El cura de Albuñol sigue sin parroquia

Fuentes del Arzobispado de Granada han confirmado que Gabriel Castillo, que abandonó Albuñol el pasado 21 de julio, continúa a la espera de que se le asigne una nueva parroquia.

La marcha de Castillo, un joven párroco de 27 años muy apreciado por los vecinos de Albuñol por su implicación en problemas sociales de la localidad, como la inmigración, provocó las protestas de los locales, que, en lugar de disuadir al arzobispo de Granada , Francisco Javier Martínez, consiguieron que éste adelantara la fecha de su traslado.

Un mes después de que el Arzobispado "levantara el castigo" a los vecinos de Albuñol, a quienes dejó sin funciones religiosas durante varias semanas por las protestas que protagonizaron, y enviara un nuevo párroco al pueblo, los ánimos en el municipio continúan "caldeados", según ha reconocido a Efe Custodia Manzano, miembro de la plataforma creada para evitar la marcha de Gabriel Castillo.

El principal motivo es, según Manzano, que "a pesar de toda la prisa que se dieron en trasladar a Gabriel, aún continúa sin destino".

Esto demuestra, según esta vecina, que el traslado "no era un mero trámite", como argumentó el Arzobispado, y que detrás de él se escondía la discrepancia del arzobispo, Francisco Javier Martínez, con los métodos "poco ortodoxos" utilizados por el párroco, como alojar inmigrantes en su casa.

"Poca humanidad"

Manzano ha criticado la "poca humanidad" mostrada por el arzobispo de Granada en este asunto, quien nunca escuchó las plegarias de los vecinos e incluso llegó a advertir a los miembros de la plataforma que "aunque lleváramos nuestras protestas a Roma, no iba a cambiar un ápice su decisión".

Desde el inicio de esta polémica, los vecinos de Albuñol han considerado "incomprensible" que en los tiempos actuales, con la "crisis de adeptos" que experimenta la Iglesia, ésta opte por trasladar a un párroco "tan querido por el pueblo".

Según Manzano, Albuñol se encuentra aún "dividido" entre aquellos que intentaron evitar la marcha de Gabriel y los que apoyaron su traslado.

Mientras, los vecinos de Albuñol tratan de acostumbrarse al nuevo párroco, Manuel España, de 52 años, quien llegó al pueblo el pasado 9 de septiembre, "un buen hombre, humano y sencillo" que "intenta acercarse al pueblo", ha admitido Manzano.

Aunque ya "han tirado la toalla" sobre la posibilidad de que Castillo vuelva Albuñol, los miembros de la plataforma seguirán reclamando al Arzobispado "que al menos dé una explicación a Gabriel, porque no es justo que una persona que ha trabajado tanto por un pueblo esté sin parroquia".