El Almería recompró sólo a seis de los 24 cedidos que tuvo
Luis Suárez es el último y el único cedido del pasado curso, tras los 12 que hubo en la primera temporada de la era Turki Al-Sheikh o los ocho de la segunda
Pasa generalmente por las prisas, por una mala planificación y, sobre todo, por desconocimiento. Un equipo de fútbol no se hace en un día, pero ... sí que es cierto que la precipitación puede conducir a error. En la UDAlmería se han cometido muchos, anunciándose jugadores que fueron 'comprados y vendidos' como auténticos 'cracks' y lo que pasó es que hicieron 'crack' en pocos días de trabajo con el equipo indálico.
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A éste le falta 'crecer' también en lo que se refiere a esa toma de decisiones. Y la gestión ha demostrado que se ha ido avanzando y aprendiendo con el paso del tiempo, puede que no con tanta necesidad como se precisa, pero tomando nota al fin y al cabo para sacar al frente las decisiones oportunas. Los años arrojan la celeridad de los inicios y cierta pausa al final, puede que tratando de errar menos en las decisiones porque de la primera temporada, en la que se hizo un equipo a base de cesiones –llegaron 12 jugadores a un equipo que se quedó a las puertas del ascenso por la 'mediocridad' generalizada de los cedidos y salvado en el inicio por lo que quedaba de la temporada pasada–. Y contrasta con el pasado curso, en el que el único jugador llegado a préstamo fue el delantero colombiano Luis Suárez, que tenía cláusula obligada de recompra por la UD Almería en caso de ascenso, que se dio por hecha hace semanas y que se confirmó el lunes. Siendo 'objetivos', menos mal que no se ascendió con aquellos primeros 'cedidos'.
Un caos
El tiempo, escaso, para confeccionar una plantilla que no se parecía en nada a aquella que comenzó a trabajar de la mano de Óscar Fernández –'destituido' sin haberse sentado en el banquillo rojiblanco y que había sido contratado por Alfonso García– en verano. Turki Al-Sheikh y su equipo, con Mohamed El Assy, Joao Gonçalves o Darío Drudi a la cabeza, desembarcaron en agosto, con pocos días para hacer un nuevo equipo y se tuvo que tirar de 'cartera' para adquirir, por medio de cesiones con opción de compra, lo necesario para comenzar la temporada, aunque sin que esta diera el resultado apetecido. De aquel primer curso se adquirió a Nikola Maras y a José Carlos Lazo.
El segundo año decreció el volumen de llegadas de jugadores prestados para crecer, si no había ascenso –que no lo hubo–, que fue lo que sucedió, con la compra de un Samú Costa que puede dar 'rédito' al club si llega alguna oferta, posible, para que el mediocentro portugués salga. Factible después del final de temporada que ha hecho.
Ocho fueron los jugadores que llegaron y de ellos, salvo el citado Samú o Jorge Cuenca –que el Villarreal no 'dio permiso' de continuidad–, no 'valió' ningún otro. Morlanes, que llegó comprado, no puso quedarse por la opción de recompra planteada por el cuadro castellonense, para después utilizarlo como 'moneda de cambio'.
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Años con éxito
Los dos años concluidos con éxito por la UDAlmería han sido los que con más paciencia se ha trabajado, aunque con algún 'reflejo' de mediocridad en algunos de los llegados. En la temporada 2021/22, fueron sólo tres los jugadores que llegaron cedidos y dos de ellos con opción de compra, Alejandro Pozo y Srdjan Babic. El ascenso a final de temporada concedió la ocasión de continuidad en la entidad rojiblanca.
Luis Suárez, el último cedido que se queda en la UDAlmería, fue el único que llegó con esa condición el curso pasado. En él, pese a que las tintas se quieran cargar, de manera sibilina, contra Rubi, lo cierto es que la UDAlmería fue presa de cierta bisoñez y de su 'estatus' dentro de la categoría, catalogado como un equipo vendedor y no comprador.
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