Más leña al fuego

Lo cierto es que todo es consecuencia de una serie de actuaciones que arrojan deficiencias. El Almería es el equipo de la categoría con menos victorias conseguidas, sólo seis, una menos que el Bilbao Athletic y dos menos que Huesca y Albacete, rivales en la pelea por la salvación.

La permanencia podría estar 'definida' ya, de haber conseguido decantar a su favor algunos de los empates sumados en la competición, porque el equipo rojiblanco es el equipo que más partidos ha acabado en tablas en la competición, con 16 empates, algunos de ellos cosechados por falta de concentración. Estos son más notorios cuando más cerca está el final, hecho que ha sucedido ante el Tenerife, el día del despido de Sergi Barjuan; Numancia, que empató en el descuento; Alavés, que lo hizo en el minuto 85, o Valladolid, que también entabló en el descuento. De haber cerrado esos partidos, tendría 8 puntos más y con 42 estaría en decimoquinta posición, con seis por encima del Huesca, que sería el equipo que marcaría el descenso. Pero también, como ayer se explicaba en IDEAL, los resultados han llegado por falta de ambición, por el exceso de celo para preservar lo que se tiene, aunque no asegurado, y el cántaro se rompió de 'tanto ir a la fuente'.

Lo cierto es que la permanencia se ha complicado, que ya tenía esa 'denominación de origen tiempo ha', pero los empates hacen al equipo cautivo de la zona de descenso con más aspirantes que hace sólo dos jornadas a salvarse que el propio Almería, que parecía haberse olvidado de Albacete y Llagostera para sólo mirar al frente y verse tan cerca del puesto decimoctavo que si no estuvo en él fue por diferencia de goles, la pasada jornada.

Aciaga jornada

Pero la jornada celebrada el pasado fin de semana ha sido algo así como mover la coctelera de tal modo que a quien ha perjudicado ha sido al que estaba en medio, que se ha quedado en el mismo sitio, pero los que estaban por debajo, porque han hecho sus deberes, están a sólo una victoria de hacer real del sueño del 'sí se puede'. Ese fue el cántico que, con lágrimas en los ojos los jugadores del Albacete, con más fuerza se escuchó el domingo, tras su victoria en el Arcángel, cuando hace pocas jornadas estaba a cuatro. La Llagostera, por ejemplo, está a tres puntos, después de ganar en casa al Bilbao Athletic, que tampoco está tan lejos. Los del Cuco Ziganda han sumado en dos partidos más que el Almería en cuatro. Y tienen la salvación a nueve puntos.

La UD Almería, que es quien más preocupa, ha entrado en una fase en la que las victorias se han esfumado. Antes, lo de la media inglesa no le iba mal, pese a que algunos empates en partidos disputados a domicilio cercenan la capacidad de 'evadirse' de la zona de descenso y, aunque acumula ocho jornadas sin perder, suma seis empates en ese espacio de tiempo. Lo que más daño han hecho han sido las igualadas en casa. Son dos seguidas que han rebajado la incidencia de esa media inglesa.

Y es que los empates son el resultado que más va unido a los rojiblancos, habiendo conseguido 16. De haber ganado la mitad -sumar 16 puntos a los 34 que tiene- la posición en la clasificación sería de 50 puntos. Estaría en quinta posición y el líder no sería el Alavés, que tiene 57 puntos. Pero es como el cuento de la lechera porque es culpa de un gol que, en caso, de haber favorecido a los rivales en ese mismo espacio de tiempo, estaría con 26 puntos en el pozo de la tabla de clasificación.

La mitad de la mitad

Sí que es cierto que si no ocho victorias, la mitad, cuatro, estuvieron al alcance de la mano de un equipo perdió los tres puntos que tenía en la mano en los últimos minutos de los partidos.

El primer 'tropezón' le costó caro a Sergi Barjuan, destituido, por el gol que marcó Aurtenetxe en el minuto 89 del partido ante el Tenerife y que costó acabar 2-2 aquel partido. Frente al Numancia, con Joan Carrillo, el empate llegó en el descuento cuando ya se saboreaba el final de una larga racha sin ganar. Ya con Gorosito, en Vitoria marcó Raúl García, en el 85, para deshacer el 'desequilibrio' que llegó con el gol de Saveljich en el primer minuto de partido.

El último 'desamor' con los triunfos llegó con el último desplazamiento. En el José Zorrilla, Juan Villar marcó en el 93 para entablar un partido que, aunque no se mereció ganar, sólo por la insistencia debió acabar en victoria rojiblanca.