Morilla Turrión 'VARa' los sueños de la UD Almería
Una falta de Anuar sobre Bonini la 'resuelve' el navarro con una acción 'irrisoria' sacándose de la manga, como un Juan Tamariz de época, una pena máxima que acaba derrotando al Almería
Dos meses y nueve partidos después, el equipo volvió a quedarse sin sumar en un partido que había dominado y en el que incluso se ... había mostrado como protagonista. La polémica llegó con un penalti señalado por Morilla Turrión que no existió. Bonini despejó el balón y dentro del área Anuar se cruzó con el central italiano, apenas un contacto en el hombro que acabó con Anuar llevándose al indálico al suelo. El árbitro, sin recurrir al VAR, señaló la pena máxima, de la que se extrañó hasta el técnico local. La sensación fue la de un sueño detenido por una decisión que rompió el ritmo del equipo y condicionó el resultado, convirtiendo un partido que podía haberse ganado en una derrota injusta.
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AD Ceuta:
Guille Vallejo;Anuar (Diego González, m. 96), Carlos Hernández, Yago Cantero, José Matos; Kuki Zalazar (Capa, m. 86), Yann Bodiger (Carlos Redru, m. 96), Rubén Díez;Aisar Ahmed, Marcos Fernández y Konrad de la Fuente (Koné, m. 86).
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UD Almería:
Andrés Fernández; Daijiro Chirino, Nelson Monte, Aridane, Federico Bonini (Stefan Dzodic, m. 91), Álex Muñoz (Álex Centelles, m. 86); André Horta (Thalys, m. 86), Iddirsu Baba (Dion Lopy, m. 86); Leo Baptistao (Arnau Puigmal, m. 73), Sergio Arribas,Adrián Embarba, y Patrick Soko.
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Goles: 1-0, m. 2: Kuki Salazar. 1-1, m. 36: Adrián Embarba. 1-1, m. 61: Sergio Arribas. 3-2, m. 82: Rubén Díez, de penalti.
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Árbitro: Morilla Turrión, navarro, auxiliado en el VAR por el castellano-leonés De la Fuente Ramos, Amonestó al local Rubén Díez (m. 45+1), Anuar (m. 70), Yann Bodiger (m. 73) y a los visitantes Dzodic (m. 34), Lopy (m. 45+7), Federico Bonini (m. 79), Nelson Monte (m. 81) y Adrián Embarba (m. 86).
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Incidencias: Partido de la jornada decimotercera del Campeonato de Liga de Segunda A, Liga Hypermotion, celebrado en el Alfonso Murube del que se disputaron los segundos 45 minutos, tras suspenderse el partido al término de la primera parte, el pasado 9 de noviembre. Antes del inicio, Embarba colocó un ramo de flores en el fondo en el que se sentaba Manuel, el aficionado ceutí fallecido.
A pesar del mazazo, el equipo buscó reaccionar, pero cada intento se vio empañado por la frustración de la acción anterior. La falta de revisión del VAR hizo que la polémica se convirtiera en el factor decisivo y cada acercamiento al área rival estuvo cargado de tensión y desesperación. El penalti señalado dejó claro que, más allá de la voluntad y la entrega sobre el césped, los errores externos podían 'VARar' los sueños del equipo, truncando la posibilidad de sumar y dejando una sensación amarga que dominó el cierre del encuentro.
Hace dos semanas
El encuentro suspendido el pasado 9 de noviembre comenzó de la peor manera posible para la UDA, que en el m. 2 sufrió el primer golpe tras una pérdida de balón de Chirino que permitió al Ceuta adelantarse. Ese planteamiento, habitual en el Alfonso Murube esta temporada, dificultó la salida de balón rojiblanca y generó constantes situaciones de riesgo. Aun así, el Almería logró reaccionar y, en el m. 7, dispuso de su primera llegada clara, aunque la acción se invalidó erróneamente por fuera de juego. A medida que avanzaron los minutos, el conjunto indálico comenzó a tener más posesión, aunque las pérdidas seguían comprometiendo su estabilidad defensiva. El encuentro se detuvo alrededor de diez minutos debido a la indisposición de un aficionado en la grada, pero al reanudarse el Ceuta continuó generando peligro, obligando a Andrés Fernández a intervenir en varias ocasiones para evitar un marcador más amplio.
El Almería encontró un respiro en el 35, cuando un lanzamiento de falta ejecutado por Adrián Embarba sorprendió a Guille Vallejo tras botar irregularmente en el césped, situando el 1-1 en el marcador. Ese tanto dio impulso al equipo rojiblanco, que comenzó a encadenar acciones peligrosas con disparos desde media distancia y llegadas laterales, como la protagonizada por Chirino tras un robo de Soko. A pesar de que el Ceuta mantenía su presión en campo contrario, los indálicos supieron aprovechar los espacios generados por la falta de intensidad defensiva del rival. Sin embargo, los errores individuales continuaron condicionando el encuentro, especialmente en el tiempo añadido de la primera parte, cuando una pérdida de Nelson Monte generó una ocasión clarísima para Marcos Fernández que no concretó.
En los últimos instantes del primer tiempo, el partido se volvió aún más abierto y descontrolado, con imprecisiones de ambos lados que daban lugar a oportunidades constantes. El Almería estuvo cerca de adelantarse justo antes del descanso en un potente disparo de Dion Lopy que Guille Vallejo no pudo blocar, quedando el balón suelto para un posible remate de Embarba. La acción evidenció tanto la capacidad del cuadro indálico para generar peligro mediante acciones directas como la fragilidad del Ceuta ante este tipo de ataques. El cierre de la primera mitad también dejó una jugada polémica, con una entrada de Kuki Salazar que pudo costarle la tarjeta. La sensación general era la de un partido intenso, marcado más por errores forzados, presión alta y transiciones rápidas que por un dominio claro o por un fútbol elaborado, dejando la segunda parte abierta a cualquier desenlace.
