«Lo que más reconforta es la labor que haces frente al ciudadano»

Con tan sólo 35 años de edad, Luis Prieto es el coordinador de Protección Civil de El Ejido. Su aventura comenzó a los 18 años, cuando un compañero le contó la labor que este cuerpo desarrollaba, le despertó su interés y se hizo voluntario. Al año le nombraron jefe de la sección sanitaria, a los dos años le declararon jefe de agrupación que ejerció cuatro años y después pasó a ser el coordinador.

- Viendo su trayectoria, podría decirse que usted ha sido un alumno avanzado.

- Bueno, me gustaba bastante el tema y además intentaba hacer todos los servicios posibles que eran bastantes. Intentaba coordinarlos con mi trabajo y poco a poco hemos ido subiendo y la verdad es que me siento muy orgulloso de pertenecer a este grupo de Protección Civil.

- En líneas generales, ¿cuál es la función de este cuerpo?

-En general somos auxiliares de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, bomberos y de los profesionales sanitarios. Intentamos colaborar dentro de nuestro municipio y fuera cuando alguno tenga un acto que requiera ayuda. En El Ejido hemos elaborado el plan de emergencias municipal que es muy ambicioso y recoge todos los riesgos potenciales que pueda haber. Dentro de todos los eventos que hay, nosotros casi siempre somos los primeros en actuar porque somos los que estamos in situ pero bueno, coordinamos todos los servicios.

- ¿Cómo surgió Protección Civil en El Ejido y cuándo?

- Surgió en 1995 y porque todos los municipios que tienen más de 20.000 habitantes están obligados por ley a tener constituida la agrupación de voluntarios de Protección Civil. Creo que había 7 voluntarios y un coordinador y, a partir de ahí, fue creciendo poco a poco hasta día de hoy que hay alrededor de 35 entre chicos y chicas. Los voluntarios se van reciclando, uno entra y lo mismo se tira 2 ó 3 años y luego le cambia la vida, sale y entran otros. La plantilla actual la verdad es que es muy homogénea. Intentamos tenerlos formados lo máximo posible con los cursos que exige la normativa y otros que no.

- En los años que lleva al frente, ¿cómo ha cambiado este cuerpo?

- La verdad es que ha cambiado muchísimo. Es un abismo. Cuando yo entré había muy poquitos medios. Se contaba con un solo vehículo. Por suerte ha cambiado bastante. Hoy en día disponemos de una flota de vehículos bastante buena con desfibriladores para cubrir todos los eventos, disponemos de material de transmisiones de última tecnología y de un centro de coordinación avanzado para cualquier catástrofe que halla. Queremos seguir creciendo y estando a la última porque de esa manera podemos dar una respuesta inmediata y lo más profesional posible a nuestros ciudadanos.

- Ahora llega el verano y su tarea supongo que se intensifica con el plan de seguridad en las playas. ¿Cuántas personas participan y cómo lo hacen ?

- Efectivamente. Ahora en el verano es cuando más trabajo tenemos. No paramos en todo el año pero ahora tenemos la campaña de playas y que coordinarnos con los diferentes acontecimientos que hay como fiestas, actividades del IMD y eventos que se hacen en la playa. Los alrededor de 35 voluntarios que tenemos ahora se destinan para los servicios que tenemos de fiestas y demás, los que no están relacionados con la playa. Para la playa estoy formando un grupo de 30 socorristas acuáticos y ese grupo será el que esté destinado, exceptuando algunos que me van a repetir del año pasado entre la playa y los demás eventos porque son gente que tiene titulaciones especiales como por ejemplo para llevar las embarcaciones.

- También estáis velando por la seguridad en las fiestas, actos y eventos que se organizan. En estos casos, ¿encontráis mucha dificultad a la hora de desempeñar vuestra labor o la gente pone también su granito de arena y participa?

- La gente está ahora más concienciada con el tema de la seguridad . Luego hay de todo. Te encuentras sobre todo a gente en las fiestas que está un poquito más bebida y bueno, comprendemos que en esa situación la gente pasa un poquito más pero, en general, la gente colabora bastante

- ¿Cuáles son los principales problemas a los que os enfrentáis?

- Sobre todo cuando tenemos eventos que colaboramos con la Policía Local haciendo cortes de calles y controlando el tráfico. Hay gente a la que le molesta un poquito que tengas la calle cortada y te dice que si es que estamos siempre de fiestas o es que esto otro, pero en general se entiende.

