Todo sigue igual y nada cambia en el Almería. Principalmente en el once de Vicente Moreno, que trató de premiar el 'buen hacer' del Almería ... ante el Villarreal, que lastimosamente no tuvo recompensa en La Cerámica. Para sorpresa de nadie, ocurrió lo mismo. Una llegada del Valencia en la primera mitad, dos despropósitos defensivos, uno de ellos de Édgar, cómo no, y ocasiones regaladas por doquier por parte de los 'delanteros' rojiblancos.
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Sigue insistiendo Moreno con Chumi de lateral y siguen llegando los goles por su banda. En el primero, Diego López parecía Usain Bolt ante el pobre lateral improvisado del Almería. Parece mentira, teniendo tres carrileros diestros en nómina para esta temporada que tanto estamos disfrutando.
También, como siempre, volvió a encajar el Almería nada más lograr el empate. Un tanto que se antojaba imposible viendo los antecedentes y que la dichosa pelota no decide entrar. Parte de la responsabilidad de ello recae en jugar con un 9 que no es un 9. Porque Luis Suárez hace muchas cosas bien, pero meter goles no es una de ellas, aunque de vez en cuando le entren.
Ya no podemos hablar de casualidad ni de gafes, son demasiadas ocasiones en las que solo falta definir y el cafetero define mal. Jugar con Koné acompañándolo con Arribas de enganche podría solucionar esa falta de gol. Pero claro, poniendo al maliense renuncias a tener un delantero suplente. Eso o confiar en Marezi, un delantero que no es que tuviera mucho éxito en su paso por el filial.
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Dicho esto, el Almería logró reaccionar y sobreponerse a un segundo mazazo que podría no haber subido y, por el contrario, tratarse de un penalti a favor de la UDA. Pero para qué van a ponerle menos palos a los rojiblancos, si está claro que son expertos en esta materia. Un par más y podrán ampliar el 'stock' disponible en el Ikea de La Rambla.
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