Los jugadores de la UD Almería aplauden a los aficionados rojiblancos en el Murube. UDA
UD Almería

El Almería ya sabe cuándo jugará la mitad que faltaba

El Juez Único fija para el 26 de noviembre la reanudación del Ceuta–UD Almería, suspendido tras la muerte de un aficionado en el Alfonso Murube

Juanjo Aguilera

Almería

Lunes, 17 de noviembre 2025

El rompecabezas competitivo en torno al partido Ceuta-Almería, que debía haberse disputado en su totalidad el pasado 9 de noviembre, ya tiene una resolución ... oficial. Tras días de documentos cruzados, propuestas contrapuestas y un ambiente cargado por la tragedia ocurrida en el Alfonso Murube, el Juez Único de Competición de la Real Federación Española de Fútbol puso fin al debate. A las 11:52 de ayer, la UD Almería anunció a través de sus redes sociales que la segunda parte del encuentro se jugará el próximo miércoles 26 de noviembre a las 19:00 horas, en el mismo estadio donde el partido quedó suspendido por un motivo mucho más importante que el resultado.

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La decisión llega después de escuchar los argumentos de las partes implicadas, la UD Almería, la AD Ceuta FC y la Liga de Fútbol Profesional. El organismo federativo había dado de plazo hasta el pasado lunes a mediodía y cada club defendió sus necesidades con firmeza, aún teniendo 48 horas desde ayer al mediodía, para presentar alegaciones a la citada decisión.

El panorama

Las posturas eran divergentes. La UD Almería insistió desde el primer momento en que la fecha ideal era la del 26 de noviembre, encajando el calendario con un diciembre ya cargado por la disputa de la de una nueva eliminatoria de la Copa del Rey, que los rojiblancos disputarán el día 3 en el Pepico Amat de Elda a las 20.00 horas, mientras el Ceuta jugará un día antes en Guadalajara, en el Pedro Escartín, desde la misma hora. La AD Ceuta apostaba por aplazarlo aún más, hasta el miércoles, día 10 de diciembre, apoyándose en una logística más favorable para sus desplazamientos.

Llegados a esa fecha, los rojiblancos acudirían tras jugar el día 6 de diciembre, en Andorra, y regresando para disputar en el UD Almería Stadium, la jornada decimoctava, frente al Burgos CF, el día 14 de diciembre, a las 18.30.

El conjunto caballa jugará en el Nuevo Los Cármenes de Granada, el día 3 de diciembre, a las 21:00 horas, mientras que el siguiente partido lo tendrá el domingo 14 de diciembre, contra Las Palmas, en el mismo horario, pero en el Alfonso Murube. Para ambos equipos serán siete partidos en un mes, desde el 22/23 de noviembre hasta el 20/21 de diciembre, cuando se juegue la décimo novena jornada del Campeonato, en la que los indálicos deberán jugar en La Rosaleda, frente al Málaga CF, mientras el equipo ceutí despedirá el año jugando en Anoeta frente a la Real Sociedad B.

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El aplazamiento, como queda dicho, dio paso a reuniones en vestuarios, el mismo día 9 de noviembre. Allí se dijo que la posibilidad en torno a la fecha estuvo cerca de cristalizar desde el acta arbitral, donde se dejaba por escrito que ambos clubes, ante el árbitro del partido –el navarro Morilla Turrión– veían factible reanudar el encuentro el 26 a las 16:00 horas, siempre que se modificara el calendario del Deportivo de La Coruña-Ceuta. Pero la LFP fue tajante, dictando que no habría alteración del partido fijado en Riazor, marcado para el domingo 23, a las 14:00 horas. El club caballa, de hecho, no sólo mantuvo esa fecha, sino que incluso anunció la venta de las 351 entradas visitantes. El calendario, pues, no se movería.

De este modo, después de constatar que no existía acuerdo definitivo, el Juez Único de Competición dictó ayer la única opción viable y equilibrada para todas las partes, que no es otra que la de jugar ese día que pensaron ambos equipos, el del día 26, pero a las 19:00 horas –tres horas más tarde del que habían 'pactado'–, un horario intermedio que evita conflictos con el resto de la jornada profesional y respeta los plazos administrativos previstos.

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La segunda parte

El fútbol volverá a rodar sobre el césped del Alfonso Murube para completar los 45 minutos que faltan, con saque de centro correspondiente al conjunto caballa. Un partido congelado en el tiempo, detenido en el descanso con empate a cero, cuando el latido del estadio dejó de orientar su atención hacia el juego y pasó a centrarse en la vida de uno de los suyos. Los servicios de emergencias lucharon contra el reloj, pero no pudieron revertir el fatal desenlace: un aficionado ceutí falleció en la grada, provocando la suspensión inmediata del encuentro. La UD Almería regresó entonces a casa sin respuestas, sin saber cuándo regresaría, sin saber qué decidiría el Juez Único y, sobre todo, con el peso emocional de una noche dolorosa. La AD Ceuta vivió esos mismos sentimientos desde otro ángulo, el de un club que vio cómo un duelo clave en su temporada quedaba interrumpido por un drama imposible de prever.

Con la decisión sobre la mesa, ahora empieza una cuenta atrás en la que los dos equipos podrán preparar con exactitud la reanudación del choque. El Almería afrontará ese regreso como un punto crucial en su arranque de temporada, consciente de que cada detalle pesa en una Liga comprimida, cada punto cuenta y cada partido aplazado termina acumulándose. El Ceuta, por su parte, asumirá ese final como una oportunidad de reabrir la historia de un encuentro que nació marcado por el dolor. El próximo 26 de noviembre, al caer la tarde, el balón volverá a rodar. No será un partido nuevo. No habrá saludo inicial ni pizarra en blanco. Será un duelo partido en dos por una tragedia, pegado con el tiempo y con las normas y que ahora espera como punto de inflexión para ambos. Una cita inevitable con lo que quedó pendiente. Una segunda parte con memoria. Una segunda parte que, por fin, tiene fecha y hora.

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La gestión del calendario

Ahora, la UDA deberá gestionar un calendario exigente en menos de un mes. Entre el regreso del partido en Ceuta, la visita a Leganés este sábado y la preparación del choque del sábado siguiente frente al Huesca, los rojiblancos afrontan un tramo decisivo en el que cada sesión de entrenamiento será determinante. La plantilla trabaja consciente de que cualquier despiste puede costar caro y que la concentración mental tras la tragedia vivida es tan importante como el rendimiento físico.

Por su parte, el Ceuta encara la reanudación del partido con una mezcla de tensión y oportunidad. El equipo caballa busca recuperar la regularidad en casa y demostrar que, pese al drama que marcó el encuentro, pueden competir al máximo nivel. El club ha intensificado los entrenamientos y las charlas técnicas, conscientes de que esta segunda mitad será observada de cerca por la afición y que cualquier resultado tendrá un peso determinante en su lucha por la permanencia.

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Finalmente, más allá del resultado y de la clasificación, este encuentro se ha convertido en un símbolo de resiliencia y de adaptación a las circunstancias. Jugadores, técnicos, directivos y aficionados se enfrentan a un desafío que va mucho más allá del balón: gestionar la emoción, recuperar la normalidad y demostrar que el deporte puede ser un espacio de solidaridad, memoria y superación incluso en las situaciones más difíciles. La segunda parte del Ceuta-Almería será, por tanto, una cita histórica que quedará marcada tanto por la tragedia como por la capacidad de ambos clubes de seguir adelante.

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