No confundamos el temperamento con el carácter. El temperamento es algo biológico que viene de serie con cada persona; es la génesis y la base ... desde la que se moldea nuestro carácter, que no es otra cosa que una personalidad desarrollada en función de las experiencias e influencias de nuestro entorno.
Publicidad
Me explico. El temperamento es algo dado por nuestros progenitores mientras que el carácter es algo desarrollado por uno mismo. Tendemos a pensar que aquel que se cabrea y se enoja ante la adversidad tiene un carácter fuerte y es justamente lo contrario. Aquel que se pone a gritar como un loco cuando no domina una situación tiene un temperamento fuerte pero un carácter débil. En cambio disponer de un carácter fuerte es precisamente la capacidad de dominar el temperamento ante situaciones no deseadas.
Es cierto que la Unión Deportiva Almería debe mejorar defensivamente –dixit Rubi– y tiene que volver al colmillo afilado en los primeros tramos de los partidos pero, sobre todo, tiene que exhibir carácter ante la nueva realidad de la clasificación. Le van a gritar que están en crisis. Le van a empezar a reprochar que no se anda fino en la elección del campo o saque. Le van a sacar punta absolutamente a cada detalle porque el equipo es preso de sí mismo, de una primera vuelta que ha sido una auténtica exhibición y que, por pura lógica, solo podía ir a peor.
Es ahora cuando hay que tener carácter para dominar el entorno y para impedir que el temperamento nos haga descarrilar por tener más prisa de la cuenta. Carácter para conocer y apostar por unas virtudes que no son un ejercicio de fe sino una política de hechos consumados. Uno demuestra la pasta de la que está hecho en la forma de levantarse, no en la de caer.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión