El Girona gana por aplastamiento
El rival ·
Los catalanes, con un fútbol que deslumbra por su fluidez, vistosidad y eficacia, son el único dispuesto a discutir el campeonato de liga al Real MadridJavier Gómez Granados
Sábado, 13 de enero 2024, 22:26
No hace mucho tiempo atrás, más bien poco, el Girona era un rival directo de la UD Almería. Incluso podría decirse que con perspectivas algo ... inferiores pese a los malos recuerdos almerienses en varios playoffs en los que los gerundenses les dejaron sin el deseado ascenso que, sin embargo, llegó hace un par de años, por la puerta grande para los de Turki, por la 'tercera vía', para los catalanes. Hasta ahí las vidas de los últimos años fueron más o menos paralelas. A partir del ascenso a Primera, la trayectoria de ambos ha sido contrapuesta, con un crecimiento espectacular del Girona y un estancamiento descorazonador de la UDA. Ya la temporada pasada colocó en Montilivi un doloroso 6-2 a los almerienses en un claro indicio de las líneas ascendente y descendente de uno y otro. En el Power Horse, pese a perder, a punto estuvieron de levantar un 3-0 de los almerienses que se salvaron, en el último suspiro, por un discutido gol anulado a los de Míchel.
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Esta temporada las diferencias se han agudizado más y ya en Montilivi los gerundenses sí que culminaron la remontada de un tempranero 0-2 para colocar una manita a los almerienses. En la actualidad, por tanto, han dejado de ser enemigos íntimos para pelear por objetivos antagónicos. Los catalanes, bien trabajados desde Manchester y con el ojo de Guardiola cuidando de la criatura, se han ganado por méritos propios el lugar que tanto ansiaba Turki para la UD Almería: ser la revelación y el equipo de moda de LaLiga. Europa no espera a la UDA, pero sí que ha abierto las puertas, de par en par, al cuadro gerundense. Unos y otros viven en las antípodas de la clasificación y con expectativas absolutamente contrapuestas.
Seguramente la diferencia mayor está en la concepción del proyecto, más acorde a los parámetros de LaLiga el del Girona y más deslavazado el de la UDA. La continuidad de Míchel en el banquillo ha sido una de las claves. Al madrileño le han dejado trabajar y lejos queda ya la visita de la pasada campaña al Power Horse en la que se discutía su continuidad. Hoy es, sin duda, el técnico de moda en la Liga española y ya le han echado el ojo en la Premier. Su sistema de juego sigue el mismo patrón de los momentos más duros que ha tenido que vivir. Ahora, eso sí, cuenta con futbolistas de un nivel más elevado y con ellos sí que luce más su fórmula de juego.
Sistema táctico
Míchel no es un técnico excesivamente estricto con el sistema aplicado. Se adapta a las características del rival, a su propia plantilla y al momento del partido. Es cierto que uno de los dibujos más utilizados es el clásico 1-4-4-2 con variante a 1-4-4-1-1. Eso sí, no es un sistema encorsetado sino que es muy fluido y poco asimétrico apoyándose siempre en los mejores jugadores, según la parcela del campo que ocupen. La proyección ofensiva marca la forma de jugar de los gerundenses que, cargados de atrevimiento, dan rienda suelta al talento individual siempre apoyados en el colectivo. El juego coral es envidiado en España entera y ya trasciende las fronteras nacionales.
Pese a ser un equipo aún pequeño, el Girona juega como los grandes. El pase en corto en una zona del campo para atraer rivales para, al quinto o sexto movimiento, cambiar el balón en largo al costado contrario es un arma muy bien trabajada que no oculta, pero que desarrolla satisfactoriamente gracias al nivel de sus centrocampistas, entre los que destaca Aleix García.
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A pesar de estar ahora en el podio de los mejores entrenadores, a Míchel no se le ha subido a la cabeza el buen momento y sigue fiel a sus ideas. Así, una de las características del juego propuesto por el técnico madrileño, desde su llegada a tierras catalanas en Segunda División, es su gusto por las bandas para complementar esos cambios de juego referidos. De hecho, el técnico madrileño fue un extremo de alto nivel que dejó huella en su esporádico paso por el Almería CF en la campaña 96/97. De ahí, seguramente, le viene la insistencia del juego de su equipo por los costados para ensanchar la labor ofensiva y lanzar a sus delanteros goleadores donde, otro año más, está el uruguayo Stuani que, si bien ha perdido protagonismo sobre el césped, sigue siendo un líder para sus compañeros y también para la grada. Y es que la irrupción del ucraniano Artem Dovbyk ha sido el colofón perfecto para una maquinaria que, sin duda, es la mejor engrasada de la competición.
Pero el Girona es algo más que un ataque coral. El crecimiento defensivo es otra de las claves del éxito. A diferencia de su próximo rival, los catalanes han sabido entender y aplicar los conceptos defensivos exigidos por su técnico. Además, esta campaña han fichado hombres contrastados para esa parcela, donde destaca un ex del FC Barcelona y de la selección nacional como es Eric García. Bien posicionado y capaz de presionar al rival lejos de su área, también busca achicar el campo juntándose a la medular cuando de hacer la presión alta se refiere.
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El Girona, además de una gran plantilla, de la continuidad del proyecto, de la solvencia del grupo 'City' que le respalda y de los buenos resultados, cuenta con un estado emocional difícil de desactivar por cualquier rival.
No hace mucho tiempo atrás, la visita al Estadio de los Juegos Mediterráneos era un quebradero de cabeza para el Girona. Ahora es un mero trámite que está decidido a resolver por la vía rápida, buscando sumar otros tres puntos más por el método de aplastamiento que está empleando esta temporada y seguir, con ello, mirando de frente al sueño cada vez más real de ser campeón de Liga por primera vez en su historia.
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