En ataque, una sombra de lo que fue

Pese a haber conseguido retener al uruguayo Stuani, que estuvo con pie y medio fuera del club y que, durante algunas semanas, sonó como posible refuerzo del Almería, lo cierto es que, por lesiones y otros imprevistos, no está siendo el 'killer' de la pasada campaña. En el mercado de invierno tampoco se han reforzado especialmente, más allá del guardameta Ortolá.

El técnico almeriense, Francisco, repite al frente del cuadro catalán, aunque con una trayectoria diferente a la esperada, por su irregularidad hasta la fecha. Llamado a pelear por los puestos de ascenso directo, se le está complicando entrar incluso en la zona de play off. Llama la atención que el discurso institucional de la entidad catalana marca como objetivo de la campaña la permanencia. Eso sí, con el añadido de que, una vez certificada, ya se verá. Poco creíble parece esa idea toda vez que el Girona es de los proyectos más potentes de la categoría.

En cuanto a lo estrictamente futbolístico, el Girona está dibujando sobre el campo esquema muy variables sin perder su identidad. Del 4-2-3-1 a un claro 4-4-2, según la ocasión, incluso pasando por esquemas con tres centrales y dos carrileros con clara vocación ofensiva. En cualquier caso, la premisa de cualquier sistema es mirar de frente a la portería rival y llevar el peso del partido. Más aún en su propio estadio.

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta el cuadro catalán es la dificultad para encontrar la portería rival, pese a contar con dos delanteros de alto standing como Stuani y Mamadou Sylla. Ya lo dijo Jordi Calavera, ex del Eibar, en la primera vuelta cuando iban a visitar a la UD Almería y, curiosamente, sus declaraciones mantienen vigencia toda vez que los problemas del Girona siguen siendo los mismos: «Todos sabemos, yo el primero, que tenemos que mejorar en ataque. Es evidente que queremos generar más ocasiones, pero veníamos de donde veníamos y lo primero y más primordial era empezar por los cimientos. Aún estamos lejos de nuestra mejor versión, pero debemos suplirlo con sacrificio y trabajo y si los puntos van llegando será más fácil para nosotros». Una vuelta después, el Girona sigue siendo uno de los equipos que menos goles marca. De hecho, es el quinto peor de la categoría en esta suerte y con esos guarismos, el ascenso se ve como algo ciertamente complicado. De ahí, seguramente, el nuevo discurso ya referido de que lo primero es la permanencia y luego, ya se verá.