Lucas Robertone, el corazón que hace latir a la UD Almería

El reciente encuentro frente al Sporting fue una prueba más del impacto que tiene Robertone en el equipo. A pesar del resultado final, un empate 1-1 que dejó un sabor agridulce, su actuación destacó tanto por su intensidad como por su claridad en el análisis del juego. La polémica se centró en una expulsión en los últimos minutos del partido, una decisión que, según Robertone, influyó en el desenlace, tal y como dijo en UDARadio. «No sé si es una falta tan clara como para una segunda amarilla y eso es lo que un poco protestábamos. Creo que no la iba a cobrar porque no la consideraba falta y luego de un par de segundos la cobra y termina expulsando. Creo que eso cambió los últimos minutos del partido», expresó el argentino.

Al margen de la polémica

Esta capacidad de leer el juego no se limita a las polémicas. Desde el inicio del encuentro, el equipo tuvo que enfrentarse a un Sporting que salió con intensidad, presionando alto y generando numerosas jugadas a balón parado. Sin embargo, Robertone fue clave para que el Almería recuperara el control. «En esos primeros minutos ellos empezaron con un buen ritmo, apretando arriba, generando muchos tiros de esquina y eso hacía que pareciera que estábamos un poco incómodos», explicó. Poco a poco, el equipo se asentó y el argentino lideró esa transición hacia un juego más competitivo, demostrando que el Almería tiene capacidad de reacción incluso en escenarios complicados.

El gol de Luis Suárez fue uno de los momentos cumbre del partido y Robertone tuvo un papel fundamental. Con su característica presión alta, recuperó un balón cerca del área rival, desencadenando la jugada que culminó con el tanto. La celebración que siguió fue una de las imágenes más emotivas, una explosión de rabia, impotencia y unión que reflejó el espíritu del equipo. «Ahí se vio esta rabia, esta impotencia que tiene el equipo por el momento. Algo que nos habíamos planteado era que en las primeras partes estábamos por ahí perdiendo los partidos o empezando perdiendo y se nos hacía cuesta arriba. Al empezar ganando un partido en un campo tan difícil, el equipo lo celebró así. A mí la verdad que me gustó mucho porque demuestra que el equipo tiene eso adentro todavía, que lo quiere sacar», comentó Robertone.

El argentino no sólo destaca por su intensidad en el campo, sino también por su mentalidad. A pesar de las dificultades, mantiene una perspectiva optimista y realista sobre el presente del equipo. «Creo que también un poco el momento marca la pizca de suerte que ahora no estamos teniendo, que dos o tres jugadas muy claras sacan en la línea. La última de Luis, en el final, esas jugadas en otro momento entraban, en este momento no están entrando, pero creo que hay que seguir porque esto es muy largo. Sabemos que va a ser muy difícil, hay muchos equipos en la pelea y eso hace que esta racha mala no sea tan mala porque seguimos ahí», señaló.

Algo más

Robertone es mucho más que un centrocampista. Es el motor que impulsa a la UDA, conecta líneas, rompe esquemas rivales y aporta equilibrio. Su habilidad para leer el juego, su entrega en cada balón dividido y su liderazgo silencioso lo han convertido en un pilar indispensable. Pero más allá de sus cualidades futbolísticas, destaca por su carácter: un jugador que, incluso en los momentos más complicados, no se rinde y empuja a la lucha.

De cara al próximo encuentro contra el Málaga, será una de las claves. El equipo tiene la oportunidad de revertir la dinámica y sumar tres puntos importantes en su lucha por escalar posiciones. Con Robertone liderando desde el mediocampo, el Almería tiene motivos para creer. Recuperando el ritmo, Lucas está demostrando que es el corazón de este equipo, capaz de marcar la diferencia como piedra angular.

En un fútbol donde muchas veces se valora únicamente el gol o el resultado final, el papel de Robertone es un recordatorio de la importancia de los que construyen desde la base, que trabajan en silencio y que, con su entrega y calidad, son el alma de su equipo. Su momento ha llegado, y el Almería lo sabe: con Lucas en su mejor versión, cualquier meta parece alcanzable.