-¿Cómo es vuestro protocolo de actuación?

-Dependiendo de lo que ocurra existen diferentes protocolos. Todos están escritos y compaginados con la Policía Local o la Guardia Civil. Los voluntarios los conocen ya que en los cursos de formación se les explica. Gracias a estos protocolos todo funciona muy bien y muy coordinadamente.

- En un accidente, por ejemplo, ¿cómo actuáis?

- Si ocurre en el Bulevar, por ejemplo, lo primero que hacemos es, si hay heridos, se le comunica al 061. Nosotros le atendemos principalmente las heridas o lo que haya que hacer. Se le comunica a la Policía Local puesto que el tema de tráfico lo llevan ellos y posteriormente, si entra el 061 y Policía Local, entre ellos se encargan de todas las actuaciones hasta que culminan. Hasta que ellos llegan nos encargamos nosotros.

- ¿Cuáles han sido los casos más extraños, impactantes y curiosos con los que os habéis encontrado?

- Normalmente los casos así nos los encontramos en las playas. Este año pasado, sin ir más lejos, un matrimonio estaba veraneando aquí y al marido le dio una parada en el agua. En esos momentos, la verdad es que se te pone el corazón muy acelerado y ese caso me impactó bastante porque tuvimos que desfibrilar. Afortunadamente salió el hombre adelante, que para nosotros es la mayor alegría y la mayor satisfacción. Salvar la vida a una persona es lo más grande que puede existir para nosotros. Recuerdo que colaboramos muchos compañeros. Otros curiosos, por ejemplo, tener que llamarle la atención a una persona que esté desnuda. Recuerdo una parejilla que estaban desnudos en la playa por la zona del camping y tuvimos que llamarles la atención tanto por estar desnudos y había otra gente al lado con niños pequeños, como porque tenían un perro.

- En el ámbito de la formación, ¿qué podría decir? ¿La gente se anima a hacerse voluntario?

- Para la playa es el máximo que nos autoriza la Escuela, 30 voluntarios. Luego para el resto del año, normalmente sí que estamos contentos con el número de voluntarios que tenemos. Nos gustaría tener más, por supuesto, y además es necesario porque cada vez tenemos más eventos que cubrir y a veces nos juntamos con cuatro servicios a la vez y en el mismo día y tenemos que repartirnos en varios grupos. Ahora mismo el grupo que tenemos lo compone gente bastante formada y, todos los nuevos que vayan entrando lo mismo, los vamos formando. Todo el que quiera hacerse voluntario lo invitamos a que lo haga porque esto es un mundo maravilloso, va a conocer a mucha gente, va a vivir muchas experiencias muy gratificantes y la verdad es que es un mundo muy bonito.

- Si ocurre algo, esos voluntarios responden rápidamente.

- En plantilla ahora mismo estoy yo. Tengo un catálogo de todos los voluntarios en el que me especifica qué trabajo tiene cada voluntario y qué tiempo tiene disponible. Si ocurre algo yo llamo a esa persona que pueda responder. En caso de que sea una catástrofe lo que ocurriese, acudirían todos porque por ley todos los voluntarios de Protección Civil, tengan el trabajo que tenga, deben de acudir a ella.

- ¿Con cuántos casos os habéis podido encontrar a lo largo del pasado año?

- Más o menos estamos rondando los 300 servicios al año. Te encuentras con que tienes que atender a mucha gente, por ejemplo por heridas en las fiestas hacemos muchas atenciones sanitarias de pequeña envergadura, luego otras actuaciones así más relevantes que nos encontremos un accidente de tráfico o que una mujer que había perdido al marido que tenía Alzheimer. En ese momento pusimos el dispositivo, lo comunicamos a la Policía Local y en una hora lo habíamos localizado.

- ¿Qué es lo que más reconforta de este trabajo?

- Salvar la vida a alguien. Luego el compañerismo que tenemos entre todos los voluntarios. Compartimos todo, desde risas hasta que un compañero te cuente algún problemilla que tiene. Más o menos somos un grupo de amigos, como una familia, y luego, lo que más reconforta es la labor que haces frente al ciudadano. Todo lo que sea ayudarlos nos enriquece mucho y además, ese es el motivo y la razón de estar aquí.