César de la Hoz, que dispara a portería, analiza el estado de la UD Almería. UDA
UD Almería

César de la Hoz analiza el momento del Almería por dentro y por fuera

El futbolista rojiblanco que cambia sinergias ve en la victoria frente al Rayo «las ganas de demostrar de la plantilla» porque «la derrota en Bilbao y los palos duelen»

Martes, 11 de octubre 2022, 23:27

Se denomina sermón u homilía al género de la oratoria que consiste en un discurso de tema religioso, por lo general, pronunciado durante el culto ... cristiano. El fútbol, cristiano o no, sí es casi una religión y la oratoria un arte. No son muchos los futbolistas que tienen el don de la palabra y cuando se encuentra alguien que las mide, pero sin utilizar medias verdades, hay que aprovechar el filón. Decía Lao-Tsé –uno de los filósofos más influyentes– que «las palabras elegantes no son sinceras y que las palabras sinceras no son elegantes». Seguramente no llegó a tiempo de conocer a un futbolista como César de la Hoz que debería portar el 10 en la camiseta, el 6 se le queda corto. Sincero y elegante a la vez, se gana los halagos en cada toque de balón o sin ni siquiera tocarlo. Representa al equilibrio y desequilibra a la vez, puede que un futbolista con traje gris, pero el gris más elegante que puede haber sobre un campo de fútbol y eso se agradece a quien lo tiene. Por cierto, que ya es tarde para plantearle la renovación. «Bueno, el club siempre se ha mostrado, que ha estado muy contento conmigo, que quieren que esté aquí. Hasta ahora ha sido así y yo estoy muy tranquilo porque me siento muy bien valorado en el club, muy a gusto y seguro que si los dos tenemos la misma idea pues si se hará».

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Ayer fue el encargado de hablar del próximo partido, el del domingo en el Benito Villamarín, pero también del último encuentro que acabó con victoria menos clara en el marcador que contundente en el juego frente al Rayo y sacar a relucir algunos de los motivos que provocaron ese triunfo, a parte de lo que emana del mero fútbol, de los sistemas y esos aspectos superfluos de este deporte. «El trabajo diario ha sido el mismo, sí que es verdad que el partido de Bilbao dolió, hizo daño al equipo. Eso te duele, te toca el orgullo e igual por ahí el equipo salió con más hambre y ganas de demostrar más que nunca, porque también te levantas porque van cayendo palos de fuera, se duda de la plantilla y creo que al jugador también internamente le duele y te hace demostrar que eres válido, que eres capaz y que somos un buen equipo que podemos sacar resultados y conseguir mantener al equipo», expuso el rojiblanco.

Las dualidades

Pero afortunadamente, cuando se pierde, y desafortunadamente, cuando se gana, la 'cortina del escenario' se cierra y abre con celeridad y ya toca ir a Sevilla para enfrentarse a un Betis en un gran estado de forma. Cierto es que se irá al Villamarín con la cara cambiada. «Sí por supuesto que nos cambia la cara. Se afronta la semana con más alegría. Estábamos trabajando muy bien, aun sin conseguir resultados, pero el resultado te da esa confianza, esa alegría que te hace afrontar la semana de otra manera y ya sí que es verdad que, aunque haya mucha felicidad, el equipo no deja de trabajar y de preparar el partido del domingo».

Allí espera un rival con un estilo que le ha permitido, en los dos últimos años, ser admirado. «Un partido muy complicado porque el Betis ha empezado la Liga muy fuerte, tiene la continuidad del bloque del año pasado que hizo una temporada muy buena, sabe muy bien a lo que juega. Son muy solidarios, un equipo muy compacto al que es muy difícil rascarle puntos. Será un partido muy complicado, pero el equipo tiene armas, lo demostramos el otro día, que se puede sacar algo allí».

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Recuperado el buen camino, será un partido interesante. «Nosotros vamos a seguir en la misma línea del pasado sábado. Somos un equipo ordenado que le gusta tener el balón, pero sabemos que hay momentos que nos es posible, que hay que sufrir y un equipo que también es capaz de jugar a la contra nuestra, pero se verá por dónde va a ir el partido e intentaremos controlar al rival lo máximo posible y todo lo que podamos quitarle el balón será bueno para nosotros».

A favor de los indálicos puede estar el hecho de que el Betis esté compitiendo cada tres días, con el partido ante la Roma de previa. «Sí que es verdad que lleva muchos kilómetros en las piernas porque está jugando cada tres días, los dos últimos partidos de Liga han jugado muchos minutos con un jugador menos, creo que se tendrá muchos kilómetros en las piernas, que puede ser baza que esté a nuestro favor, pero después el partido se puede dar de muchas maneras y habrá que demostrar que estamos mejor físicamente».

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La bendición

Seguramente él se agarre a la casualidad, pero su presencia en el once y el rendimiento del equipo es más causal por su forma de jugar. Los mejores momentos del equipo han coincidido con su presencia en el campo y el sábado fue una demostración –que le pregunten a Trejo–. «No he hecho nada que no haya hecho durante los últimos años aquí, mi trabajo es el mismo, estoy agradecido que la gente lo valore y que resalte mi trabajo. ¿A quién no le gusta eso? Pero el partido del sábado pasado yo creo que tuvo muchos jugadores que rindieron a muy buen nivel y que dieron un paso adelante y ayudaron mucho al equipo y yo creo que la culpa fue de todo el equipo».

Un rendimiento que puede hablar de su estado de forma por edad y sitio. «Lo que es verdad es que estoy en la máxima categoría ahora, que nunca antes había estado, así que en el punto más alto a nivel de un club sí que estoy y personalmente me encuentro bien. Sí que es verdad que hacía mucho que no jugaba, que físicamente me quedará todavía por estar a tono, pero muy contento con mi nivel y con el nivel del equipo que ha mostrado esta jornada».

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Ese nivel llega cuando él más lo necesita porque vuelve a una de sus casas y esa cita la afronta «con mucha ilusión porque allí crecí mucho como futbolista. Prácticamente gracias a la estancia allí he estado en el fútbol profesional, así que para mí con mucha ilusión volver. La considero una de mis casas, así que con mucha ilusión y con muchas ganas de volver, reencontrarme con amigos y disfrutar del estadio y por qué no sacar algo y volvernos a casa con más de un punto».

El pasado

La victoria del pasado sábado la analizó el rojiblanco como la respuesta al trabajo. No hay casualidad en el triunfo. Además, también tiene lecturas de las que tomar nota. «Se puede aprender la manera como lo hemos afrontado, con tranquilidad, trabajar día a día y un partido clave que había que sacar y el equipo supo responder y sacarlo. Competimos contra equipos de primera nivel, que se puede dar la derrota, va a haber más situaciones así, seguro, pero tenemos que el partido que es clave y que hay que sacarlo que el equipo sepa responder de la manera que ha respondido».

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Fruto de ese tiempo que pidió Rubi. «La predisposición de los que llegan nuevos es muy buena; los que llevamos más tiempo también queremos que se adapten porque es bueno para todos y eso hace que el vestuario sea fuerte y esté unido. Han llegado muchos jugadores también con experiencia de alrededor de los 30 años con partidos en Primera que te da mucha experiencia, saben de qué va esto y en los momentos malos hace que el grupo esté unido y sepa a donde tiene que tirar».

Expuso, en otro orden de cosas, el desarrollo del partido ante el Rayo, jugando en la primera y no dejando jugar en la segunda para hacer un partido completo. «Quizás un poco en exceso nos metimos un poco atrás, perdimos la posesión de balón, pero sí que con 3-0 la necesidad de la victoria te lleva un poco a eso. A mí me gustó que hubo minutos, los primeros veinte del segundo tiempo que apenas se jugó, cuando ellos se podían enganchar más al partido y el equipo supo estar bien en el campo y que no pasara nada. Sí que es verdad que podíamos haber atacado un poco más, no renunciar a la portería contraria que no renunciamos, pero estuvimos un poco en exceso en nuestro campo, pero el equipo gestionó bien el partido».

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Además, así como las derrotas hay que digerirlas, las victorias no son menos. «Como se dice siempre, ni antes éramos tan malos ni ahora tan buenos. Nos tiene que servir el partido para saber nuestro camino, hay que coger confianza pero para no relajarnos. Queda mucho y y se ha visto que si no damos el nivel que dimos el sábado se nos ponen cuesta arriba los partidos y no salen los puntos, así que relajación no puede haber», sentenció.

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