Esperado Dylan

En su repertorio, quince temas en los que se mezclaron grandes éxitos como 'Lya Lady lay', 'Memphys', 'Visions' 'It's Allright MA' o 'Highway 61 Revisited', junto a producciones más recientes entre las que no faltaron 'Summer Days', 'Things have changed' o 'Ain't talkin'. Para los bises, las esperadas 'All Along the Watchtower' y 'Like a Rolling Stone', con la que Bob Dylan terminó el concierto. Fueron, sin duda, las más aclamadas entre un público quizá demasiado tímido pero visiblemente emocionado al estar frente a una estrella de las características del rockero.

Público diverso

Entre los asistentes al concierto, destacaron los amantes del rock que, pasados los treinta, no quisieron faltar a la gran cita con su ídolo. Aunque hubo de todo. En las primeras filas del recinto, decenas de mitómanos a los que no les importaron los kilómetros recorridos ni el calor en la cola de espera con tal de ver a su ídolo. Como el joven Marcos Ramírez, de 22 años, y su padre, José Ángel. Llegaron desde Madrid para ver actuar una vez más al legendario rockero. Y no les importó desprenderse de una de las entradas que habían comprado para un amigo finalmente ausente (a 47 euros) y regalársela a una chica italiana. Sigue a Dylan por todo el mundo y ayer esperaba en la puerta del Ifeja, sin presupuesto para pagar su entrada y esperanzada por encontrar un alma cándida que se la financiase. «Se la he dado con mucho gusto, porque con Dylan el dinero no vale nada», explicó el joven.

Como ellos, decenas de personas se desplazaron desde todos los puntos de España para asistir a un concierto histórico en la capital del olivar, algo a lo que, por cierto, no hizo alusión el rockero en ningún momento de una actuación en la que apenas se dirigió al público. Entre sus fans, muchos extranjeros de países europeos como Holanda, Inglaterra, Alemania o Austria (también algún que otro californiano) a los que el sofocante calor no les impidió corear cada una de las canciones que Dylan interpretó con una maestría por la que parecen no pasar los años. Muchos habían llegado a la capital a primera hora de la mañana y, lejos de aprovechar el tiempo libre para conocer la ciudad, no dudaron en montar merendolas (neveras, mesas plegables y sombrillas incluidas) en las glorietas de la Institución Ferial.

Los tranquilos

En las filas traseras del pabellón semicubierto abundaban los jienenses que siguieron el concierto de forma más tranquila, pero igualmente emocionados por poder escuchar en su ciudad los temas que marcaron su vida.

Cerca de la barra, los representantes de los consejos reguladores del aceite de oliva (impulsores del concierto), algunos concejales del Ayuntamiento (Montané, Guerrero y Shaw, entre otros) y caras conocidas como la de 'J', el solista del grupo 'Los Planetas'. Unos y otros impresionados con el rock mítico de una banda que es leyenda en vida y sin darle demasiada importancia a la sobriedad, con el público y en el montaje, que caracterizó al cantante durante su actuación en la capital jienense. «Dylan siempre es un soso con su público cuando canta en directo, pero a lo que venimos aquí es a escuchar su música, no a que nos diga 'viva Jaén'», explicó Tibu Biedma, de Siles.