Unas décimas para el equilibrio de la UD Almería

La solución no es fácil de conseguir. Nadie tiene una varita mágica que resuelva ese problema que lo suelen tener todos los equipos de la Liga, menos los que ya se sabe que sacan renta de cualquier oportunidad como consecuencia de poseer una superior calidad. La UD Almería, para tener éxito, debe encontrar el equilibrio adecuado entre impulsar la eficiencia y lograr la eficacia. En lo de generar, el equipo indálico necesita de más de diez disparos totales -vayan o no entre los tres palos- para ver portería rival, mientras que, utilizando ese mismo campo estadístico, encaja cada poco más de 8 disparos. Pero lo que vale es lo que se ejecuta entre los tres palos. En ese sentido, el equipo rojiblanco necesita 2,75 disparos para que uno vaya entre los tres palos y de los totales, el gol llega cada 10,36 disparos o cada gol sube después de 3,76 intentos dirigidos a portería. A la inversa, a la hora de ver la dirección de los disparos rivales, el balón busca portería por cada 2,31 intentos de los rivales. Un gol en contra necesita de 8,44 disparos en general del rival, mientras que si se acota a los que van entre los tres palos el enemigo necesita 3,64 disparos.

En el fútbol, la eficiencia se da cuando se utilizan de manera más práctica las transiciones ataque-defensa y defensa-ataque para lograr el gol. Respecto a la eficacia, se puede definir como el nivel de consecución de goles.

Según las estadísticas del campeonato liguero, el conjunto rojiblanco salda con la media de la Liga las estadísticas en fase ofensiva de construcción y finalización, salvo a balón parado, haciendo un 'homenaje' al Almería de Unai Emery en las dos campañas en las que dirigió al cuadro rojiblanco. El técnico hondarribitarra le daba gran importancia a las acciones de estrategia, una parcela en la que se igualan los grandes y los pequeños. Aquel equipo, que se defendía bien pero al que le costaba marcar si no era al contragolpe, produjo más del 50% de los goles y sacó más del 60% de los puntos en jugadas de estrategia. Inventó nuevos goles, ganó partidos y acercó Europa al Juegos del Mediterráneo. El actual saca mucho rendimiento al juego dinámico, pero sobre todo es en acciones a balón parado donde destaca, con 8 firmados por ese camino lo que supone un 32% del global. De esta cifra, uno lo consiguió de falta –el logrado por Adrián Embarba frente al Girona– y siete de ellos en saques de equina, superando en dos décimas la media de la competición, que habla de todos los goles marcados en Primera División.

Si hay que hablar de los tantos en contra, de los 34 goles que ha encajado el conjunto indálico siete son a balón parado, de los que tres se los han hecho en un saque de esquina, el último el pasado sábado con el remate de Andrés Guardado, tras el lanzamiento de esquina ejecutado por Sergio Canales. Los cuatro restantes llegaron dos de penalti, uno de una falta frontal y otro de un saque de banda.

Como es lógico, el Almería basa su poder goleador en lo que pueden aportar los delanteros. Los 25 goles que ha conseguido el conjunto almeriense en este campeonato liguero tienen el DNI de los jugadores de ataque en un 68% de ellos. Así, sus delanteros han conseguido 17 goles; seis llegaron por 'inquilinos' del centro del campo y dos los han marcado los defensas, siendo quince los jugadores de la plantilla indálica que han visto puerta en estos 21 primeros partidos de Liga, hecho que se ha producido en 14 partidos –el 66,66% de los mismos–.

A la hora de ejecutarlos, el cuadro indálico tiene la 'obsesión' de entrar hasta la cocina para ver portería. De hecho, de los 25 goles marcados, 22 se han producido dentro del área –un 88%– y 3 desde fuera –el 12% restante–. 15 llegaron con disparos con la pierna derecha, seis de cabeza y los cuatro restantes con la pierna izquierda.