¿Romperá la UD Almería el historial de Rubi en los banquillos?

Porque si hay alguien 'experto' en estos cambios de aires es, precisamente, Rubi. El actual entrenador del Almería no ha comenzado dos campañas en el mismo banquillo en la última década, en la que lleva dirigiendo los destinos de equipos profesionales tanto en la Primera como en la Segunda División. Sea por unas cosas o por otras, pero lo cierto es que no se le ha dado el caso de iniciar en el mismo lugar dos proyectos de forma consecutiva.

Así que, historial en mano, en estos días afronta el preparador catalán un reto nuevo en su carrera deportiva. Bien es cierto que ya el verano pasado hizo algo que no había hecho hasta la fecha, que no era otra cosa que volver de vacaciones al mismo lugar del que se había ido semanas antes. Porque era la primera vez que Rubi comenzaba un ejercicio en el mismo sitio que lo había terminado. Algo que tampoco es lo más habitual en un entrenador de fútbol al más alto nivel en España, por mucho que se muevan los banquillos.

Y todo porque, pese a que no se logró el ascenso, sí que las partes entendieron que se debía dar continuidad al final del curso y, sobre el terreno, valorar lo que sobraba y faltaba para esta campaña que ha finalizado con el objetivo conseguido del ascenso a la elite del fútbol español.

Una circunstancia, el lograr un ascenso desde la Liga SmartBank a la Liga Santander (con la denominación que tuviera en su momento), que no le impidió cambiar de aires tras haberlo conseguido. Fue en Huesca y, pese a la buena predisposición de ambas partes, no se llegó a un acuerdo para su renovación. El motivo fue la 'fibra sensible'. A la que no pudo decirle que no cuando el RCD Espanyol llamó a su puerta para que liderara desde el banquillo su nuevo proyecto. Era el club en el que había jugado en las categorías inferiores y al que había dirigido al filial, en la que ha sido su última experiencia de más de un curso a lo largo de su carrera.

Aunque tampoco siguió un segundo año en Cornellá. Tras meterlo en competición europea, un hito del que hacía algunos años que no lograban, Rubi recibió lo que parecía la mejor oferta presentada en su carrera como entrenador. Dirigir al Real Betis fue un caramelo muy goloso al que tampoco se pudo resistir. No le terminó de salir bien y fue destituido en la recta final de la campaña, sin poder culminar lo que había iniciado el pasado verano.

La oferta del Almería le hizo 'bajar' a la Segunda División. Sabía que no era un banquillo fácil por los precedentes del club en las dos campañas que llevaba Turki Al-Sheikh al frente de la entidad con un constante cambio de entrenadores en esos dos cursos. De ahí que, para convencerlo, Mohamed El Assy le tuviera que presentar algo más que unos meses. El contrato era de algo más de dos años. Más de la mitad ya consumido. Ahora falta la segunda parte, la del regreso del club y del propio Rubi a la Liga Santander. De culminarse, tanto uno como otros habrían roto con sus particulares historias y dado un paso más para la 'hoja de ruta' prolongada y no tener que cambiar de nombres cada ciertos meses. Queda un mes para iniciarse la pretemporada.