El complicado embarazo de la UD Almería

El caso es que eso es lo que dura ya la racha sin ganar del conjunto indálico, aunque es ser un poco torticero porque entre el 20 de mayo de 2023 –día en el que logró vencer al RCDMallorca con los goles de un Lázaro Vinicius que ha tenido que salir y lo mismo no regresa– y el partido disputado el pasado viernes en el Abanca Balaídos hay casi tres meses de parón.

El caso es que desde el 20 de mayo pasado el equipo indálico ha disputado 30 partidos de Liga sin encontrar respuesta a sus intenciones de lograr una victoria en una competición que puede ser la más pobre para salvarse de las celebradas hasta ahora en la máxima categoría del fútbol español.

Han pasado muchas cosas

Y lo cierto es que este 'embarazo' ha tenido que cursar muchas visitas al médico porque no ha sido demasiado plácido. Lo cierto es que las 'caídas' dañaron a la 'criatura', pese a lo cual las intenciones de dar a luz continuaron. Fue la época en la que el equipo, 'encariñado' por conceder –en Villarreal se dejó remontar, ante el Celta se falló el 3-2 antes de que llegara el 2-3, pero tras ir perdiendo 0-2 al descanso–, se vio 'roto' por las lesiones. Cayeron en menos de quince días Marc Pubill, Luis Suárez e Ibrahima Koné. El primero felizmente repuesto y los otros dos en dique seco, pese a que el cafetero 'dio patadas' significativas de que había vida para, tras un par de partidos, demostrar que fue de manera efímera. No ha habido más signos de vida en ningún momento, a pesar de que por momentos el 'bebé' dio pataditas.

Un 'bebé' engendrado por un padre que no está, del que Mohamed El Assy desveló, en su última comparencia, que «ahora lo vemos que en días de partido se dedica a hablar de detalles contractuales, detalles que han ocurrido siempre en día de partido y con un trasfondo de querer dañar al club y nos sorprende. Es la primera vez que vemos algo así y es un poco actitud de amateur». Y luego aclaró el motivo de su despido. «Él no ganó ni un solo partido teniendo la plantilla completa. Para ser justos con nuestro entrenador actual, Garitano arrancó con sólo once jugadores y así es bastante difícil» y con Moreno «vimos a un equipo que no corría ni 60 minutos y esas son suficientes razones para tomar esa decisión. La última cosa es que, tras el partido amistoso contra el Málaga, insistió en la venta de Samú, no quería más a Samú, bajó a Édgar a jugar como central e insistió en el fichaje de Baba y ahora dice que él no formó parte de esa decisión y que no la entendía».

Ahora, con un padre adoptivo, la situación no ha mejorado para nada. Primero por lo que comentaba el CEO de llegar con un equipo 'destrozado' por las lesiones y en este momento porque es complicado cambiar una dinámica que es más de cabeza que de otra cosa.