La voz de Turki

Centrémonos. Comoquiera que este lugar en la tabla de Primera División ya lo conocemos de memoria y sabemos en qué acaba, pues como que nos va haciendo falta que alguien con poder de convicción nos haga un injerto de positivismo en la masa gris. Y sólo 'Él', nuestra luz de guía oriental, está llamado a obrar el milagro de convertirnos a la fe del pensamiento positivo, de la autoestima, de la convicción y de la esperanza en un futuro mejor. Hace tanto que no nos habla que tenemos sed de su verbo. Aunque sea a través de un intérprete, qué más nos da, si oímos su voz sanadora que nos alivie la aflicción de la oscuridad del pozo profundo al que hemos caído asumiendo nuestra suerte con resignación...de la que sea.

Vamos, que en Almería ya estamos viéndole las orejas al lobo y ahora que Mohamed ha presentado el proyecto de ciudad deportiva o de 'La Academia', que suena más chulo e intelectual, aunque se trate de enseñar a pegar patadas al fin y al cabo, pues no queremos quedarnos con las ganas de todo lo bueno anunciado y conformarnos con abrir, de nuevo, otra cuenta 'Smartbank'.

Lo de Europa, como promesa del trienio en curso, vamos a dejarlo aparcado. Nunca se lo echaremos en cara porque, mira por dónde, la Segunda División española también es Europa, ¿no? Pues eso, que vamos a relajar esa pretensión que siempre la tendremos a mano y centremos el esfuerzo colectivo en apoyar a Rubi y sus chicos para repetir tardes como la del Barça ante los cuatro o cinco rivales que nos vienen y que son de nuestra liga de sufridores. Pero para eso necesitamos, como afición, el aliento de nuestro amado líder. Lleva demasiado tiempo sin dirigirse a nosotros de forma directa y eso nos aflige. Tampoco lo hace a través de su altavoz con subwoofer integrado, Mohamed, que con su voz de faraón, además de acojonar al representante de Pacheco, también nos hace sentir seguros y protegidos.

Háblanos, oh, amado líder.