Cajamar saca a la venta más de 150 millones en pisos y suelos urbanos

Se trataría de un paquete con más de un millar de activos inmobiliarios entre los que se encontrarían unos 800 residenciales, casi la misma cifra de plazas de aparcamiento y de garajes, así como activos industriales -suelos urbanos aún sin desarrollar-. La venta, que no sería en el mercado minorista, para el que Cajamar tiene la marca Cimenta2, estaría valorada inicialmente en la friolera de 158 millones de euros y no incluiría créditos -como se ha hecho en otras operaciones del sector financiero español-.

Los inmuebles a comercializar por la principal entidad financiera almeriense, con sucursales en todo el país, se situarían preferencialmente en las provincias de Almería, Valencia, Málaga, Alicante, Castellón y Murcia. Se trata de las provincias con mayor expansión de la marca financiera almeriense y también los territorios en los que la fiebre de la construcción se había vivido con mayor efervescencia en los últimos años previos al estallido de Lehman Brothers.

Con esta venta en paquete, Cajamar obtendría una liquidez inmediata que permitiría una aún mayor salud contable para el camino emprendido en el liderazgo absoluto del mercado de la banca cooperativa. Hace pocos meses ya hizo lo propio con el 'Proyecto Baracoa', con el que consiguió vender unos 800 millones de euros -aproximadamente- de deuda avalada con viviendas y suelo. Un año antes también comercializó 400 millones de euros de préstamos impagados a Haya Real State, un fondo de inversión cuyo principal accionista es el grupo americano Cerberus, y recibió por ellos 7,5 millones.

Estas comercializaciones son prácticas habituales en el sector bancario español y ya habían sido amortiguadas anteriormente gracias al gran esfuerzo efectuado por Cajamar en materia de provisiones y dotaciones que había cubierto con fondos propios. El estado de salubridad contable de la entidad le ha permitido hacer frente a un gran número de fusiones con otras entidades cooperativas bancarias y lanzar el primer banco cooperativo estatal con una treintena de socios.

Otras entidades financieras españolas han seguido el mismo camino emprendido por Cajamar. Sin ir más lejos, Caixabank, Bankia, BBVA o Ibercaja han sacado a la venta créditos hipotecarios o paquetes de inmuebles con la finalidad de otorgarle liquidez a los activos que, hasta el momento, tenían en cartera. De hecho, según la consultora Price Waterhouse Coopers las ventas de préstamos en Europa alcanzaron los 91.000 millones de euros en 2014 con un incremento del 40% respecto al año anterior. Solo en el Reino Unido la venta de préstamos desde que se inició la crisis ya supera los 80.000 millones de euros en el mercado.

Ya en España, recientemente la caja de ahorros aragonesa Ibercaja comercializó 428 préstamos y créditos de promotores, a la que concurrieron diversos inversores internacionales, por valor de casi 700 millones de euros. Estas operaciones permiten optimizar el balance de la entidad a corto plazo. La Caixa también comercializó la conocida como cartera 'Tourmalet' al fondo americano Blackstone. El paquete, valorado en 800 millones de euros, estaba compuesto por préstamos garantizados con 271 promociones de obra nueva terminada, 160 suelos y promociones de obra nueva en desarrollo, indicó Idealista News.

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb, la entidad conocida como banco malo) también ha comercializado de forma masiva paquetes de suelo sin desarrollar y de viviendas a medio promover, mientras que el stock de inmuebles construidos -o procedentes de embargo, en este caso- se ha comercializado a través de las empresas de compraventa inmobiliaria más importantes de los bancos españoles, como Servihabitat (La Caixa), Altamira (Santander) o Solvia (Banco Sabadell).

En el año 2014, Cajamar consiguió arrojar el doble de beneficios en su gestión, casi 98 millones de euros. El presidente de la entidad, Juan de la Cruz Cárdenas, reconocía a la hora de dar a conocer estos resultados, en su asamblea anual, «el buen trabajo realizado por la plantilla de Cajamar Caja Rural en este ejercicio». Además de duplicar su beneficio en 2014, generó, a su vez, un crecimiento de los ingresos brutos del 16,4% y la mejora de la eficiencia hasta situarla en el 43,05 %.

La inversión crediticia sana de clientes superó al cierre del ejercicio la cifra del año anterior. Además presentó un cambio en la evolución de los activos dudosos de los últimos años, ya que señaló, en esta ocasión, una caída interanual del 7,4 %. Además, «con unos tipos de interés en mínimos», insistieron en la entidad financiera, los recursos de clientes crecieron a un ritmo superior al 2 %.

El Grupo Cooperativo, por su parte, a 31 de diciembre de 2014, reflejó unos activos por importe de 36.031 millones de euros y un volumen de negocio gestionado que sobrepasó los 65.000.