Creer posible algo es hacerlo cierto
Fernando Soriano apuesta por que sus hombres sigan «creyendo que podemos hacer ese tipo de situaciones bien»
JUANJO AGUILERA
Jueves, 29 de septiembre 2016, 22:40
Se dice que somos lo que creemos ser. El Almería ha dado la sensación de ser un equipo vulnerable durante algunos partidos, que necesita crecer, ... como ya ocurrió el año pasado, paso a paso. La endeblez defensiva pareció concluir la pasada semana, en la que logró mantener un duelo equilibrado frente al CD Lugo, un equipo que había conseguido ver puerta en los seis partidos anteriores hasta en doce ocasiones. En Almería se quedó en blanco y da pie a hablar de sensaciones. Fernando Soriano habló ayer de eso, de creer para crecer, con vistas al partido que mañana deberá disputar el equipo rojiblanco en El Alcoraz frente a una SD Huesca que 'promete' sorpresas, que tiene «jugadores desequilibrantes que, si les dejas espacio, les dejas tiempo y les das situaciones internas, te crean muchos problemas. Hay que intentar evitarlos lo más posible».
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Para el maño, el partido de mañana no será como el del Lugo de la pasada semana. Lo tiene claro. «Está claro que el de Huesca va a ser un partido diferente al del Lugo. Son equipos diferentes en propuesta futbolística, te exigen otras cosas». Sin embargo, tiene claro que el común denominador será el mismo. «El que estemos juntos, intensos, intentar ganar los duelos individuales es importante porque en un partido como el de Huesca también cabe todo eso».
Mejoría
Fernando Soriano considera que el equipo ha experimentado una mejora que debe seguir en aumento «ganando en seguridad, en nuestra portería, seguir creyendo que podemos hacer ese tipo de situaciones bien y el equipo irá ganando en seguridad. Es cierto que hubo dos partidos que nos hicieron generar un poco de dudas y había que recuperar esa sensación buena, y creo que hay que intentar otra vez reforzarla con el partido de Huesca».
El maño no consideró en su intervención de ayer que haya cosas parecidas con respecto al último partido disputado a domicilio, frente al UCAM Murcia, ni tan siquiera que el Huesca sea un rival inferior. «El Huesca lleva unos años bien en Segunda. No creo que ni yo ni nadie del equipo infravalore a un rival como este. Tiene su manera peculiar de jugar, es un equipo intenso».
Sí hizo la advertencia de que «como UCAM, en un momento determinado no especula y va directo. Es la semejanza más importante, pero tiene jugadores diferentes, más desequilibrantes en el Huesca. Un equipo más complicado en ese sentido, que sus individualidades te pueden hacer mucho mal». Ante este tipo de situación tiene claro que «vamos a tener que estar mucho más listos que el día del UCAM y hacer las cosas que tenemos que hacer ofensivas para generarle problemas a ellos».
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Además, sin aventurar un partido que vaya a ser un 'cuerpo a cuerpo', sí consideró que habrá que estar preparado para lo que llegue. «Estamos preparados para la disputa. El Huesca en muchos momentos te juega directo y hay que estar preparados. No quiero decir que vaya a ser un partido de choque, ni mucho menos. No esperamos un partido para llevarlo a ese terreno, pero que sabemos que va a haber momentos», considerando que será así «por el campo, por cómo es el rival», no olvidando la obligación de «tener que luchar en esa situación».
Los cambios
La lectura que se pueda hacer también dependerá de la sorpresa en cuanto al once con que juegue el Huesca, que seguro presenta 'alegaciones. «Hay muchos cambios. De una semana a otra, aparece gente nueva, ese tipo de equipos... casi todos tenemos dos caras».
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En ese mismo orden, el zaragozano tenía claro que «cuanto más abajo vas, influye mucho el estado de ánimo, el que te den un golpetazo nada más empezar el partido o que lo des tú. Hay momentos en los que partidos se desarrollan en una u otra vertiente y no tiene que ver cómo los hayas preparados. Son situaciones que te complican la preparación, pero para eso tenemos que estar nosotros y preparar lo que queremos. A partir de ahí, miras al rival, intentas evitar sus virtudes». Lo que también considera fundamental es que «tú tienes un mecanismo de ataque de intentar hacer mal al rival, que es lo que intentas desarrollar en el campo, pero luego te puedes encontrar un mejor o peor rival, que te lo puede dificultar de una manera o de otra».
Si hay que hablar de dificultad, el ritmo del Huesca puede que sea de los más altos hasta ahora encontrados. «No sé si el que más, pero va a exigir un ritmo intenso, el Huesca y todos los equipos. ¿Qué equipo no te ha exigido el máximo? Rival o nosotros mismos, si no das al cien por cien del que tienes enfrente te va a pasar por encima. No hay ninguna duda».
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Por ese motivo, aconsejó estar al cien por cien. «El Huesca es un equipo que o estamos al cien por cien o no va a desaprovechar la oportunidad. Debemos tener máxima atención, concentración, intensidad, preparar momentos en el que sabemos que nos podemos encontrar un juego un poquito más directo, más segunda jugada, un juego un poquito más combinativo, estar preparados para ese tipo de situaciones, que no nos sorprenda nada y llevar el partido a nuestro terreno».
Lo que sí parece cierto es que parece existir relación entre lo que está pasando y lo que viene arrastrado de la pasada temporada, por más que haya jugadores nuevos. «Es una experiencia que tenemos cercana, que no sé si ayuda o perjudica».
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Lo que sí tiene claro es que este equipo tiene mecanismos para mejorar. «Sí, a través mental es importante y a través del fútbol también. Siempre hablamos de mecanismos para reconstruirnos después de una acción en la que lo hemos pasado mal, pero enfrente hay un rival y puede oler tu debilidad o puede aprovechar ese momento de desconcierto», explicaba. De todas formas, este tipo de situaciones se trabajan. «Sí que hablas, sí que mencionas qué podemos hacer ante esas situaciones, cómo parar esos momentos buenos del rival y se intentan mejorar».
En ese sentido no dudó en manifestar que «muchas veces no en el campo. Son cosas más tácticas, en la pizarra, antes del partido, en momentos que se pueden hablar. En el campo es más difícil, pero lo solemos hacer en los entrenamientos a puertas cerrada, cosas que podemos hacer para parar ese juego o momento de lucidez del rival, que es peligroso».
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