La teoría favorable se debe llevar a la práctica para lograr el objetivo del ascenso

Cierto es que, en las dos precedentes, el Almería no ha estado en lugar de ascenso directo a falta de seis jornadas para acabar la temporada regular. Pero por fallos en algunos partidos que el calendarios les ponía delante para que sí tuvieran opciones muy reales hasta el último día. Todas desaprovechadas por unas u otras razones que dejaban con la miel en los labios a los seguidores almerienses.

Los que ven, ahora, que la posición y el calendario (propio y de los rivales) permiten pensar que 'ahora sí'. Porque los de Rubi son los únicos de todos los candidatos al ascenso directo que no tiene ningún encuentro, en lo que resta, ante rivales directos o que estén peleando, con opciones reales, por meterse en la zona del playoff de ascenso. Eso supone que los almerienses deben imponer la 'lógica' de la clasificación para evidenciar que este año sí podrán dejar la Liga SmartBank por un billete para la superior categoría de manera directa.

Hace dos años, en una campaña con una puntuación muy baja por parte de los ascendidos de manera directa, el Almería tuvo opciones reales de ascenso. Así daba la impresión cuando, tras el confinamiento y sin público en las gradas de los distintos recintos deportivos, los de Guti ganaban algunos partidos lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos. Pero todo se venía abajo cuando, en casa, los rojiblancos perdían los puntos logrados fuera de casa y se convertían en 'buenos padres', como lo habían sido con él.

En la pasada campaña, todo lo negativo fue ante los rivales directos por el ascenso. No conseguir ninguna victoria ante el RCD Espanyol, Mallorca o Leganés fue una losa muy pesada para un equipo que, ante los otros conjuntos de la competición, fue el que más puntos consiguió de todos. Un punto de 18 posibles, frente a los tres que habían bajado de Primera la temporada anterior fue demasiado peso que no pudieron superar ni José Gomes ni Rubi.

Ahora, mirando esta estadísticas, los de Rubi creen que deben imponerse y hacer, prácticamente, un pleno de puntos en lo que resta para conseguir el ascenso. Sería el colofón a que la teoría la han conseguido llevar a la práctica.