Ciclistas denuncian nuevas 'trampas' con púas en senderos de la provincia

El pasado sábado la edición impresa de IDEAL mostraba la denuncia efectuada por el Club Ciclista Indalbike de Huércal-Overa ante la Guardia Civil tras el hallazgo de una trampa con púas en un sendero de la localidad frecuentado por ciclistas. Concretamente, los tornillos y púas, clavados en un pequeño trozo de madera y perfectamente camuflados, se encontraron en un camino de 2,2 kilómetros que empieza en el repetidor de las antenas de haplinfo y termina en la pista forestal que hay detrás del Castillo huercalense, a tan solo tres o cuatro kilómetros del núcleo urbano.

Pero las trampas para ciclistas en territorio almeriense no se limitan solo a la localidad de Huércal-Overa. Según señalaron a este periódico algunos miembros del Club Deportivo Mandril Xtreme, varios ciclistas hallaron hace algunas semanas una trampa de similares características en un sendero frecuentado por ciclistas en la localidad almeriense de Gérgal, a pocos kilómetros de Calar Alto.

«Estos cebos suelen colocarse en sitios inesperados, tales como las bajadas y las curvas cerradas para que los ciclistas no puedan esquivarlas a tiempo», señaló a este periódico el presidente del Club Deportivo Mandril Xtreme, quien tiene claro que estas ratoneras han sido instaladas por «algunos cazadores de la zona con el objetivo de ahuyentar a ciclistas y motoristas».

Herido en Vigo

«El objetivo del cazador es preservar su cacería, pero deben de entender que estas trampas suponen un peligro mortal para los ciclistas», insistió Góngora tras recordar que un ciclista en Vigo sufrió graves lesiones medulares la pasada semana al caer en una trampa en el monte Alba.

Para Francisco Javier Martínez, representante del colectivo Al-Pedal en Almería, estas trampas «no son una novedad» en la provincia de Almería. «Los amantes de la bicicleta de montaña llevamos más de dos años con esta problemática, que surge claramente por un conflicto de los cazadores con los ciclistas», señaló Martínez, quien añadió que «hay que ser muy 'cafre' para jugar con la vida de una persona».

Los clubes de la provincia de Almería han animado a denunciar esta situación ante la Guardia Civil. «No podemos consentir que haya trampas mortales en caminos que son de domino público, es decir, para el disfrute de todos», aclaró Martínez.