César de la Hoz vino para dar un salto con el equipo y parece haberlo conseguido. UDA
UD Almería

De la Hoz celebra su renovación en un Almería que creció a la par que él

El rojiblanco aseguró que «venía para crecer de la mano del equipo y yo he crecido y el equipo también y tenemos que seguir dando pasos hacia delante»

Martes, 12 de octubre 2021, 22:28

César de la Hoz López, (Marina de Cudeyo, Cantabria, 30 de marzo de 1992) es un futbolista en constante crecimiento. Vestido de humilde, parece un ... futbolista silencioso sobre el campo, cuyas presencias pueden no notarse, pero sus ausencias generan preguntas. Sus pies pisan siempre suelo firme y anticipa las cosas, en el campo y en la vida. Puede que algo tenga que ver su educación, la que ha aprendido de su familia directa. Su padre, responsable de un taller de mecánica del automóvil, no le quitó el fútbol de la cabeza cuando de pequeño empezaba a golpear el balón, pero le invitó a pensar. Le tuvo como 'ayudante' y casi que le obligó a «estudiar», le aconsejó que tuviera una alternativa porque «en el fútbol hay gente que tiene la suerte de llegar, pero que había que tener un plan B».

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Visionario, el centrocampista cántabro ha estudiado Fisioterpia 'por si las moscas', pero en el campo come del fútbol. Hombre de club porque «no soy un hombre de estar en un sitio y otro año en otro porque no se valoraría o no se vería bien mi trabajo», su fútbol ha crecido a la par que las aspiraciones de la UD Almería. «En ese momento en que fiché –se comprometió con la entidad indálica el verano de 2018– el objetivo no era ascender tan rápido, era un proyecto a largo plazo». El futbolista, que había estado dos temporadas en el Betis B –jugó 69 partidos en Segunda B con el equipo que, aparte de en la UDA, más temporadas ha estado–, vino para crecer, tras un año de 33 partidos con el Albacete en la División de Plata, y después de cuatro temporadas su paso al frente coincide con el paso al frente que ha dado la entidad que preside Turki Al-Sheikh desde un año después de la llegada del cántabro al Almería.

El trabajo

Para César de la Hoz, que ha sido escogido para jugar con todos los técnicos que ha tenido el Almería, la clave del éxito está en el trabajo diario. «Entrenamos siempre al cien por cien, sea cual sea nuestro rol dentro del equipo y pasito a pasito nos vamos ganando nuestro sitio en el equipo. El año pasado tuve la temporada que no tenía esa confianza que me podía dar el míster y sé que tengo que trabajar día a día para cuando me llegue la oportunidad estar preparado. Tuve esa pequeña oportunidad y por el trabajo que hice durante la temporada pude estar a buen nivel», confesó.

Otro aspecto importante, quizá tan esencial como la responsabilidad con la que ve las cosas, sea su humildad, característica que seguramente tiene la semilla en casa. «De la familia. Yo, cuando era pequeño, iba a jugar un partido de fútbol y mi padre no venía a verme, mi padre se quedaba trabajando en su negocio, su taller de mecánico. Para mí, era verle para cenar porque el resto del día yo me levantaba y él casi que se iba para trabajar», reconoció el segundo capitán del equipo indálico.

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El coste de la vida

Con ese aprendizaje dijo tener claro lo que supone llegar. «Sé lo que cuesta la vida, sé lo que le ha costado a él –en referencia a su padre– y es lo que me han inculcado tanto él como mis abuelos también y desde el primer momento esa ha sido mi forma de ser en el trabajo y después también para llegar al fútbol profesional me ha costado y he tenido que trabajar mucho y ahora que he conseguido llegar no lo voy a desperdiciar».

No lo tuvo fácil porque lo de ser 'artista' nadie se lo quitó de la cabeza, pero sí que se le aconsejó que el fútbol no fuese prioritario, por eso también ayudaba a su padre. «De pequeño, alguna vez le he tenido que ayudar algún domingo, pero no era lo que me gustaba. Me decía pisa aquí en el acelerador, yo pisaba, pero en cuanto podía me iba corriendo a por la pelota. Él desde el primer momento me decía que tenía que estudiar, que en el fútbol hay gente que tiene la suerte de llegar, pero que había que tener un plan B. Por eso, he estudiado Fisioterapia».

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Visión de futuro

Esa decisión, sin lugar a dudas, es pensar más allá de los años de actividad futbolística, construir un futuro. Esa acción de 'visionario', la tiene también en el fútbol, después de renovar hasta final de la temporada 2022/23 con la entidad que preside Turki Al-Sheikh. «Yo estoy muy contento porque en ese momento en que fiché el objetivo no era ascender tan rápido, era un proyecto a largo plazo, pero tenía claro que quería estar aquí para crecer y no iba ser cosa de un año o dos», reconocía el centrocampista cántabro.

Esa firma llega posiblemente en el mejor momento. «Las cosas están yendo bien, con el nuevo propietario hemos dado un paso muy grande hacia delante y estoy muy contento porque, como dije cuando fiché, venía para crecer de la mano del equipo y yo he crecido, el equipo también y tenemos que seguir dando pasos hacia delante. Con la renovación estoy contento porque se puede dar ese paso hacia delante y estoy contento de, si llega el ascenso que ojalá llegue, poder participar y seguir aquí y disfrutar del equipo en Primera División, que es un sueño que tenemos ahí y que queremos conseguir», reconoció el rojiblanco.

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Centenario

César de la Hoz ha superado ya el centenar de partidos como jugador del equipo unionista, lo que viene a significar que el cántabro es, sin lugar a dudas, un hombre de club. «Tengo muy claro que por mis características soy un hombre de club, no un hombre de estar un año en un sitio y otro año en otro, porque no se valoraría o no se vería bien mi trabajo. Mi trabajo es ayudar al equipo poco a poco e ir sentando bases y también ir creciendo yo», aseguró sin ningún tipo de titubeos.

La palabra polivalencia también va con él. En el centro del campo ha jugado de '6', pero también de '8', amoldándose a las características necesarias para ejercer, y bien, su labor. Su buena salida de balón también le incluye entre los que pueden jugar por el centro. Chico para todo, podría jugar hasta de portero. «Todavía no me has visto. No me ha tocado, pero el día que pase levanto la mano. En verano, que no podemos jugar mucho al fútbol, con mis amigos, si estoy de jugador había piques, yo siempre de portero y no lo hacía nada mal», aseguró este futbolista un tanto maniático. «Como lo mismo de todos los partidos. El menú no lo cambio. En los partidos entro con el pie izquierdo, hago un par de chorradas para activarme. Lo hago siempre, pero si un día se me olvida... Se me olvidó».

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