalda contra espalda, de estiramiento, sin presentar un peligro relevante". "El ejercicio era voluntario, habiendo decidido varias alumnas no realizarlo", han apostillado.

"Las circunstancias del caso llevan a destacar que la Administración no puede actuar como aseguradora universal de todos los riesgos, lo que resulta especialmente aplicable en el caso de accidentes como el analizado, donde no existe una prueba concluyente que permita apreciar el nexo causal con el rigor exigido por la jurisprudencia, desplazando sobre la Administración el riesgo asumido por la deportista", según ha apuntado el Consultivo en su comunicación.

La reclamante expuso en su reclamación que mientras estaba en la clase de yoga que se imparte en el Centro de la Mujer de la calle San Leonardo de la capital "sufrió un fuerte dolor de espalda, acompañado de un fuerte chasquido", diagnosticándose posteriormente la fractura de una vértebra.

La afectada alegó también que la monitora que impartía y dirigía el curso "carecía de título habilitante para impartirlo", aunque la profesora aseguró que poseía "cursos de especialización en yoga" que "la habilitan para impartir clases", en lo que tiene una experiencia de más de ocho años.

"Ha de considerarse que los ejercicios que se realizan en las clases no son intensos, sino de relajación, y que en todo caso son voluntarios, puesto que las usuarias, una vez explicado el mecanismo, deciden si los quieren realizar o no", han añadido desde el Consultivo, en donde han incidido en que la reclamante "decidió realizar el ejercicio" pese a su condición física "asumiendo un riesgo que ha de soportar".