El centrocampista del Celta de Vigo Daniel Wass pugna por un balón con el futbolista del Almería Eldin Hadzic.
Ud almería

El Almería gana sensaciones, pero pierde en Balaídos

Los rojiblancos, sin dominio en las áreas, caen ante un Celta que no sufre

JUANJO AGUILERA

Jueves, 17 de diciembre 2015, 21:19

La UD Almería dijo adiós a la Copa, tal y como estaba escrito en el guión tras el resultado del partido de ida. Perdió también ... anoche en Balaídos, aunque recuperó sensaciones con la rémora de no saber dominar las áreas que, en definitiva, son los espacios en los que se definen los partidos, la misma situación que ha llevado al equipo rojiblanco a vivir peligrosamente en la Segunda División.

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Los rojiblancos fueron 'buenos' en la primera parte, en la que se mantuvo a flote en defensa y 'tragó agua' en las cercanías del área, donde tuvo ocasiones, como también las tuvo el conjunto gallego, pero el hecho de que no llegara el gol incomodó más a quien debía ganar que a quien debía cumplir con el guión. Pero el gol de Wass, en el minuto 40, descompuso al equipo de Carrillo, que no fue el mismo en la segunda parte, dedicado más a correr buscando sombras que a otras cosas.

Pese a todo, el partido tuvo el buen sabor, no del fútbol, sí de algunas actuaciones y, sobre todo, la recuperación de Ximo Navarro para la causa, tras siete meses inactivo, y que se lució en el 81 con un disparo que hizo que Rubén Blanco se tuviera que lucir. El del lateral diestro es el primer refuerzo de invierno para una UD Almería al que le pasó lo que al de la lotería. Sin echar es difícil que te toque el premio. Sin disparar, salvo que lo marque el rival en propia meta, no llegan los goles.

Con las cosas claras

Joan Carrillo planteó un partido en el que había, tal y como avisó, muchos jugadores poco habituales como Antonio Marín, Míchel Zabaco, Adri, que volvía después de lesionarse en la cuarta jornada en Lugo, José Ángel o Antonio Puertas. Y lo hizo bien en el inicio del encuentro y casi se podría decir que durante el desarrollo de la primera parte, ante un Celta con muchas novedades, muy parecido al que jugó en la ida, aunque con cambios porque situó a Pape Cheikh como lateral diestro y a Daniel Wass en la de interior, como 'cómplice' del chileno Pablo 'Tucu' Hernández.

El Almería salió valiente, con una defensa adelantada, tratando de evitar comodidades para un Celta que abría bien el campo para crear espacios, que no los tuvo en el inicio porque el Almería se replegaba bien y con las líneas muy juntas para no sufrir, que no lo hizo en el primer cuarto de hora de partido porque el Celta no consiguió mirar a la portería de Julían Cuesta en ese tramo de partido.

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El Almería subió de vez en cuando y, en el minuto 9, remató Cristian Herrera una falta lanzada por Eldin Hadzic, aunque el cabezazo del delantero canario se fue fuera, sin que pudiera llegar al remate Adri Castellano, que había acompañado la jugada.

El conjunto de Eduardo 'Toto' Berizzo apareció en el minuto 16. Lo hizo a balón parado, en un saque de esquina de Daniel Wass que remató Cabral y que hizo que Julián Cuesta tuviera que lucirse para impedir que llegara el primer gol del partido para el conjunto celeste.

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Creando incomodidad

De todas formas, no estaba cómodo el equipo de Berizzo ante una UD Almería que lo intentaba con fútbol a la contra. Así, en el minuto 20, una jugada individual de Antonio Puertas, que se fue de tres, acabó con pase para Cristian Herrera, aunque se anticipó Pape Cheikh para evitar el pase.

Insistió el equipo celeste, con disparos de Señé, por encima del larguero, como el del minuto 28 de Drazic, pero el Almería, que jugaba bien sin balón, buscó la contra como único recurso. En el minuo 30, Cristian Herrera tuvo la opción para marcar. La acción fue un pase entre líneas para Antonio Marín que el de Benalúa puso al segundo palo y el delantero rojiblanco remató, pero al lateral de la red.

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El Almería mantuvo el tipo, dando una buena imagen y manteniendo el pulso frente a un Celta que pretendía salir con el balón controlado y que tenía los mismos problemas que la UD Almería, que llegaba pero no controlaba la acción en el último pase, motivo por el que los rojiblancos desaprovecharon un par de buenas llegadas, la última con un centro de Cristian Herrera que no pudo rematar nadie, en el minuto 32. Además, en el minuto 37, el intento fue de Fatau que aprovechó un pase de Fran Vélez para disparar ajustado al poste, pero fuera.

A perseguir balón

Pero cuando mejor estaba jugado el equipo, una falta de Fran Vélez fuera del área -a poco más de diez metros de la frontal- sobre el sueco Guidetti puso el partido en contra porque Daniel Wass lanzó la falta y Julián Cuesta, que tocó el balón y que pudo hacer más, vio cómo el Celta inauguraba el marcador y provocaba cierta descomposición en los de Joan Carrillo en los últimos cinco minutos de la primera parte.

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En el inicio de la segunda parte, Joan Carrillo optó por dar entrada a Jonathan Zongo, que salió por la derecha, en lugar de Lolo Reyes, situándose José Ángel como acompañante de Fatau en el centro del campo. El problema fue el de siempre, como en los toros, cuando hay toros no hay toreros y cuando hay toreros no hay toros. Cuando no era por el centro era por el remate. En el minuto 48, la ocasión fue mal firmada por Cristian Herrera, tras una jugada con pase de Hadzic, que acabó en el lateral de la red. El Celta había tenido la suya, dos minutos antes, pero Míchel Zabaco salió al cruce para 'nublar' el panorama.

El Almería, de todas formas, no fue el mismo de la primera parte en la que, pese a no tener 'efectividad' en las áreas -ni en la propia, ni en la ajena-, mantuvo el tipo. Pero en la segunda parte, la tarea fue la de perseguir un balón siempre manejado por el Celta, producto de las pérdidas continuas de los rojiblancos, a los que le duraba un suspiro la posesión.

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Eso sí, cuando pudo, pisó el área y lo hizo con opciones. En el minuto 64, incluso, Jonathan Zongo pudo ser objeto de un penalti, derribado por Pape Cheikh, pero Jaime Latre no sancionó nada.

El partido ya estaba sin ritmo, controlado por el Celta y con un Almería que seguía intentándolo, pero sin acierto en los metros finales, carente de acierto en el pase y también en el disparo, perdido el juego entre los minutos de inactividad por los cambios y con poco más, salvo el disparo de Ximo Navarro, en el minuto 81, que detuvo con algo de dificultades Rubén Blanco, en la última ocasión de un partido 'desnivelado', con el marcador a favor del más fuerte y las sensaciones reforzadas de quien iba a buscar eso como premio, aunque sin saber manejarse en las áreas, sobre todo en la contraria.

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