La Liga de los tontos

Decía Joaquín Sabina aquello de que 'al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver'. Y resulta que la UDA, hasta la fecha, sí que está tratando con todas sus fuerzas de volver a ese lugar donde rebosó ilusión, bienestar y felicidad. O sea, a Segunda.

Total, que volviendo al nuevo formato para la esperanza, la liga de los tontos, en ella la UDA debe centrar sus esfuerzos que consisten en tratar de sumar sólo un poquito más que los demás desgraciados y desear con todas las fuerzas que ellos no lo hagan. De hecho, uno de los deseos más extendidos entre los equipos menos agraciados de la competición es que los rojiblancos sigan dándoles alegrías. Como el Elche el pasado año, sin ir más lejos. Entonces los alicantinos nos tenían a todos muy aliviados sabiendo que sólo había dos plazas de descenso porque una se la habían quedado en propiedad. Pues lo mismo esta temporada, pero nosotros.

El caso es que la UDA y su triste penar encuentra consuelo en Granada, Vigo y hasta en Vitoria y Mallorca. En estos lugares también andan preocupados mirando que otros le hagan el trabajo que ellos no consiguen. En esa liga de los tontos el Almería es el más popular y el que más alivio ofrece al prójimo. Aceptar antes que el resto la pertenencia a esa pequeña competición dentro de otra mayor, puede ser una ventaja emocional. Porque estar en Primera da glamour y caché y asumir que uno no es merecedor de nada más que de las sobras de ese privilegio, puede suponer el primer paso para quitarse una losa de encima y jugar más sueltos, sin miedo a las risas ajenas, a la soberbia del rival, a la indiferencia mediática.

El refranero español, rico e inteligente aunque tristemente en desuso, le regala a la UDA un lacónico 'dame pan y dime tonto' que debe ser el libro de estilo de su nueva realidad. Sumar puntos aún afeando el fútbol y enviar energía negativa a los implicados en la liga de los tontos es, si se produjera, la mayor bendición que podría suceder. No es tiempo para el pudor. Sí para el sudor. Aunque huela.