El descenso matemático, 'Embarbecho'

Sólo le dio para empatar, pero con 21 puntos, lo del descenso de categoría está 'em-barbecho', a catorce puntos. Adrián Embarba, a base de compromiso, se encargó de mantener vivo al Almería en un partido en el que la Real pudo acusar verse ganador cuando 'volteó' el fútbol a la contra –único recurso indálico en la primera media hora– que le valió al Almería para adelantarse en el marcador. Llegaron los goles de Becker y Mikel Oyarzabal y la 'victoria' del conjunto txuri-urdin parecía un hecho. Sin embargo, el Almería le obligó a jugar incómodo y hasta merodeó la tragedia porque, tras el gol de un penalti provocado a la limón entre Ramazani y Choco Lozano, el propio Ramazani pudo hacer el 2-3 y que sonara un solo cohete, que es pesar para Donosti, donde sus goles se celebran con dos cohetes y los del rival con uno. Los cuatro cohetes no fueron mejores que los dos que de Anoeta salieron para anunciar que el Almería marcaba. No ganó, pero, si no se mira la tabla, es un punto que pone 'en barbecho' lo de morir. Si es así, será matando. Que le pregunten al final de curso a la Real lo que suponen las tablas.

Pepe Mel introdujo hasta seis caras nuevas, con la vuelta de Chumi, Bruno Langa, Dion Lopy, Adrián Embarba, Luka Romero y Leo Baptistao al once, con un par de cambios obligados como Radovanovic o César Montes que fue padre el viernes y el técnico dijo que estaría 'despistadillo'. Quien no estuvo despistado fue el equipo txuri-urdin el que pudo inaugurar el marcador a la salida de un córner, en el 2, que remató Merino para el lucimiento de Luis Maximiano.

El Almería tuvo dificultades ante el acoso de una Real vertical que presionaba cuando no era dueño del balón y que corría tras pérdida con Sheraldo Becker, sobre todo, casi siempre instalados los de Imanol Alguacil en zona de tres cuartos. Al equipo almeriense le tocó la única opción de tratar de buscarle las espaldas a la zaga donostiarra, con Adrián Embarba corriendo y atreviéndose en ataque, de todas formas era la Real la que tenía el balón, lo controlaba y buscaba el gol, con centros laterales y la UDA intentando despejar cualquier acción de peligro.

Cumplido el primer cuarto de hora de juego, el conjunto indálico pisó territorio hostil controlando el balón y corriendo para tratar de solventar la 'desventaja' de la que hacía gala el manejo de balón del cuadro txuri-urdin, 'apaciguando' la salida intensa. En el minuto 17, una buena acción, otra, de Adrián Embarba pudo traer el primer gol porque su centro del área no llegó a alcanzarlo Luka Romero, situado en el segundo palo.

Se sentía cómodo el equipo almeriense, con balón y sin él. Acosaba sin encontrar cómo la Real Sociedad, el Almería se defendía y, en el 29, una buena acción con cambio de banda de Marc Pubill hacia la izquierda lo 'cazó' Adrián Embarba, con Traoré yéndose al suelo, para encarar a Álex Remiro y batirle con mucha sutileza.

Pero si el Almería tuviese a favor en defensa todo lo que tiene cuando ataca, no estaría purgando, no en el purgatorio, sí en el infierno tanto mal. Ni un minuto duró la alegría en la casa del pobre. La incapacidad indálica para cerrar espacios, con jugadores como el 'muñeco de la Michelin' acabó con un balón casi al fondo, por banda izquierda, para Galán que parecía irse fuera, pero que controló casi sobre la línea para sacarse un centro que remató a placer Becker, que puso el partido entablado.

Y pudo ser peor porque, en el 39, Luis Maximiano paró dos en una. Primero fue con un disparo desde la banda izquierda de Javi Galán, que había subido desde atrás, que el portugués despejó a su izquierda para caerle a Sheraldo Becker, que enganchó un trallazo que el cancerbero rojiblanco sacó sobre la misma línea de gol. En el 42, la Real siguió haciendo méritos para el segundo, en una acción de Sheraldo Becker que le puso el balón a Martín Zubimendi, que entraba desde atrás para poner el balón fuera tras rozar el larguero, con el Almería incapaz de pasar del centro del campo y sufriendo porque Barrenetxea tuvo el gol, tras un pase de Oyarzabal tras saque de banda que dio paso al descanso.

La segunda parte comenzó más tranquila, aunque con la Real cerca del gol. En el 48, se le anuló un gol a Oyarzabal porque Javi Galán había tenido tiempo para hacerse un 'chalet' en posición antirreglamentaria. Lo cierto es que el cuadro txuri-urdin fue una amenaza, pese a ese ritmo y la UDAlmería no fue capaz de mantener el balón en propiedad, con continuas pérdidas que, realizadas en salida de balón, generaban superioridad donostiarra. Zakharyan mandó fuera un disparo en el minuto 51.

Y es que el Almería no fue capaz de ponerle freno a la comodidad con la que se manejaba el cuadro txuri-urdin. En el 58, un buen pase de Martin Zubimendi para Sheraldo Becker la mandó éste al palo contrario para que Mikel Oyarzabal, sin acoso y ganándole en la carrera a Édgar González, la mandara al fondo de las mallas de Luis Maximiano.

La Real quiso vivir tranquilo por lo que metió frescura con Take Kubo y Turrientes en lugar de Barrenetxea y Becker, mientras la UDA dio entrada, tras el cambio de Ramazani en el descanso, a Choco Lozano e Iddrisu Baba. El hondureño, nada más salir, puso en jaque a Álex Remiro, pero no cambió excesivamente el decorado. La Real, sí es cierto, empezó a 'inquietarse' e Imanol Alguacil no quiso dar chance y dio entrada a Andrés Silva en lugar de Oyarzabal.

Los intentos rojiblancos fueron estériles;no había capacidad de sorprender. El partido estaba siendo plano, pero el Almería aprovechó que la Real sesteaba para, en el 86, ver que era posible. Ramazani cogió el balón por la derecha y se la dio a Choco Lozano, dentro del área, que fue agarrado por Zubeldia, con Díaz de Mera no dudando. El penalti lo lanzó Adrián Embarba que logró batir a Remiro para poner las tablas e ir a por más porque, en el 89, la tuvo el belga, que se hizo con del balón después de una magistral acción de Choco Lozano. Sin embargo, el disparo de Largie Ramazani encontró la red, pero por fuera. Aún así, el Almería vive.