El precio lo pone el agricultor

Tras los últimos acontecimientos protagonizados por los agricultores, se ha conseguido que las empresas hortofrutícolas reaccionen, asuman la pérdida de rentabilidad a la que está sometido el agricultor y «desde la confianza», comiencen a trabajar juntos estableciendo unos precios mínimos de venta. Se trata de un acuerdo que perdurará en el tiempo y que como indicaron los dirigentes de las organizaciones agrarias, «acaba de nacer por lo que hay que cuidarlo, alimentarlo y fortalecerlo». El documento firmado por los responsables agrarios, Ecohal y Coexphal, mantiene aún muchas lagunas como explicó Andrés Góngora, secretario provincial de Coag. En este sentido, añadió Góngora, «no se especifica qué va a ocurrir con las segundas categorías que no se vendan por encima del precio fijado o cómo vamos a controlar el cumplimiento del acuerdo tanto en alhóndigas como en cooperativas. Lo único que queda más que claro es que se mantendrán reuniones periódicas para establecer los precios mínimos de referencia. La intención inicial es que los cambios se lleven a cabo semanalmente.

Durante su comparecencia ante los medios, a la que invitaron a los responsables de Ecohal y Coexphal, pero que sólo consideró oportuno estar presente Ecohal, a quién representó su gerente, Alfonso Zamora, reiteraron que la base del acuerdo es el compromiso y la confianza, «justo sobre aspectos de los que se ha carecido en el sector hortofrutícola de la provincia de Almería», apuntó Góngora. «Esa mesa debe dar transparencia en las prácticas comerciales y es lo que le exigimos a las empresas. Tenemos que buscar las herramientas que garanticen la transparencia en las comercializadoras. Las cooperativas deberán especificar en el albarán de entrada de cada agricultor los precios mínimos aprobados semana a semana en la mesa constituida».

Por tanto, hay mucho trabajo que hacer para consensuar acciones y decisiones que marcarán el futuro de las ventas de hortalizas en la provincia. Un esfuerzo que corresponde a todos y del cual depende el éxito de la medida puesta en marcha «por los agricultores, pieza fundamental del logro», aclaró Francisco Vargas, presidente de Asaja. Para avanzar en la constitución de esta mesa, las organizaciones agrarias y Ecohal mantienen hoy un reunión para analizar los aspectos que más afectan a las subastas. Posteriormente se reunirán con Coexphal para repetir el trabajo. En estos primeros encuentros no tomarán parte las dos asociaciones de comercializadores al mismo tiempo. No obstante, la intención de éstos es que Ecohal, Coexphal, Asaja y Coag, se sienten a hablar juntos lo antes posible.

A Ecohal, según afirmó Alfonso Zamora, preocupa el mecanismo de control para que se cumpla el acuerdo en el sistema de venta diferente a la subasta, ya que tiene un margen de maniobra que puede distorsionar la efectividad del acuerdo. Al respecto el gerente de Ecohal, explicó que «en alhóndiga es fácilmente constatable porque el precio queda reflejado en la pizarra. Por ello, solicitamos que se garantice también en el resto de empresas que trabajan con otro sistema de venta.

Los propios agricultores serán los primeros que lleven a buen fin la vigilancia para que todos cumplan. Si alguna empresa no lo hace, Francisco Vargas comentó que «premiaremos a las comercializadoras que cumplan y denunciaremos a las que no lo hagan. Si incumplen, como uno de los castigos, estamos dispuestos a aconsejar a los agricultores que cambien de empresa».