Gaizka Garitano ya trabaja en arreglar los malos hábitos de la UD Almería

Cada una de las frases en un contexto unificado tienen un significado importante a la hora de hablar de esos modos que han deparado crasos errores, los cuales han mediatizado los partidos y propiciado las derrotas. De hecho, la última media hora de trabajo, con sólo defensas sobre el césped del Anexo, Gaizka Garitano, con la ayuda de Patxi Ferreira y el analista Jon Moreno, trabajó haciendo hincapié en las tareas defensivas, en quitar los vicios de perseguir balón en lugar de hacerlo, como a él le gusta, defendiendo su parcela para no provocar el desequilibrio. «Hay que minimizar las pérdidas», también se pudo escuchar, consciente de lo que esos errores generan.

Aunque nadie lo asegura –seguramente lo dirá mañana en la rueda de prensa de presentación que se llevará a cabo a la una de la tarde–, el técnico al que la UD Almería le ha encargado los trabajos que sirvan para reactivar a la plantilla y le permitan pensar con los pies en el suelo y muchísima firmeza, que la permanencia es factible, ha visto los nueve partidos que ha disputado el equipo indálico desde aquel 11 de agosto, en el que perdió frente al Rayo Vallecano, y el disputado el pasado viernes en San Mamés, seguramente, viéndolo desde las gradas de la mismísima Catedral. Sus frases, corrigiendo continuamente con el ejemplo, son los del conocimiento de esas sinergias incorrectas que han hecho que la UD Almería sólo lleve tres puntos y haya perdido algunos que los tenía 'medio ganados'.

La sesión, que se fue a la hora y media, la llevó a cabo apoyado en un muy activo Julio Hernando, que llamó la atención explicando los trabajos a realizar por los componentes de la primera plantilla de la UD Almería –«son ejercicios fáciles de hacer», dijo el vallisoletano cuyo último trabajo lo llevó a cabo en el Albacete, con Rubén de la Barrera– que seguramente tenga buenas noticias en breve, ya que se vio trabajar a buen ritmo a Lucas Robertone, que estará, casi con toda seguridad, frente al Girona y que esta semana podría recibir el alta médica, una semana que sólo tendrá el descanso para la plantilla el domingo, ante la 'premura' con la que Gaizka Garitano quiere hacerse 'con las riendas' del equipo. Quien genera dudas es Édgar González, que ha dejado atrás el cabezazo con Ignasi Miquel y su problema es muscular, pero no ha trabajado ni siquiera al margen. Las bajas de los internacionales Dion Lopy, Ibrahima Koné, César Montes y Houboulang Mendes las suplió con la presencia de cinco jugadores del filial, en concreto Marcos Peña, Paco Sanz, Cantón, Peñalver y Varó. Además, Marezi – o Milovanovic– y Marciano trabajaron como hasta ahora con el primer equipo, con el bisau-guineano habiendo anunciado su no participación en la concentración con su selección para este parón FIFA.

De inicio, los porteros, a las órdenes del baracaldés José Manuel Santisteban, realizaban sus trabajos, mientras que Gaizka Garitano miraba el trabajo encargado a su preparador físico, en lo que se refiere a los trabajos físicos llevados a cabo por el equipo rojiblanco, para posteriormente tomar el mando cuando comenzó a trabajar con el balón. Ahí fue cuando se escucharon esas frases comentadas con anterioridad que apuntan y señalan a esa mal ya diagnosticado por el deriotarra, todo un especialista en, sin ser un técnico defensivo, sí cortar esas vías por las que hacen agua los equipos a los que ha cogido. En el Athletic, en la temporada completa en la que estuvo al frente el equipo acabó con 12 porterías a cero y, llegados a diciembre, era el equipo menos goleado de la competición y el tercero que menos goles había encajado en todas las ligas europeas.

Con esa experiencia, el entrenador de la UD Almería trabaja actualmente para, en tiempo récord, hacer sólido al equipo, con el primer partido a semana y media como el escenario para la primera prueba.