Gonzalo Melero habla con autocrítica del empate del Almería

Ahora, para lo que viene toca aprender, hacer bueno el punto ganando a la Real, primero, y ya habrá tiempo para pensar en nuevos retos. Pero sí hay que tener muy en mente lo sucedido en Cádiz porque, para un jugador que ha caído bien en el equipo –«estoy muy agradecido. Por redes y por la ciudad me muestran su apoyo y también es importante para mí que el trabajo está dando sus frutos», señaló a los servicios de comunicación de la entidad indálica»–, hay lecciones que deben aprender los miembros de la plantilla como son «estar más precisos en los siguientes partidos y aprender a cerrar los partidos».

El rojiblanco habló sobre la imagen del equipo en Cádiz. «Creo que fue un partido muy bueno, muy completo por parte de todo el equipo», aunque lamentó que «apenas tuvimos un despiste que nos costó los tres puntos» para dar una versión de insatisfacción «con el punto porque íbamos a por los tres, porque creo que hicimos un partido para llevarnos los tres puntos, pero también contentos porque creo que el equipo también dio una buena versión, creo que estamos trabajando en el camino correcto. Ahora tenemos dos partidos en casa, sabemos que van a ser difíciles, contra dos rivales de entidad, pero, con la racha que tenemos, con muchas ganas de volver a nuestro estadio, con nuestra afición, confiamos en obtener buenos resultados».

De la cita en el Nuevo Mirandilla se sacan lecturas que deben ser aceptadas como lecciones. «Todos los equipos aprietan, luchan por seguir en los partidos y a la que tengan un poco de vida saben que en cualquier jugada pueden rascar algo y así fue. Ya te digo que creo que fue una pena que no nos lleváramos los tres puntos, pero creo que también hay que analizar por qué no fue así, aprender y seguir trabajando porque creo que hay muchas cosas positivas y hay que quedarse con ellas».

La 'maldad' o bondad de lo sumado se sabrá con el tiempo. «Ojalá sea así y no nos acordemos de esos dos puntos. Creo que estamos en una buena situación. Hay que valorar cada punto que sumemos, que sabemos que es muy complicado, y hacerlo bueno en casa. Si ganamos aquí el próximo domingo, vamos a dar por bueno ese punto en Cádiz, así que vamos a por ello».

Lo que pasó fue un tópico en este tipo de partidos. Aseguró que Rubi les explicó que «el equipo hizo el partido que tocaba. La primera parte siempre son más disputadas. Creo que así fue, aprovechamos la ocasión del gol y en la segunda parte el equipo jugó como tocaba. Eso sí, no logramos materializar el segundo. Un equipo con vida, en la posición en la que estés, siempre en cualquier momento te puede empatar».

Y jugar así siempre te acerca al objetivo. «Ojalá. Si hay que empatar mejor que sea de esa manera, que no haciendo un mal partido y marcando nosotros en una ocasión aislada. Creo que las sensaciones que dejamos fueron muy buenas, que el equipo está en buena línea y ahora tenemos dos partidos en casa para seguir en esa línea e intentar sacar puntos que nos acerquen a la salvación».

Las heridas, si no se curan pronto, pueden provocar problemas. Por eso, en fútbol, un mal resultado –si el de Cádiz fue malo–, recobra bondad si se gana el siguiente, aunque sea un equipo como la Real Sociedad, que llega en puestos Champions como consecuencia de su buen juego. «Sabemos que la Real está haciendo las cosas muy bien, un equipo que juega al fútbol muy bien, que tiene muchas alternativas, muchos jugadores de gran nivel». De todas formas, Melero confiaba en sus compañeros. «Aquí en casa cualquier rival que ha pasado ha sufrido. Tenemos que seguir pensando en nosotros, haciendo nuestro juego, que también tenemos muchas armas, y seguir en la línea de lo del otro día en Cádiz. Estamos jugando al fútbol muy bien, creo que también tenemos puñales por las bandas que están haciendo mucho daño. Tenemos muchas armas, ellos también lo saben y saben que no va a ser un partido nada fácil».

Una vista que se produce también con motivación. En ese sentido, el indálico apostó por que motivación será «toda la del mundo. Sea el rival que sea, la Real es un buen rival para ganar». Además, apuntaba que «empieza 2023. Queremos hacerlo de la mejor manera, la afición lleva mucho tiempo sin ver un partido de Liga, queremos brindarle los tres puntos y estamos trabajando para que sea así».

A Melero se le nota la bondad cuando habla. Sus palabras son muy sinceras cuando asegura estar «contento» para explicar su estado de ánimo. «Los goles te refuerzan un poco el trabajo que estás haciendo, pero más allá de los goles me quedo con el trabajo, con la ayuda al equipo, con integrarme bien en el club, con los compañeros», aseguró. Lo hizo del mismo modo para globalizar el trabajo de equipo. «Creo que las cosas están saliendo bien, estoy pudiendo ayudar como a mí me gusta y eso es lo principal, estoy cómodo, estoy tranquilo, trabajando bien y poco a poco se va plasmando en el campo».

Y el gol en Cádiz lo explicó sencillamente. «Iba acompañando la jugada, tiré un desmarque pensando que Leo me la podía dar, él decidió chutar, se me quedó el balón dentro del área y solo pensé en reventarla. Fuera a donde fuera, que cogiera puerta y es la única manera que había de que entrara y así fue».

Es el resultado a un trabajo que tiene a su padre como 'observador' –ayer estaba en el entrenamiento–. «Siempre nos metemos un poco de caña. Él lo que quiere es que me divierta, que disfrute del día a día, de los partidos, de lo que estoy viviendo, que es muy bonito jugar en Primera División y más que meterme caña lo disfrutamos, nos reímos, lo comentamos, pero siempre desde el disfrute».