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Como en la primera parte
Para la reanudación del partido, José Juan Romero sólo introdujo la presencia de Bodiger en lugar del exrojiblanco Youness, manteniendo prácticamente intacto el bloque que había mostrado tanta intensidad en el primer acto. En el otro banquillo, Rubi afrontó una situación más compleja, ya que se quedó sin los centrocampistas Dzodic y Lopy –ambos 'avisados' con tarjetas–, además de perder a Nico Melamed por lesión.
Esto obligó a rediseñar el centro del campo con la entrada de André Horta e Iddrisu Baba, incorporando además a Baptistao por la derecha, mientras Adrián Embarba pasó a ocupar la banda izquierda. Con estos movimientos, el Almería trataba de ganar fluidez ofensiva, necesaria ante un rival que había hecho daño presionando muy arriba. Desde los primeros compases quedó claro que la reanudación mantenía la misma tónica del inicio, con ritmo elevado, transiciones constantes y una lucha permanente por el dominio territorial. El Almería, más activo y con mayor intención de jugar hacia adelante, dio un primer aviso en el 48 con un intento de Embarba que la defensa ceutí desvió con apuros, reflejando que el segundo tiempo pasaba por las botas rojiblancas.
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Sin embargo, el Ceuta seguía fiel a su plan, dejando menos balón al rival, pero buscando ser vertical y contundente en sus llegadas. Así lo demostró en el minuto 51, cuando un potente disparo de Yann Bodiger obligó a Andrés Fernández a intervenir desviando a córner. Apenas un minuto después, en el 52, llegó el golpe más duro, una pérdida de Chirino permitió a Marcos Fernández avanzar sin oposición y ejecutar un disparo ajustado al palo izquierdo que devolvía la ventaja al conjunto local, repitiendo un patrón similar al del inicio del partido.
Acción-reacción
Lejos de venirse abajo tras el tanto encajado, la UD Almería buscó responder con rapidez, intentando reinstalarse en el área rival antes de que el Ceuta pudiera asentarse tras el gol. En una de las primeras jugadas posteriores al 2-1, un disparo de Baba terminó en córner, preludio de una fase del encuentro en la que los rojiblancos intensificaron su presencia ofensiva. En el 58, Sergio Arribas se sacó un poderoso disparo con trayectoria de parábola directo a la escuadra, obligando a Guille Vallejo a para evitar el empate. Fue un aviso serio y un síntoma de que el Almería comenzaba a carburar pese al mazazo reciente. Esa sensación se confirmó apenas tres minutos después, en el 61, cuando un disparo de Chirino, que fue desviado por un defensor, generó un rechace comprometido que Vallejo despejó como pudo. El balón cayó hacia el costado izquierdo, donde apareció Embarba para colocar un centro que Sergio Arribas remató de cabeza, culminando una acción que mezcló insistencia, oportunidad y determinación. Ese gol no solo igualó el marcador, sino que devolvió al Almería la confianza perdida, activando al equipo en todas sus líneas y obligando al Ceuta a retroceder unos metros ante la intensidad indálica.
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La UD Almería se había reactivado por completo, y el encuentro entró en una fase de dominio rojiblanco que revelaba una clara intención de darle la vuelta al marcador. En el minuto 62, un centro de Patrick Soko se paseó por el área sin encontrar rematador, acción que estuvo cerca de convertirse en el tercero para los visitantes. Un minuto después, en el 63, Adrián Embarba volvió a generar peligro desde la izquierda con un disparo cruzado, con rosca, que por muy poco no sorprendió a Guille Vallejo, quien tuvo que extremar su atención ante la creciente actividad ofensiva del Almería. Cada ataque rojiblanco parecía acercar más al conjunto de Rubi a un posible gol que hiciera justicia al empuje mostrado tras el empate, mientras el Ceuta trataba de reorganizarse para contener el ímpetu de un rival que había encontrado ritmo, precisión y velocidad en el momento decisivo del partido.
Realidad virtual
Con el partido igualado y el Ceuta entrando al área rojiblanca, a la salida de un córner, en el 79, Anuar se llevó al suelo a Bonini, tras un 'intercambio' de pareceres dentro del área y Morilla Turrión se 'sacó' un penalti de la 'chistera'. Lo lanzó Rubén Díez que engañó a Andrés Fernández para poner el 3-2. Una acción en la que pudo 'pecar' de inocente el central italiano, que picó el anzuelo, como el árbitro, con Anuar que no vio ni Morilla Turrión, pero que ratificó un VAR que ayer sí hubo en el Murube y que no 'estuvo' en Riazor para el Ceuta, 'desatando' los lloros de José Juan Romero, al que le pitaban en contra por ser el Ceuta, salvo cuando juega contra la UDA.
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Rubi, que había introducido a Arnau, mediada la segunda parte, en lugar de Baptistao, introdujo a Centelles, Thalys y Lopy, primero, y con la entrada de Dzocic en lugar de Bonini defendió con tres, con un ataque casi frontal en busca de lograr el empate, pero con centros incómodos, pero con mucho más corazón que cabeza para no conseguir el propósito de ganar o, al menos, no perder. No lo logró por ser demasiado previsible, dejando en nueve la racha de partidos sin perder.
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