El Almería pierde por méritos propios... la mayoría de las veces; pero los árbitros... LaLiga
UD Almería

No, no y no

La Vida ·

«Si cuando uno está aprendiendo a andar le hacen la zancadilla, el proceso no culmina jamás.... Los dos últimos, en cambio, han sido tiros a quemarropa sobre el 'punching ball' que estos dos árbitros nos consideraron en el último partido»

Carlos Felipe López

Almería

Lunes, 13 de noviembre 2023, 23:28

Ni un solo árbitro nos ha mandado al fondo de la tabla de clasificación. Nos hemos instalado ahí abajo nosotros solos. Con nuestros errores, con ... nuestros problemas y con nuestras lesiones. Sin embargo, hay dos árbitros que nos han impedido sacar la cabeza: Díaz de Mera y Ortiz Arias. El dúo sacapuntas –se junta el hambre con las ganas de comer– nos la clavó hasta la bola en el momento preciso.

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Cierto es que lo hemos hecho tan mal hasta la fecha que pareciera que ahora no tenemos fuerza para quejarnos de una acción tan trascendental para el partido y, seguramente, para la temporada. Pero si en el Sánchez Pizjuán o en San Mamés o en Montilivi fuimos ecuánimes y nos señalamos como principales culpables y responsables de aquello, ahora, nos debemos sentir legitimados para señalar el epicentro de nuestro cabreo tras la derrota ante la Real.

Con la velocidad con la que adelantó Ramazani a Le Normand, un solo soplido de éste hubiera derribado a aquel. Máxime cuando la acción defensiva consistió en un abrazo del oso justo cuando el jugador quería preparar el disparo. Delante de las narices de Díaz de Mera. A cámara lenta en el monitor de Ortiz Arias. Luego vienen dos goles en contra, sí.

Después aparecen dos errores más al currículum de este alumno, que sí. Pero antes, en ese minuto 84 está el merecimiento del Almería que hubiera podido cambiarnos la vida a todos. Las doce jornadas anteriores y el 'vía crucis' hubieran tenido solución en ese penalti.

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Si cuando uno está aprendiendo a andar le hacen la zancadilla, el proceso no culmina jamás. 33 goles encajados han sido cosecha propia. Tiros en el pie. Los dos últimos, en cambio, han sido tiros a quemarropa sobre el 'punching ball' que estos dos árbitros nos consideraron en el último partido.

Que nosotros mismos nos flagelemos, vale, pero que desde fuera vengan a faltarnos al respeto, no, no y no.

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