Real Sociedad B: juventud, dinamismo y un fútbol con identidad propia
El rival. ·
El Sanse combina presión alta, repliegue ordenado y transiciones rápidas para formar jugadores preparados parael primer equipoPedro Martínez
Almería
Jueves, 28 de agosto 2025, 23:09
La Real Sociedad B continúa consolidándose como una de las canteras más sólidas del fútbol español gracias a un planteamiento táctico moderno y coherente con ... la filosofía del primer equipo. Bajo la dirección de Jon Ansotegi, el filial donostiarra se centra en la formación de jóvenes talentos, buscando que cada jugador adquiera la capacidad de integrarse en el primer equipo sin perder la identidad de juego que caracteriza a la Real Sociedad. La filosofía del técnico se basa en un fútbol ofensivo, dinámico y asociativo, que prioriza la iniciativa y el control del partido.
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En la fase ofensiva, el Sanse destaca por un juego combinativo que prioriza la posesión del balón y la creación de espacios mediante combinaciones rápidas. La velocidad de extremos y delanteros permite transiciones rápidas que buscan sorprender al rival, mientras que los laterales y los extremos mantienen la amplitud del campo para generar desbordes y centros al área. Este enfoque aprovecha la juventud y el dinamismo de la plantilla, fomentando un fútbol vertical y ambicioso que pretende imponer ritmo y continuidad en cada acción.
Presión alta y repligue
Defensivamente, el equipo txuri-urdin desarrolla un planteamiento organizado que combina presión alta y repliegue ordenado. Cuando la presión inicial no da resultado, el Sanse se reagrupa manteniendo líneas compactas y cerrando espacios, dificultando la progresión rival. Esta combinación de intensidad y disciplina refleja la capacidad del equipo para adaptarse a diferentes situaciones de juego y rivales, mostrando la versatilidad táctica que Ansotegi busca inculcar en sus futbolistas.
El repliegue organizado y la presión alta son los pilares de la fase defensiva del filial donostiarra. La presión intensa en campo contrario permite recuperar el balón rápidamente y limitar la salida del rival, mientras que el repliegue mantiene la estructura y evita que se abran espacios en zonas críticas. Este equilibrio entre agresividad y orden táctico es clave para que los jóvenes jugadores aprendan a manejar situaciones complejas dentro del terreno de juego.
El Sanse utiliza habitualmente un sistema 1-4-3-3, diseñado para potenciar el juego asociativo y la velocidad en ataque. La disposición de sus líneas permite que los jugadores se apoyen mutuamente en la construcción del juego, generando superioridades y facilitando transiciones rápidas de defensa a ataque. La combinación de juventud, energía y disciplina táctica convierte al filial en un equipo difícil de neutralizar y con gran proyección ofensiva.
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En definitiva, el filial de la Real Sociedad, que ha vuelto a Segunda División, se presenta como un equipo moderno y ambicioso, que busca consolidar la formación de sus jugadores bajo una identidad clara y coherente con el primer equipo. La mezcla de presión alta, repliegue organizado, transiciones rápidas y juego asociativo refleja la intención del club de crear futbolistas completos, capaces de rendir en la élite y al mismo tiempo mantener un estilo de juego reconocible y atractivo para los seguidores de la cantera donostiarra.
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