Juan Emilio Gutiérrez deja los Juegos de Londres con mal sabor

El pasado miércoles, con el accidente aún fresco, pudo iniciar la contrarreloj y con cierta energía, que permitió que sus tiempos estuvieran entre los cuatro mejores de la prueba. Pero fue solo en el comienzo de su marcha, y un espejismo, ya que las molestias comenzaron a aparecer y terminó por encontrarse incómodo sobre la bicicleta. Su rendimiento disminuyó notablemente y no pudo pasar del undécimo puesto en una disciplina en la que es uno de los grandes especialistas del mundo.

Tras la conclusión de la prueba, el almeriense explicaba que iba a «tratar de correr mañana (por ayer)», ante los problemas sufridos por el impacto recibido en un choque con un automóvil, cuando salió a entrenar. Ayer, en otra de las pruebas de carretera, un pavimento en el que se desenvuelve muy bien, tampoco pudo sobreponerse a las molestias que sufre en el hombro y la mano, tras el golpe recibido el martes, que le hizo «volar a 60 kilómetros por hora», y como comentaba el propio ciclista el miércoles, y que se unían al dolor que está padeciendo en la rodilla durante toda la temporada, y que estaba ya controlado.

El vencedor de la prueba fue el italiano Roberto Bargna, con un tiempo de 1.42.51, seguido por el alemán Steffen Warias y el australiano David Nicholas, todos ellos con el mismo tiempo.

Meritorio esfuerzo

El trabajo del almeriense ha sido meritorio, puesto que ha conseguido mantenerse en el grupo que ha llegado con ventaja a la meta para jugarse la victoria al sprint, pero en esa suerte no era el más preparado, con todas las molestias que padece, por lo que acabó la jornada en undécimo puesto, aunque con el mismo tiempo que el campeón, en otra muestra más de que la diosa Fortuna no ha acompañado al almeriense en este viaje. Gutiérrez ha sido el primer español en la prueba, pero el undécimo en un grupo de 12 corredores que lucharon por el triunfo, en una despedida agridulce de sus primeros Juegos Paralímpicos, que tuvieron un gran comienzo, con un diploma obtenido por la sexta plaza conseguida en su debut, en la prueba de persecución en pista, que no era su especialidad, y en la que demostró, por tanto, que se hallaba en un gran momento de forma. Sin embargo, una vez más, una colisión con un automóvil le ha perjudicado y, en este caso, le ha impedido exhibir sus condiciones y los frutos del gran trabajo desarrollado durante la temporada en estos Juegos. Sus dos undécimas plazas son meritorias, teniendo en cuenta que se ha medido con los mayores especialistas mundiales de su categoría en la carretera, pero no le han permitido cumplir su gran sueño, el de conquistar una medalla, que estaba a su alcance, especialmente tras las dos obtenidas en el Mundial de Los Ángeles y después de ostentar el liderato durante dos terceras partes de la Copa del Mundo.

Gutiérrez trató de ignorar el dolor que sufría prácticamente por todo su cuerpo, magullado por el impacto contra el automóvil, pero le pasó factura, especialmente al privarle de la punta de velocidad de la que ha hecho gala durante estas últimas temporadas, que le ha permitido imponerse en las pruebas contrarreloj, y que no pudo hacer valer ayer en el sprint final.