La importancia del 'gol que no entra' para el Almería

Al comparar las tres campañas en las que el Almería logró ascender, queda claro que la capacidad para evitar goles fue un factor decisivo que contribuyó al éxito final. Así, el Almería de Emery firmaría 11 puertas a cero a lo largo del campeonato. El de Javi Gracia, en la 2012/13, clavó esa cifra, si bien es cierto que tuvo dos días más perfectos, en el playoff frente al Girona que entrenaba precisamente Rubi. Éste tiene el récord en la 2021/22, en la que firmó 15 partidos sin encajar, que le valió para ser incluso campeón de Liga.

El titubeo del primer ascenso

En la primera ocasión que la UD Almería alcanzó la máxima categoría del fútbol español, en la temporada 2006/07, el equipo tuvo que superar un arranque complicado. En las primeras ocho jornadas de Liga, el Almería consiguió un total de 10 puntos, repartidos entre tres victorias, un empate y cuatro derrotas. Este inicio no fue el más sólido ni brillante –con tres derrotas en las tres primeras jornadas, ante el Cádiz se la jugaba–, pero a pesar de los altibajos el equipo encontró una base defensiva que les permitió mantenerse en la lucha por el ascenso. A medida que las jornadas avanzaban, el equipo fue ajustando su zaga y logrando victorias clave que le permitieron dar el salto a Primera.

Un dato a destacar de esa temporada es que el Almería no logró mantener la portería a cero hasta la sexta jornada. Fue entonces cuando, en un partido disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, el equipo venció 3-0 al Hércules, logrando así su primera portería imbatida de la campaña. Este hecho marca un punto de inflexión en su temporada, ya que a partir de ese momento, la defensa del equipo comenzó a mejorar de forma notable. La importancia de ese primer 'cero' en el marcador rival fue inmensa, no sólo por el resultado, sino también porque brindó confianza a un equipo que, hasta ese momento, había tenido dificultades para encontrar la estabilidad defensiva necesaria.

Mantener la portería a cero en momentos clave permitió a la UDAconstruir victorias basadas en la solidez y en aprovechar las oportunidades ofensivas. Este patrón fue el que les permitió ascender a Primera por primera vez en su historia. No fue una campaña en la que el equipo destacara por tener una defensa impenetrable, pero mejoraron con el paso de las jornadas, logrando el equilibrio necesario para competir al más alto nivel.

El sólido segundo ascenso

El segundo ascenso a la máxima categoría llegó en la temporada 2012/13, bajo la dirección de Javi Gracia, un entrenador conocido por su rigor táctico y su capacidad para sacar el máximo rendimiento de sus equipos. A diferencia del primer ascenso, esta temporada presentó un inicio mucho más sólido para el equipo. En las primeras ocho jornadas, el Almería logró cinco victorias, dos empates y tan sólo sufrió una derrota, la cual llegó en la Nova Creu Alta de Sabadell. Este arranque les permitió posicionarse como uno de los equipos más fuertes de la competición.

Una de las claves del éxito en este tramo inicial fue, sin duda, la capacidad para mantener la portería a cero en varias ocasiones. En las primeras ocho jornadas, logró tres partidos sin encajar goles, un logro notable que fue fundamental para construir su buena racha. Las victorias por 1-0 contra el Real Madrid Castilla y el 4-0 ante el Guadalajara son ejemplos de cómo el equipo logró imponer su dominio tanto en defensa como en ataque. Además, también lograron empatar a cero con el Hércules, demostrando que podían mantener su arco imbatido tanto en casa como a domicilio.

La diferencia en comparación con el primer ascenso radica en la solidez defensiva desde el principio. Mientras que en la 2006/07 el equipo tardó en encontrar su estabilidad atrás, en 2012/13, el conjunto de Javi Gracia supo construir su éxito desde la retaguardia desde el inicio. Esta capacidad para cerrar los partidos sin encajar les permitió acumular puntos valiosos en su camino al ascenso.

El estilo de juego de Gracia, basado en el orden y la disciplina táctica, fue fundamental para que el Almería fuera un equipo difícil de batir. Las tres puertas a cero logradas en las primeras ocho jornadas reflejan la capacidad defensiva del equipo, pero también la importancia de un trabajo colectivo bien estructurado. La defensa no sólo depende de los cuatro de la zaga, sino de todo el equipo, algo que quedó patente en ese segundo ascenso.

El ambicioso tercer ascenso

El tercer ascenso del Almería a Primera División llegó en la temporada 2021/22, con Rubi como entrenador. Esta campaña, sin duda, marcó el mejor arranque de las tres que culminaron en ascenso. En las primeras ocho jornadas, el equipo consiguió un total de 18 puntos, resultado de seis victorias y dos empates, manteniéndose invicto hasta ese momento. A diferencia de las temporadas anteriores, en esta ocasión el Almería demostró una capacidad extraordinaria para ganar partidos desde el principio, lo que les permitió tomar una posición destacada en la tabla desde el inicio.

Al igual que en las anteriores campañas de ascenso, la defensa fue un pilar clave para el éxito del equipo. En las primeras ocho jornadas, el Almería logró mantener la portería a cero en dos ocasiones, en los encuentros frente al Málaga (2-0) y en Alcorcón (0-4). Estos resultados fueron cruciales para consolidar la confianza del equipo en defensa y para permitir que el ataque funcionara con mayor libertad. Como el actual, se hablaba del mejor equipo de la competición. Rubi supo encontrar el equilibrio perfecto entre una defensa sólida y un ataque eficaz, lo que permitió al Almería dominar los partidos y obtener resultados positivos de manera consistente.

La clave de este tercer ascenso no sólo estuvo en la capacidad de mantener la portería a cero, sino también en la regularidad con la que el equipo fue capaz de obtener victorias. Mantener una defensa impenetrable fue importante, pero Rubi también supo aprovechar el talento ofensivo de sus jugadores para asegurar que el equipo siempre tuviera opciones de ganar. Este equilibrio entre defensa y ataque es lo que distingue a los equipos que logran el éxito en una temporada larga y competitiva como la Segunda española.

Factor decisivo

La comparación de estos tres ascensos deja claro que, aunque las circunstancias de cada temporada fueron diferentes, hay un factor común determinante en el éxito de la UDA que es la capacidad para cerrar la portería. La defensa sólida ha sido una constante en las campañas que han culminado en ascenso y es un aspecto que no se puede subestimar. Evitar que el rival marque asegura no perder, pero también permite que los atacantes jueguen con menos presión y puedan concentrarse en crear oportunidades para ganar.

Mantener la portería imbatida es una señal de equipo bien organizado, en el que todos los jugadores están comprometidos en defensa. Desde los delanteros hasta el portero, cada jugador ejerce un papel importante en asegurarse de que el rival no tenga oportunidades claras para marcar. Este tipo de mentalidad es la que ha permitido al Almería alcanzar el éxito en tres ocasiones y será clave para que puedan seguir compitiendo al más alto nivel en el futuro.

Este curso, el Almería ha logrado ya su segunda portería a cero, lo que refleja que sigue el mismo camino que en las campañas de ascenso anteriores. Si mantiene esta solidez defensiva y continuar construyendo sobre esta base, no cabe duda de que estarán en una posición favorable para luchar por objetivos ambiciosos una vez más.