El libro de estilo de Bordalás aparece en Almería

El Getafe es, por encima de todo, un colectivo muy bien trabajado. Solidez máxima y un trabajo táctico impecable. Saben que sus opciones de victoria se construyen desde atrás y eso no se negocia. El juego bonito queda para otros. El 'Geta' apuesta por la sobriedad y la practicidad. Tácticamente están muy bien trabajados. Eso del 'tiqui taca' no va con ellos. Muy al contrario, buscan siempre el juego directo, muy vertical y en apariencia sencillo.

Sistema de juego

Bordalás suele utilizar un dibujo 1-4-4-2 en el que se busca fortaleza en la zona ancha y equilibrio en todas las áreas del campo. No están más desequilibrados en unas zonas que en otras. Es perfectamente simétrico. En el Getafe todo es equilibrio. Por ambos lados. En ataque y en defensa. Los costados son armas muy utilizadas precisamente porque le permiten apostar por llegadas rápidas y también directas, con centros laterales constantes en busca de remates directos y segundas jugadas. La movilidad de los hombres del centro del campo es esencial para decidir la banda a utilizar sin renunciar, obviamente, a pases directos entre líneas. Pero el 'Geta' no es de marear mucho la jugada en busca de desgastar al rival a base de posesión.

A los de Bordalás les 'gusta' más apretar al adversario con una defensa avanzada en la que los centrocampistas realizan una labor fundamental. De los pivotes defensivos siempre uno de ellos acompaña a los dos delanteros en la presión alta mientras el segundo hace de 'pegamento' con la línea defensiva, también adelantada, evitando así huecos peligrosos y dando un serio equilibrio al equipo.

Los rivales coinciden al quejarse de que los azulones juegan al borde del reglamento. Puede ser. En cualquier caso, están en el borde interior porque no suelen pasar la línea, aunque tengan fama de ello. También es una realidad que en un fútbol tan técnico, como el español, el estilo aguerrido y fuerte azulón choca con la idiosincrasia de la Liga, pero eso no les convierte en 'carniceros', como algunos entienden, sino en un equipo de autor que apuesta por ese 'otro fútbol' del que hablaba Camacho.

La fórmula es elemental y, visto lo visto, para un equipo humilde casi magistral. El fútbol directo y en apariencia simple, aguerrido hasta donde le es permitido, sin florituras y con un enorme y solidario esfuerzo colectivo, es la tarjeta de presentación de un equipo que utiliza en ataque las armas que más daño están haciendo a la UDA, como son los centros al área. Además, las jugadas a balón parado, bien estudiadas durante la semana, son otra de las alternativas muy interiorizadas, a sabiendas de que su modo de entender el juego nos les dará un elevado número de oportunidades de llegar al área rival. Por eso aprovechan y trabajan mucho esa faceta, así como los balones directos al área.

Algunas variaciones que hace Bordalás con cierta frecuencia modifican su habitual 1-4-4-2 en un 1-4-2-3-1 o un 1-4-3-3. Pero la filosofía es la misma en todos.

Frente a la UDA, como ante los demás rivales, no tendrán los getafenses especial interés por la posesión del balón, como queda dicho. Muy al contrario, se sienten cómodos viendo cómo los adversarios se desesperan buscando algún agujero en su entramado defensivo. El resto, ataques rápidos, transiciones veloces y juego directo, escriben el libreto con el que el Getafe, una vez más, ha vuelto a firmar una gran temporada.