Odio a Murphy

Total, que así estamos. Hace una semana como locos porque los 39 puntos podían ser suficientes y hasta nos podría sobrar alguna jornada, siempre que se diera la lógica en un par de partidos de los muchos que se jugaban en otros campos y, sin embargo, ahora desesperados porque el cachondo de Murphy se está echando unas risas a nuestra costa. Total, que nuestro gozo en un pozo. De momento sólo nuestro gozo. No refiramos el pozo en vano.

El caso es que nuestro odiado Murphy, además, ha querido que la UDA se juegue su renovación en Primera sin delanteros. Y para mayor gracejo del muchacho, lo hace en una temporada en la que comenzamos con Sadiq, seguimos con El Bilal y, hasta hace un rato, continuábamos con Baptistao y Suárez. Jugadorazos todos. Y, mira por dónde, a unas horas del partidito contra los de Valladolid, no sabemos quién se va a meter en el área castellana.

'LaLiga', otrora campeonato prestigioso, es ahora un producto calculado en manos de unos traviesos sin pudor que buscan fortuna. Con lo de Vinicius en primer plano informativo, hemos dejado atrás multitud de situaciones que suceden y que convierten a esta liga en algo surrealista. Vale que el Barça, sí, sí, el Barça, se meta el gol de la jornada en propia puerta contra el Valladolid y palme un partido que ganaría diez veces de cada diez. Vale que el Espanyol remonte al Atlético en un partido que palmaría diez de cada diez veces. Vale que el Valencia le gane al Madrid en un partido en el que hubo de todo menos fútbol y que, esta temporada y en otras circunstancias, el Valencia palmaría nueve de cada diez veces. Vale que el Getafe le gane al Betis en Sevilla en un partido que, esta campaña, palmaría en diez de cada diez ocasiones. Pero, oiga, Sr. Murphy, todo ello junto, en un ratito, pues me parece como que es poco serio, ¿no? Porque la culpa se la echamos al bueno de Murphy, no vayamos a meternos en un jardín.

El caso es que, como esto es lo que hay, pues no hay otra cosa. Toca jugar y ganar al Valladolid que, además de tener mejor plantilla y venir con un punto más de moral, tiene delanteros de verdad. Un partido que podía y debía ser la fiesta de la confirmación se va a convertir en una guerra de guerrillas. Y el Almería debe saberlo y actuar en consecuencia. Toca tirarse al barro, tragar arena y morder, sudar y no mirar al mañana.

Pero hay más. El puñetero de Murphy ha buscado la manera de que la UDA, seguramente, se juegue la permanencia fuera de casa. Sí, sí, fuera de casa. El muy canalla. Para mí que se parte de risa gastando estas 'putadillas' porque para los almerienses, esta temporada, jugar lejos del 'Power' y ganar es como intentar mezclar agua con aceite. Una risa, vamos. Y encima con mi amigo Pacheco en la portería del Espanyol. ¡Ay, Señor!

Pero no se vayan todavía que aún hay más. Que me da la risa. Nerviosa, sí, pero risilla al fin y al cabo. Resulta que, como digo, probablemente la UDA se juegue su destino en un estadio en el que hace unos días un puñado de aficionados saltaron las vallas para apalear a los campeones del Barça. Una vergüenza, vamos. Pues ese campo sigue abierto de par en par, oiga. Y allí ira nuestra UDA en modo silencio porque no le queda otra. En fin, que efectivamente «no es fútbol, es LaLiga». La de Negreira y no pasa nada. La del insulto extremo y a veces racista y no pasa nada. La de la invasión violenta de campo y no pasa nada. La de la manipulación probada del VAR y sólo pasa porque a los que manipulan se les descontroló lo de Vinicius. La de la acumulación de goles extraños y resultados inexplicables en un rato y no pasa nada. La del control absoluto y absolutista de cualquiera que se mueva en ella. Un asquillo, vamos. Pero queremos seguir en ella. Qué le vamos a hacer, Murphy de mierda. (Cambie el lector el nombre de Murphy por el que primero le venga a la cabeza. Seguro que coincidimos).