El Zaragoza, hijo predilecto

Lo bueno es que este Zaragoza no 'perjudica' a nadie. Casi es parecido a la UDA en defensa. Lo bueno para los rojiblancos es su incapacidad para hacer goles. De hecho, el firmado en el UD Almería Stadium lo tuvo que marcar Édgar González en propia meta. Un gol que 'afectó' al rendimiento rojiblanco, que vio aparecer esos fantasmas que se marcharon con la goleada. Con fútbol, mejor en la segunda parte que en el tramo final de la primera en el que Nico Melamed puso tranquilidad con el 3-1, el equipo indálico se empezó a mostrar superior también en las formas. Marc Pubill puso el cuarto de la tarde, válido para ver a un Almería que se agarra a un 'hierro ardiendo' y que vuelve a soñar. Y es que la victoria supone sumar tres puntos de una 'tacada' tras dos meses sin ganar –la última vez fue en el Nuevo Arcángel (0-3) para acabar como líder aquella jornada– y después de tres meses sin hacerlo en el UDAlmería Stadium. La última victoria como local se produjo el 13 de diciembre al Mirandés (1-0), de modo que otra vez aparece el Zaragoza en la mejoría indálica. La racha emergente de los rojiblancos empezó precisamente en Zaragoza, en la primera vuelta. ¿Será ahora el inicio de una bonancible etapa? Si es, habrá que ponerle el escudo de la ciudad por ese 'contigo empezó todo'.

Muy metidos

El Almería demostró, de salida, cuál era su intención. El equipo indálico salió tratando de aprovechar cualquier ocasión. Luis Suárez firmó la primera sin haber llegado al primer minuto de juego. Su segunda oportunidad, en el 4, fue la antesala del gol. Melamed le puso al balón al cafetero que no llegó a definir porque Jair llegó a tiempo para mandar el balón a córner. Radovanovic remató al palo, el balón le cayó a Suárez y su disparo toca en Édgar y se eleva para superar a Joan Femenías y adelantar a la UDA.

El Real Zaragoza sufrió el golpe. Aunque Tasende buscó las tablas con un disparo que se fue alto, lo cierto es que el equipo de Miguel Ángel Ramírez 'se acunó en tablas' y, pese a defender con cinco defensas, no tuvo ocasión de 'disfrutar', todo fue sufrir y sufrir. En el 10 pudo llegar el segundo con acción de Luis Suárez que no definió Arnau Puigmal. La sociedad 'rubiense-santomarteña' dio paso al 2-0. El balón del primero lo aprovechó el pichichi para sacarse un 'zapatazo' de zurda que sorprendió a Femenías por bajo.

El partido estaba para goleada porque Nico Melamed y Arnau Puigmal probaron fortuna, pero no encontraron portería zaragocista. Sin embargo, en una acción 'imprudente' en el minuto 24, un centro de Franco Serrano desde la derecha lo quiso despejar Édgar González, que lo que hizo fue meterla en la meta de Luis Maximiano para que las 'alegrías' se borraran en un abrir y cerrar de ojos.

Poca brillantez

El partido se enturbió, sin capacidad de modificar los comportamientos de ambos equipos. El Zaragoza, pese a la necesidad, no daba muestras de encontrar por dónde hacerle daño a un equipo indálico que era capaz de mostrar la superioridad que marca la clasificación y que se mostraba incapaz de salir de las malas sensaciones, aún ganando. Luis Suárez, en el 29, hizo correr a Marcos Luna para cerrar la escapada del cafetero, cuyo centro-chut no encontró rematador.

Atacó el Real Zaragoza, pero sin 'convicción' y sin capacidad de sorpresa. Sus intentos 'morían' en las cercanías del área rojiblanca, con los de Rubi 'mejorando' –que no era difícil– lo que estaban llevando a cabo, 'sujetados' por el miedo de un marcador que no respondía a las ganas. Aún así, siguió intentándolo por 'encabezonamiento' que no por juego. En el 49, la acción nació en un robo de balón de Dion Lopy en el centro del campo y el senegalés levantó el 'periscopio' para ver cómo Nico Melamed estaba en posición ventajosa y le puso un balón que el extremo aprovechó para, de un gran golpeo, superar a Joan Femenías para poner el 3-1 justo antes de llegar al descanso para llegar con cierta tranquilidad a ese momento.

A ver qué pasa

El Real Zaragoza quiso limpiarse y limpiar la imagen con la entrada de Liso, Raúl Guti y Bazdar, pero no mejoró en exceso. El equipo indálico siguió buscando la goleada, en una acción de Gonzalo Melero que asistió a Lucas Robertone y el centro de éste acabó despejado por Jair Amador a saque de esquina, en el 58.

Se movía el equipo con tranquilidad manifiesta porque el conjunto maño no fue capaz ni de aprovechar las 'dádivas'. En el 61, tras un error absurdo de Bruno Langa, el remate de Soberón lo salvó Édgar en la línea de gol, pero la jugada estaba ya anulada. Rubi también había movido el banquillo dando entrada a Selvi y Lázaro en lugar de Robertone y Nico Melamed.

Trató de 'maquillar' el decorado el conjunto zaragocista, pero el Almería supo manejarse en defensa, adelantándose a los intentos de los de Miguel Ángel Ramírez, que trató de presionar alto y perjudicar, sin conseguirlo, la salida de balón de los indálicos, que no tenían problema para sacar el balón con facilidad.