Hou se deshace de Pana. Felipe Ortiz
UD Almería

El Almería B, presa de las muchas sombras en área rival

La falta de fluidez en ataque impide al equipo de José María Salmerón superar a un Atlético Antoniano con poca presencia en ataque

Juanjo Aguilera

Almería

Domingo, 30 de noviembre 2025, 18:33

El balón circuló con precisión entre los jugadores, como si el centro del campo hubiera sido un tablero donde cada movimiento se calculaba y cada ... pase medía consecuencias. El Almería B dominó con meticulosidad, pero sus aproximaciones al área se encontraron con un Antoniano que se cerró con firmeza, sin conceder espacios ni permitir fisuras. Los disparos y centros toparon con obstáculos o se desvanecieron antes de generar peligro, dejando la sensación de un duelo táctico donde la paciencia y el control superaron a la fuerza bruta y al riesgo. Las sombras de los jugadores se alargaban sobre el césped, acompañando un partido en el que la intención era evidente, pero el gol permaneció esquivo.

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UD Almería B:

Jesús López; Vicente Agulló (Luis Martins, m. 88), Miguel Operé, Edu Pla, Martim Alberto; Josema (Asirón, m. 88), Hugo Martín (Marsu, m. 72), Romera; Marciano, Iker Burgos y Hou (Taufek, m. 58).

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At. Antoniano:

Matías; Juan Durán, Fernández, Arreola, Revuelta; Jesús García (José Mari, m. 67), Lolo Garrido; Álex Fernández (Carrascal, m. 89), Peral (Marcos Romero, m. 89), Diego (Raúl Rojas, m. 67), y Pana (Pedraza, m. 89).

  • Árbitro: Sáez Vital, gaditano. Amonestó a Romera (m. 70), de la UD Almería B, y a Peral (m. 52) y Lolo Garrido (m. 87), del At Antoniano.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la jornada decimotercera del Campeonato de Liga de Segunda RFEF, en su grupo IV, celebrado en el Anexo del UD Almería Stadium.

Con el paso de los minutos, la tensión se acumuló en cada acción contenida. El Antoniano permaneció en su parcela, sin asumir riesgos, mientras el Almería B insistió sin premura, buscando la grieta que nunca apareció. El encuentro se convirtió en un ejercicio de equilibrio, en un juego silencioso de estrategia y orden. Al final, las redes quedaron intactas, testigos mudos de un partido donde las sombras marcaron el ritmo y la precisión defensiva se impuso sobre la inspiración ofensiva.

Orden

El Almería B volvió a exhibir un uniforme comportamiento en la primera parte, desplegando un juego ordenado y paciente que priorizaba el control del balón en el centro del campo y la organización táctica sobre la verticalidad. Desde los primeros minutos, el Antoniano adoptó una postura de espera, buscando aprovechar cualquier error de los rojiblancos y acercarse con rapidez al área rival. En el minuto 7, Diego probó fortuna con un disparo que se marchó fuera, la primera acción que realmente buscaba inquietar a Jesús López, mientras que el filial replicó en el 12 con un centro de Vicente Agulló al corazón del área, donde Marciano remató de cabeza y Matías tuvo que esforzarse para desviar el balón a córner. La dinámica del juego, marcada por la paciencia y la precisión defensiva, convirtió el centro del campo en el auténtico protagonista, limitando las oportunidades claras de gol y dando a la primera mitad un ritmo calculado y equilibrado.

El equipo dirigido por José María Salmerón, ausente en el banquillo debido a su expulsión, mantuvo un ligero control territorial que le permitió acercarse con más frecuencia a la portería rival, aunque sin transformar esas llegadas en ocasiones decisivas. En el minuto 26, Marciano volvió a probar a Matías con un remate que el guardameta rojiblanco atajó sin problemas, demostrando su seguridad bajo los palos y la concentración del filial. El Antoniano, por su parte, buscaba alternativas a balón parado: Peral lanzó un disparo que se marchó por encima del larguero y, en el minuto 38, otra acción visitante obligó a Jesús López a estirarse hacia la derecha para evitar el tanto. Estos intentos, intercalados con periodos de posesión rojiblanca, evidenciaban un duelo táctico en el que cada equipo mantenía el equilibrio, sin precipitarse y evaluando cuidadosamente cada movimiento.

Con balón

La posesión del balón permaneció mayoritariamente en manos del Almería B, aunque la falta de acierto en la última zona de ataque limitaba las oportunidades de peligro real. Las aproximaciones rojiblancas se sucedían, pero ninguna logró superar la sólida defensa lebrijana, mientras que el Antoniano se acercaba con cautela al área rival, sin encontrar la precisión necesaria para inquietar a Jesús López de manera decisiva. La primera mitad se desarrolló así con un ritmo pausado y medido, donde el control del juego por parte del filial rojiblanco se manifestaba más en la circulación del balón y la estructura táctica que en ocasiones claras de gol.

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Con el paso de los minutos, la sensación de equilibrio se intensificó, el Almería B parecía dueño del balón, pero la falta de claridad en los metros finales le impedía marcar, y el Antoniano, fiel a su estrategia de esperar y aprovechar errores, se mostraba seguro y ordenado. El partido cerró la primera mitad con un empate sin goles, reflejo de la precisión defensiva de ambos conjuntos y del control táctico que predominó en un duelo donde la paciencia y el cálculo superaron a la inspiración ofensiva. La primera parte terminó con el filial rojiblanco intentando asentar su dominio y con el visitante demostrando que la solidez y la espera también pueden ser armas efectivas.

Sin pegada

De salida en la segunda parte, sin dejarla caer, Marciano tuvo la ocasión de gol a los 20 segundos, con un disparo que atajó Matías y, a la contra en el 47, fue Revuelta el que no acertó a batir a Jesús López que se quedó con el disparo realizado por el lateral zurdo del conjunto lebrijano que defendía en bloque medio, sin permitir fluidez en el juego del filial. Tampoco lo tenía el Antoniano para buscar la meta rojiblanca. Ambos equipos con problemas para encontrar acierto en el último pase.

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Salmerón optó por dar entrada a Toufek en lugar de Hou y, posteriormente, a Marsu por Hugo Martín, pero el equipo siguió adoleciendo de acierto en el último pase, con centros desde la derecha que sin destino. El Antoniano no fue a por el partido, de hecho se dedicó a contemporizar e incluso a perder tiempo y, esporádicamente, buscó acciones a la contra, como en el 82, con un lanzamiento de Álex Fernández que atrapó sin problemas Jesús López.

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