Ser pichichi en el Almería, pasaporte para volar alto

La UD Almería es experto en poner en el escaparate a jugadores con olfato de gol. En las últimas diez temporadas ha tenido al pichichi de Segunda División en sus filas: Leo Ulloa, en la 2011/12; Charles Dias, en la 2012/13, y Álvaro Giménez, en la 2018/19. Pero no hay que olvidar que en otras temporadas de la última década posicionó a otros como Quique González, Darwin Núñez, Sadiq Umar o, incluso, Tomer Hemed, que sin llegar a cifras 'astronómicas' cara al gol sí que salió al final de temporada.

De todas formas, yendo a los máximos goleadores, con una cifra por encima de la quincena de tantos, casi ningún logró repetir en la entidad, un 'problema' que se vive en la categoría en las últimas temporadas, en las que los equipos que se han quedado, pero que tuvieron en sus filas a una pieza fundamental para la obtención de sus logros, no pudieron atar a su pichichi. En los últimos cinco cursos, solo Stuani repitió con el Girona.

Encontrar un goleador es casi como hallar el tesoro del Flor de la Mar, aquel barco hundido frente a la costa de Sumatra que dicen que se llevó al fondo del mar 2.600 millones de euros. Por eso, no es extraño ver que los nombres de los jugadores con más olfato de la categoría suenan para recalar en equipos de Primera División o, incluso, de nóminas de equipos que compiten en las primeras categorías de la Premier, la Bundesliga, la Serie A-1 o la Liga Nos.

Salvo Sadiq Umar, cuyo futuro está aún en el aire y con un destino que incluso le podría deparar un año más como rojiblanco, la UD Almería no ha podido retener a casi ningún pichichi, ya sea de la competición o del equipo, en las últimas temporada. El primer máximo goleador sonado fue Leo Ulloa. El argentino llegó a la entidad indálica en la 2010/11, la del descenso, para salirse la temporada siguiente, en la que fue máximo goleador de la competición con 28 goles.

Un año después, el de General Roca solo vio puerta en cuatro ocasiones, con la puerta abierta para salir en enero. El Brighton Hove Albion se hizo con sus servicios y en la 2014/15 firmó con el Leicester para participar en el título del conjunto de Los Zorros. Sin embargo, su marcha en enero de 2013 no 'hizo' daño. El Almería tenía un sustituto, un Charles Dias que llegó destacando en el Córdoba, si bien su registro era de 23 goles en dos temporadas.

El delantero brasileño se fue a cifras de goleador nato. Puso la firma a 32 goles a lo largo de la temporada, con 27 en la fase regular de la competición y 5 en las dos eliminatorias del playoff –dos en la vuelta de semifinales frente a Las Palmas y tres en la final frente al Girona–. El mismo día que la entidad celebraba el ascenso de categoría, el brasileño ya estaba comprometido con el RC Celta de Vigo.

Las posteriores dos temporadas en Primera División no depararon cifras brillantes cara al gol. En la 2013/14, fueron Rodri y Verza los máximos goleadores, en 8 cada uno, y en la 2014/15 le tocó el turno al israelí Tomer Hemed que firmó 9 goles y al final de temporada el Almería lo traspasó al Brighton inglés.

Los posteriores campeonatos fueron como encontrar lo que parecía complicado tener. En las dos siguientes temporadas la sorpresa la dio el pucelano Quique González, firmado por la UDA en la 2014/15 y cedido al Racing. A su vuelta dio un salto cualitativo que le hizo firmar 15 goles el primer año y 16 el siguiente, despertando el interés de Osasuna, que se llevaba al castellano-leonés, cuyo mejor rendimiento fue en la 2018/19 con el Dépor, donde igualó su mejor curso como indálico.

Los nueve goles de Rubén Alcaraz erigieron al barcelonés en la figura indálica en una temporada un tanto complicada que terminó cerrándose en Lugo con un punto que le daba la permanencia agónica. El ex del Girona firmó en el Valladolid para estar hasta la recién concluida temporada en Primera División con el conjunto pucelano.

La 'caja de caudales' de la UDA ha visto que los ingresos por sus goleadores ha dejado importantes cifras, yendo la 'recaudación' de menos a más en las dos anteriores pretemporadas. En la primera, un nueve atípico como Álvaro Giménez, que recaló en la UDA sin olfato goleador –hizo ocho goles en dos temporadas en el Alcorcón–, le dio al Almería el ingreso de más de un millón de euros, que fue lo que pagó el Birmingham el verano de 2019 por un jugador que el Almería se destapó, firmando 20 tantos y siendo, de este modo, el pichichi de la categoría.

Lo que pasó el año pasado ya es de sobra conocido. El Almería asaltó la banca con Darwin Núñez, cuya primera aparición en Liga fue para jugar en Gijón, en la segunda parte de la novena jornada. Al final del campeonato firmó 16 y el Benfica tocó a las puertas para hacerse con sus servicios por unos 24 millones de euros.

Sadiq Umar puede ser una venta 'escrita'. En las últimas cinco temporadas, los jugadores que han llegado a la veintena de goles en la categoría no han podido ser 'retenidos'. Con Raúl de Tomás en Primera, el segundo máximo goleador de la categoría difícilmente repita en el Sporting, ya que por Uros Djurdjevic han empezado a sonar llamadas en El Molinón. También es cierto que la Eurocopa y la dificultad para gastar dinero, mantiene el mercado en 'modo avión' e iniciará la pretemporada con los astures.

Lo normal es que salga para confirmar lo del último lustro. En él, de los futbolistas que alcanzaron los 20 goles solo Stuani permaneció la temporada siguiente en el mismo club, fruto de un contexto inédito con dificultades financieras por doquier tras la aparición del coronavirus. Luis Suárez, que se había quedado a las puertas de los 20 goles con el Zaragoza, recaló en las filas del Granada.

Jaime Mata o Joselu cambiaron de aires. Uno se fue al Getafe, anticipándose al ascenso del Valladolid, el otro buscó en Granada un lugar entre los aspirantes a destacar.