Cada vez parece más evidente que aquí nadie renuncia al finiquito. Personalmente, no tendría el valor de seguir dirigiendo a este equipo viendo el desempeño ... del mismo en el campo. Queda claro que no va a haber ningún tipo de reacción. Lo vengo diciendo desde hace ya, que con Garitano no se va a lograr ninguna victoria este curso. No tiene la capacidad de hacerlo y los jugadores tampoco. No ha transmitido nada al vestuario, da igual los que vengan y los que se vayan, todos se van a contagiar del no ganar que imbuye al Almería, como si de una mística antónima a la que tiene el Madrid en la Champions se tratara.
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Igual que todo el mundo sabe que los blancos van a lograr la manera de remontar, aunque parezca imposible; también anticipamos de igual forma que los almerienses hallarán el método para no ganar, se pongan como se pongan los partidos. Porque hemos jugado con superioridad durante más de medio partido, y nada; las tenemos de todos los colores, y nada. Así que no, no es excusa la expulsión de Langa para no ganar, porque con él en el campo los rojiblancos no se llevaron una goleada en contra por la buena labor de Maximiano en la meta.
Menos posible es ganar aún con nuestra actitud de perdedores. Porque desde el primer momento, no salimos con los mejores. Salimos con un once que no tiene en mente ganar, sino paliar unos problemas defensivos que ya, sinceramente, dan igual. Porque en Balaídos se dejó en el banquillo a tu mayor goleador y al jugador revelación de la temporada en la medular por poner a uno que no lleva ni goles ni asistencias (pero ojo, que defiende), y otro que cada vez que toca la pelota parece que se encuentra ni bien ni mal, sino regular.
Pero Garitano puede respirar tranquilo. Con la expulsión y la lesión de Leo, que nos dejó con nueve, ya era imposible ganar. Aunque, con él en el banquillo, esa premisa no fue factible desde el minuto 1.
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