¿Quién está bajando los brazos y por qué?
El remate. ·
«Lo que queda por delante no es sólo una cuestión de puntos, sino de orgullo. De saber si este equipo está dispuesto a pelear por algo más que una posición en la tabla clasificatoria»Cuando un equipo se apaga, las cuentas ya no importan. Hay rachas que se explican por el calendario, por las lesiones, por el cansancio. Pero ... lo que le está ocurriendo a la UD Almería no parece tener que ver con eso. Hay algo más. Algo que no se ve en los mapas de calor ni en las estadísticas. Algo que se intuye en cada partido que empieza con esperanza y termina con resignación. Y ya van siete a domicilio casi siempre idénticos.
Publicidad
El equipo no compite como debería. No juega mal siempre, pero juega sin alma. Los partidos se alargan como una rutina, sin una chispa de rebeldía. Y cuando eso ocurre en plena carrera por el ascenso, las preguntas ya no tienen que ver con lo táctico, sino con lo emocional. Con lo interno. Con lo invisible.
El regreso de Rubi, que fue recibido como una señal de reconexión con el pasado reciente, no ha tenido el efecto esperado. El equipo no reacciona. El vestuario parece sordo. Las ideas no calan. Y lo más preocupante: los jugadores que deberían marcar el ritmo, que deberían sostener al grupo, aparecen cada vez menos. Como si estuvieran desconectados del objetivo, como si el ascenso fuera una obligación impuesta y no una ambición compartida.
No hace falta una rebelión para que un equipo se caiga. A veces basta con dejar de creer. Con bajar un poco la intensidad. Con no correr ese metro extra. Con no levantar la voz en el vestuario. Lo justo para que todo parezca normal, pero ya no lo sea.
Publicidad
El Almería se está alejando del ascenso no porque le falten recursos, sino porque le falta alma. Y eso no se entrena. Eso se tiene o se pierde. Lo que queda por delante no es sólo una cuestión de puntos, sino de orgullo. De saber si este equipo está dispuesto a pelear por algo más que una posición en la tabla clasificatoria.
Porque si no lo está, el final ya no será frustrante. Será predecible.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión